Big Data al servicio de la seguridad
El cine creó los departamentos policiales que se adelantaban a los crímenes y el Big Data los convierte en realidad con patrones de comportamiento de los ciudadanos
josé a. gonzález
Viernes, 30 de octubre 2015, 12:38
Hace doce años, Steven Spielberg dirigió, por aquel entonces, la futurista 'Minority Report'. Tecnología avanzada, hologramas y, sobre todo, un departamento de 'precrimen' compuesto por humanoides, que predecían los delitos de sangre que iban a ocurrir en la ciudad. Una década después, esa ciencia ficción parece hacerse realidad gracias a los avances en el análisis de datos.
Un clic en Google, una frase en Twitter, un registro en Facebook o una compra online deja un rastro que las autoridades recopilan y estudian. Es el llamado Big Data. "Una persona podría pensar que no tiene nada que ocultar y le da igual que los servicios de inteligencia o multinacionales accedan a sus datos.
El problema es que cuando esa persona vaya a una entrevista de trabajo, es posible que tengan un perfil de su actividad en redes sociales, de sus preferencias, de sus búsquedas, de las zonas por donde se mueve y, aunque sea un candidato totalmente válido, no le contraten por la información a la que ha accedido la empresa", explica Rubén Martínez, profesor en StackOverflow, comunidad de desarrolladores.
El informe de la Online Bussines School (OBS) 'Big data en cifras' estima que en la última década se ha creado más información que en toda la historia de la humanidad. IBM cuantifica la generación diaria de datos en 2,5 trillones de bytes y nacidos de diversas fuentes. "Desde la información meteorológica a los comentarios en redes sociales", apunta el estudio.
Proteger la ciudad
Para Rotem Iram, jefe de operaciones de K2 Intelligence en Tel Aviv, existen dos retos con toda la información generada. "Uno es la cantidad y diversidad de los datos que se está creando, y otro son los múltiples sensores que recogen estos datos; estamos rodeados de dispositivos y esa recogida no está centralizada. Lo que dificulta la seguridad no es proteger la información que está dentro de un centro de datos, sino cuando se mueve ya que cualquiera que quiera puede acceder a esos datos".
Sin embargo, el Big Data no solo sirve para conocer todos los pasos que un usuario realiza en internet, sino que esos datos también pueden ser usados para proteger a los ciudadanos. La Policía y el Ayuntamiento de Eindhoven (Países Bajos) han decidido poner el Big Data al servicio de la seguridad en la calle más famosa de la ciudad, la vía Stratumseind.
En la gran pantalla, los Precog eran seres mutantes capaces de ver los crímenes con antelación. Pero en el caso de los agentes de Eindhoven, son los datos los encargados de predecir actos delictivos. En concreto es CityPulse quien se encarga de adelantarse a los acontecimientos. El gobierno municipal de Eindhoven ha instalado a lo largo de los 225 metros que posee Stratumseind un sistema de cámaras y micrófonos en colaboración con Intel y Atos.
Junto a este dispositivo, las autoridades pueden controlar los sentimientos de los visitantes gracias a Capture. Esta tecnología de Atos "permite definir cualquier tipo de búsqueda en Twitter como hashtags, palabras clave, usuarios, lenguaje o geolocalización", dice Tomás Pariente, jefe de 'Data Intelligence Lab' en Atos Iberia.
El Gran hermano
Los imágenes y sonidos recogidos por las cámaras y micrófonos son enviados en tiempo real al centro de control policial de Eindhoven, mientras que Capture paralelamente realiza un análisis de los sentimientos y emociones. Tras este rastreo, la 'app' de Atos "genera un modelo de alertas y predicciones", apunta Pariente.
Con toda la información recopilada, las autoridades crean diferentes patrones de comportamiento que permiten adelantarse a los acontecimientos. "El modelo tiene en cuenta los eventos que han ocurrido. El sistema se entrena con dichos datos históricos y es capaz de emitir predicciones", señala el experto.
No obstante, los que toman la última decisión, y a diferencia de Minority Report, son las autoridades policiales. Tras recibir la alerta de CityPulse, deciden aumentar la presencia policial en la calle o, gracias a las conexiones con el sistema de alumbrado, elevar los niveles de iluminación en una zona determinada.
Las críticas a este Gran Hermano neerlandés tienen como nexo la privacidad. 24 horas de grabación de vídeo y de sonido ponen en duda la parcela privada de los más de 20.000 visitantes que pasan cada fin de semana por Stratumseind. Tanto Atos como el Ayuntamiento de Eindhoven han defendido su legalidad en que "el uso de las imágenes recogidas es para identificación y conteo de multitudes, no de personas individuales", dice el responsable.
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