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Una doctora atiende a un paciente en su consulta en un centro de salud. R. C.

Nueve días para el médico de familia y más de cuatro meses para el especialista

El barómetro sanitario del CIS indica que las largas esperas en atención primaria no bajan y que aumentan en las consultas externas hospitalarias

Miércoles, 9 de julio 2025, 13:44

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Prácticamente nueve días de espera para ver al médico de familia y más de cuatro meses de media para lograr una primera consulta con el especialista al que te ha mandado tu doctor de cabecera. Esa es la vivencia diaria de los ciudadanos según lo indican en la primera oleada de 2025 del Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), una encuesta realizada en abril a miles de españoles para testar su percepción sobre el funcionamiento sistema sanitario.

Las respuestas de los ciudadanos indican que las listas de espera, al menos desde su percepción, no solo no mejoran sino que van a peor. En atención primera el 80% de quienes llaman para lograr una cita tienen que esperar casi 9 días (8,78) para ver a su médico. Es algo más que hace uno año y más o menos lo mismo que el otoño pasado, pero el problema es que lo que hoy va a más son los españoles que tienen esperas de entre 8 y 10 días y más de 11.

La encuesta también constata que uno de cada cuatro españoles ha tenido problemas para lograr una cita médica en su centro de salud y que más de la mitad se vio obligado a acudir a las urgencias hospitalarias, aunque su dolencia no fuese de la gravedad necesaria para demandar la atención especializada inmediata.

Las esperas que los ciudadanos trasladan cuando deben de acudir a los especialistas sí que van a peor. De media, tienen que pasar 140 días (cuatro meses y 20 días) para lograr la primera consulta desde que te derivó el médico de familia. El CIS ha variado la forma en la que pregunta sobre este asunto, pero el otoño pasado eran el 40% de los afectados quienes tenían que esperar tres meses o más para ver al especialista y en abril pasado el porcentaje había subido a casi el 42%. Pero algo aún más preocupante es que hasta uno de cada cuatro de los derivados a las consultas externas hospitalarias tiene que esperar para saber qué les pasa más de seis meses.

Uno de cada cinco españoles tuvo que acudir en el último año a consulta por un problema de salud mental y el 30% se lo tuvo que pagar de su bolsillo

Este barómetro también ha servido para determinar por primera vez cuáles son los tiempos de espera medios para que te realicen las principales pruebas diagnósticas que ordenan los médicos de familia y especialistas para determinar exactamente que le pasa al paciente y buscar un tratamiento. Las que menos espera acumulan son la ecografía y el escáner (TAC), que al 55% de ciudadanos se las hacen en menos de un mes, aunque de media tardan dos meses. La resonancia magnética tiene ya una mayor dilación, de media tarda 73 días (casi dos meses y media). La prueba con más retraso, que obliga a los pacientes a esperar 113 días (casi cuatro meses), es la colonoscopia.

Otro de los datos más preocupantes de la toma de temperatura sobre la sanidad española es el notable aumento en el último año de los españoles con patologías de salud mental. Según el barómetro, el 20,6% de los ciudadanos acudió en los últimos doce meses a una consulta médica por tener algún tipo de trastorno emocional, lo que quiere decir que en esta situación se encuentra uno de cada cinco españoles.

No solo se trata de un volumen muy alto de malestar psicológico, sino que supone un aumento del 15% entre los españoles que dieron el paso de pedir ayuda a un médico para tratar de reestablecer su salud mental en comparación con los que lo habían hecho un año antes, que fueron el 17,8%, tres puntos menos.

Algo va mal en la atención pública a los problemas de salud mental cuando el 42% de los que se sintieron mal tuvieron que acudir a consultas privadas (el 11,6% por tener seguro médico médico y el 30,3% pagándolo directamente de su bolsillo) y solo el 52% quedó cubierto por la sanidad pública. De quienes fueron a consultas públicas, el 60,5% está satisfecho con la atención recibida y el 85,1% afirma que fue igual o mejor de lo esperado, aunque uno de cada cuatro lamenta que su situación no mejoró.

Buena opinión del usuario

Algo más de la mitad de la población, el 53,9%, considera que el sistema sanitario funciona bien o bastante bien, mientras que un 45,1% opina que necesita cambios importantes o profundos. Eso sí, cuando se analiza la opinión de las personas que han utilizado los servicios sanitarios públicos en los últimos doce meses, la percepción mejora significativamente. Tanto en atención primaria como en los hospitales, más del 80% de las personas usuarias valoran positivamente la atención recibida. Destacan especialmente la profesionalidad, la seguridad y la confianza que transmite el personal sanitario. La experiencia directa con el sistema contribuye a consolidar una visión más favorable y realista de su funcionamiento.

Otro dato relevante es que la sanidad privada cada vez alcanza a un porcentaje más alto de los españoles, que ya supera el 29%. Un 19,7% de los entrevistados dispone de un seguro médico privado contratado por ellos o por algún miembro de su familia y un 9,7% lo tiene a través de su empresa. La proporción, según el Ministerio de Sanidad, refleja que una parte de la población recurre a seguros privados, en muchos casos, en busca de mayor agilidad o comodidad en el acceso a determinadas prestaciones sanitarias (para esquivar listas de espera). Sin embargo, creen, que esta elección no implica necesariamente una desconfianza hacia el sistema público, que suele tener un carácter complementario. De hecho, destacan, que más del 60% de quienes cuentan con un seguro médico privado confiesan que, ante un problema de salud grave, la sanidad pública les ofrecería un mejor tratamiento.

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