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Trece tetrapléjicos recuperan la movilidad en los brazos gracias a una nueva cirugía

Los pacientes han podido volver a escribir, lavarse los dientes o comer por sí solos

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Viernes, 5 de julio 2019, 13:23

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Paul Robinson tiene 36 años. Nació en Brisbane, Australia, y en 2015 se cayó de su moto de montaña y se lesionó la médula espinal. Como consecuencia, quedó tetrapléjico. En diciembre de ese mismo año se sometió a una cirugía de transferencia de nervios y después acudió a sesiones de fisioterapia periódicas para ejercitar sus brazos y manos. Lentamente recuperó el movimiento y desde entonces es capaz de alimentarse, escribir sus apuntes de ingeniería o jugar al rugby en la universidad, en silla de ruedas pero sin necesidad de ayuda.

Él es una de las trece personas que han conseguido recuperar la movilidad de sus brazos y manos gracias a una nueva cirugía, desarrollada a partir de un estudio realizado por investigadores australianos, que «reconfigura» los nervios para devolver el movimiento a estas extremidades. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista científica 'The Lancet'.

Para el estudio se reclutaron 16 adultos jóvenes, 13 hombres y tres mujeres con una edad media de 27 años. Todos ellos tenían lesiones medulares en las vértebras del cuello C4 y C7, por lo que, aún conservaban cierta movilidad en sus hombros y parte de sus brazos. Las lesiones se habían producido en los últimos 18 meses y mayoría habían sido causadas por accidentes automovilísticos o deportivos.

Los 16 se sometieron a una cirugía que consistió en coger nervios funcionales de músculos situados por encima de la lesión y conectarlos con nervios paralizados de músculos situados por debajo de esta, con el fin de restablecer el control voluntario y reanimar los músculos paralizados. «La transferencia de nervios ya se ha aplicado anteriormente a lesiones nerviosas, pero nunca se había probado en pacientes paralizados con lesiones en la médula espinal», ha explicado en un comunicado la doctora Natasha van Zyl, de Austin Health, en Melbourne, y una autora del estudio.

Cada año, aproximadamente 250.000 personas en todo el mundo sufren lesiones de la médula espinal

En total, se completaron 59 transferencias de nervios. En diez participantes, estas se combinaron, además, con transferencias de tendones, un tratamiento que se practica de manera habitual en las lesiones medulares. Las primeras se enfocaban más en la restauración del movimiento natural de las extremidades y las segundas a mejorar la potencia y la capacidad de levantar objetos.

Posteriormente, los pacientes se sometieron a sesiones regulares de fisioterapia para ejercitar los músculos de los brazos y las manos, y se les hicieron evaluaciones periódicas sobre su nivel de independencia en relación a la ejecución de actividades de la vida diaria antes de la cirugía, un año después y pasados dos años. Durante el proceso, dos de ellos abandonaron el programa y uno murió por causas ajenas a la cirugía.

A los 24 meses se notaron mejoras significativas. Si antes de la cirugía ninguno de ellos podía pellizcar o agarrar objetos, tras este tiempo todos los participantes mostraron tener la fuerza suficientemente para realizar un gran número de actividades cotidianas. Tres participantes tuvieron cuatro transferencias de nervios fallidas, que implicaron consecuencias como la disminución permanente de la sensación o la disminución temporal de la fuerza de la muñeca pero, en general, la cirugía fue bien tolerada.

Limitaciones y ventajas

Aunque se trata de un estudio pequeño, los investigadores afirman que las transferencias de nervios son un gran avance en la restauración de la función de la mano y el brazo, y ofrecen una opción quirúrgica segura para las personas que viven con tetraplejia. A pesar de todo, la doctora van Zyl ha explicado que el tratamiento aún tiene algunas limitaciones, como que para obtener los mejores resultados las transferencias de nervios deben realizarse idealmente entre los seis y los doce meses desde la lesión. Sin embargo, también plantea ventajas, como una incisión quirúrgica menor, que no se necesita apenas inmovilización tras la operación, o que en una sola intervención se pueden restaurar varios músculos a la vez.

Cada año, aproximadamente 250.000 personas en todo el mundo sufren lesiones de la médula espinal que conllevan una parálisis de brazos y piernas, condición que tiene especial incidencia en personas menores de 30 años y que afecta a más hombres (80%) que mujeres.

«Creemos que la cirugía de transferencia de nervios ofrece una opción nueva y emocionante, que ofrece a las personas con parálisis la posibilidad de recuperar las funciones de los brazos y las manos para realizar las tareas diarias, y les otorga una mayor independencia y la capacidad de participar más fácilmente en la vida familiar y laboral », ha concluído la investigadora.

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