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Luri advierte de que hemos convertido el pluralismo en un valor constitucional supremo, pero eso es fuente de muchas contradicciones. vicens gimÉnez
«En una familia alguien tiene que resignarse a ser adulto»

«En una familia alguien tiene que resignarse a ser adulto»

Gregorio Luri Filósofo y pedagogo ·

Reivindica el valor del esfuerzo porque nada importante se nos entrega sin él, critica el desprecio a la memoria imperante en muchos ámbitos y defiende el valor del 'no'. «Uno de los derechos del niño es conocer los adverbios de negación», asegura

césar coca

Domingo, 10 de enero 2021, 00:55

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Gregorio Luri (Azagra, Navarra, 1955) es uno de los grandes especialistas españoles en cuestiones educativas. Ha sido maestro de Primaria, profesor de Filosofía en Bachillerato y en la Universidad y ha publicado numerosos ensayos sobre la escuela y sus retos. El pasado agosto, el Gobierno navarro le entregó la Cruz de Carlos III el Noble.

- Los sucesivos informes Pisa, como otros similares, no dejan en muy buen lugar a nuestro sistema educativo. ¿Hay una forma rigurosa de evaluarlo?

- No hay ninguna perfecta, pero la peor es la que no se hace. Si esos informes te dicen que aquí a los 16 años el porcentaje de alumnos excelentes es inferior al de muy deficientes, cuando no hay motivo para ello y en otros países no sucede, es que algo pasa. Todos los estudios muestran una división de España: hay un triángulo invertido con vértices en Madrid, Santiago de Compostela y Pamplona, donde los resultados son buenos, equiparables a la media de la OCDE. El resto es muy pobre.

«Soria tiene unos resultados mejores que Finlandia, pero nuestros políticos no van a Soria»

MODELOS EDUCATIVOS

- Y todas las autonomías tienen el mismo sistema educativo.

- Claro, y si lo juzgas por el resultado de Castilla y León ese sistema parecería excelente, y con el de Canarias, muy malo. Las leyes educativas se aprueban siempre con polémica, pero su incidencia en el sistema es reducida.

- ¿Qué es más importante para una ley: el consenso político o el acuerdo con la comunidad educativa?

- Ninguna ley tendrá éxito sin la complicidad de los docentes. Y para contar con ella deberíamos conocer sus problemas. Por eso es urgente elaborar un Libro Blanco de la docencia, donde se identifiquen los problemas reales. Y un problema real es que un 25% de fracaso escolar es un escándalo, porque significa que al acabar la Secundaria uno de cada cuatro jóvenes no comprende un texto mínimamente complejo ni es capaz de hacer un cálculo de una dificultad menor.

- Le pido un diagnóstico. ¿Qué es lo mejor de nuestro sistema educativo?

- Hay comunidades que lo hacen bien. Castilla y León, País Vasco y Navarra, básicamente, aunque Navarra está bajando. ¿Por qué no aprender de ellas?

- Se buscan los modelos en otros lugares más lejanos.

- Soria ha tenido en las evaluaciones resultados superiores a Finlandia. Pero nuestros políticos no viajan a Soria, sino a Finlandia, donde hay un buen sistema aunque adaptado a su realidad social, que no es la nuestra. Centros con buenos resultados y centros con malos los hay en todas partes. Me pregunto por qué no aprendemos de los buenos.

- ¿Y lo peor del sistema?

- Que miramos por dónde van los vientos internacionales y no hacemos una práctica reflexiva, examinando qué hacemos bien y mal nosotros mismos.

Esfuerzo y motivación

- ¿Es más importante dedicar esfuerzos a que nadie se quede atrás o a atender a los mejores, que se aburren en cuanto se baja el nivel?

- Los países más exigentes en las aulas son aquellos en los que los alumnos peores obtienen comparativamente los resultados mejores. Los malos de esos países son como nuestros alumnos medianos. Le doy un ejemplo: un alumno navarro de 4º de Primaria aprende en Matemáticas lo mismo que un catalán de 5º. Los hijos de obreros navarros sacan mejores notas que los de trabajadores de cuello blanco de Cataluña. Y sobre la atención a los mejores: en el País Vasco, por ejemplo, los excelentes han pasado en diez años del 13% al 9% del total, mientras los deficientes subían del 15 al 18%. Eso da un déficit de nueve puntos. En Singapur el saldo es un superávit de 30. No necesito explicarle más.

- ¿Nuestra escuela valora el esfuerzo? Los maestros escuchan a las familias despedirse de sus hijos al entrar al colegio diciéndoles 'pásalo bien'. No 'trabaja mucho'.

- Los valores del esfuerzo no están bien considerados en la educación. Pero eso pasa también en Francia, donde tienen ahora un sistema educativo desorientado. Allí y en Inglaterra, las escuelas con mejores resultados son las musulmanas femeninas, porque entienden que el deber de un musulmán es tener éxito. La herramienta esencial en la escuela son los codos. Nada grande se nos entrega sin esfuerzo.

- ¿El profesor tiene que motivar al alumno? ¿No debería ir motivado de casa?

- Es importante que no lo desmotive (se ríe). Pero tiene razón: se ha impuesto la tesis de que debemos motivarlos, se impone eso a la voluntad. Yo sostengo que la motivación no es el motor del conocimiento. El motor es el interés. Le contaré otra cosa: seguro que conoce gente que dice que no vale para estudiar porque no tiene memoria, y luego te recita la alineación del Betis que ganó la Copa en los setenta. O quien aprende sin dificultad la gran cantidad de información que contiene el 'Hola', que ha leído en las peores condiciones, mientras está en la peluquería o la consulta del médico. Cuanta más información tenemos, más rápido es el aprendizaje.

- Acaba de hablar de la memoria. No hay nada más denostado desde hace muchos años.

- Nunca he conocido a nadie que deseara tener menos memoria de la que tenía. Lo normal es lo contrario, quejarse de tener poca. ¿Por qué la escuela minusvalora algo que tanta gente quiere tener? El desprecio a la memoria es propio de ignorantes que en realidad desprecian el conocimiento. Lo aprendido se queda en la memoria. Si una experiencia no deja residuo en ella es que no es una experiencia educativa.

- ¿Y de dónde viene entonces ese desprestigio?

- Los nuevos profesores han sido educados en eso. El argumento es que todo está en internet. Pero es una falacia. En internet está todo, pero descatalogado. Y para saber si algo es relevante necesitas conocimientos previos. No se trata de acumular cosas que no se entienden, sino de comprender y ser capaces de situar una información en su contexto. Y el contexto está en ti.

- ¿Se están trasladando a la escuela tareas que antes se hacían en familia? Hablo de cuestiones de higiene, educación cívica, alimentación, sexo... Cuestiones importantes pero que quitan tiempo para las Matemáticas, la Lengua o la Historia.

- Las familias quieren hacerlo bien pero parece que decirle 'no' a un niño es condenarlo a algo malo. Hace poco me contaron que unos padres llevaron a una niña a una escuela y dijeron al director que ellos nunca le habían dicho 'no' a su hija y confiaban en que también allí fuera así.

«La educación es un sector en el que todo el mundo es libro de decir ocurrencias»

propuestas

- ¿Y qué les respondió?

- Que no. Uno de los derechos del niño es conocer los adverbios de negación. En una familia alguien tiene que resignarse a ser adulto. La escuela debe asumir que su papel principal es transmitir conocimiento. Ahora se habla mucho de educación emocional, pero en cambio no nos preocupa que los alumnos no sepan comprender un texto. La conciencia de las familias sobre su propio papel educativo crece pero solo en algunos sectores sociales. Hoy el ascenso social depende más de las familias.

- Familias a las que, según parece, les importa más que sus hijos dominen la tecnología que lo que puedan aprender gracias a ella.

- El ser humano es tecnológico, así que no tiene sentido rechazar los avances porque son prótesis que amplifican lo que somos. Las nuevas tecnologías desarrollan al máximo tus intereses: del arte etrusco a la aviación. Lo importante es qué hacer con ella. El problema es que su progreso es más acelerado que nuestra capacidad de reflexión sobre el mismo y no sabemos el impacto que en el futuro pueden tener. Para algunas cosas, los padres tienen un olfato más fino que las autoridades educativas y saben que las personas que dominan las ciencias tienen algo valioso. Eso explica el crecimiento de juguetes relacionados con la ciencia.

- En el otro extremo, cada vez hay más gente que sostiene que no tiene sentido aprender a dividir puesto que hay calculadoras o hacer caligrafía ya que cada vez se escribe menos a mano.

- La educación es un sector en el que todo el mundo es libre de decir ocurrencias. La escritura a mano es un ejercicio extraordinario y en los países orientales se ha demostrado que está vinculada a la obtención de resultados mejores en las evaluaciones. Hoy ya sabemos también que la lectura en papel es mucho más fructífera que la que se hace en una pantalla. Y lo mismo pasa con el cálculo mental, que desarrolla muchas habilidades. El problema de confiar demasiado en las máquinas es que luego no detectas errores básicos. Esos trabajos escolares de 'copia y pega' sin ninguna reflexión que llevan a los alumnos usar información nada fiable, por ejemplo.

- ¿Es posible o deseable mantener la ideología fuera de la escuela?

- La escuela ha sido concebida, entre otras cosas, para convertir a un hijo en ciudadano. En Francia durante un siglo lo han hecho muy bien. Les transmitían unos valores y unos cánones. Ahora sucede que hemos convertido el pluralismo en un valor constitucional supremo. Está bien, pero si nadie tiene derecho a decirme nada sobre mi vida ¿por qué tengo que llevar a mi hijo a una escuela que le diga cuáles deben ser sus valores? Es una contradicción. En España han desaparecido los valores predominantes y eso hace que recaigan sobre la escuela tensiones enormes.

- ¿Y cómo se desvincula la escuela de la religión? Porque en un Estado laico no debe ser obligatoria, pero entonces puede suceder que un joven vaya al Museo del Prado y no entienda la mitad de lo que ve.

- Un Estado laico es el que no se define en cuanto a la religión, pero aquí tenemos un laicismo militante, que es reticente ante cualquier religión, en especial la cristiana. Claro que las escuelas cristianas han terminado por diluir su papel. ¿Qué significa hoy llevar a tu hijo a los jesuitas, los maristas o las teresianas? Hay un interés colectivo tan grande por no molestar que esos colegios religiosos ni ponen belenes.

«La escuela ha sido concebida, entre otras cosas, para convertir a un hijo en ciudadano»

EN LAS AULAS

Escuela y nivel social

- Se habla mucho de que el maestro debe acompañar al alumno en el aprendizaje. ¿Ha cambiado el papel, se ha desplazado el eje del sistema?

- Yo he definido al maestro como el amante celoso de lo mejor que puede ser el alumno. Tú estás para ayudarle a ponerse de puntillas, a ampliar su capacidad. Estás para llevarlo desde lo que no sabe hacer a lo que debe saber. Tienes que abrirle vías. El objetivo de la escuela no es hacer felices a los niños. Está en abrirles puertas. Porque si un alumno de una familia pobre no encuentra el conocimiento en la escuela, ¿dónde lo va a encontrar?

- La escuela ha sido un lugar donde reducir las diferencias.

- Un niño de un ambiente rico siempre está haciendo deberes: los hace con las películas que ve, los viajes que disfruta en familia, las visitas a museos o las sesiones de teatro en las que acompaña a sus mayores. Por eso, cuando va a la escuela el lenguaje cultural que allí se da no le extraña porque es el suyo. Un niño pobre se pierde una parte de todo eso. Siempre me ha gustado mucho la carta que Camus escribió a su maestro tras recibir el Nobel: «Nos consideró dignos de descubrir el mundo».

- Los jóvenes de hoy aprenden sobre todo gracias a vídeos y textos breves que leen en pantalla. ¿Ha terminado el tiempo del libro como herramienta crucial de aprendizaje?

- Hay objetos perfectos desde su nacimiento: la rueda, la cuchara o el libro. Si nuestros alumnos prefieren leer en una pantalla es que no les hemos enseñado a leer bien. Otra cosa es que tengamos una buena didáctica de la literatura. No lo creo. ¿Por qué, si no, los chicos -menos las chicas- dejan de leer a los 11 años?

- ¿Y los vídeos?

- En la pandemia hemos aprendido que vídeos cortos y bien hechos son útiles para el aprendizaje. Pero lo fundamental es lo que se cuenta cara a cara. Da igual lo que digan algunos gurús: los intereses de la educación no coinciden necesariamente con los de las grandes compañías tecnológicas.

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