Reconciliazación de la Sagrada Cena con Jesús de la Esperanza

La cofradía de la Sagrada Cena cumplió un año más con su cita con la procesión de Perdón y Esperanza, partiendo de su sede de San Pedro puntuales y cargando en hombros la imagen de Jesús de la Esperanza. La amenaza de lluvia no amedrentó a los cofrades del impoluto hábito color blanco y crema. Los 24 cofrades que cargaban las andas siguieron el ritmo que marcaban sus músicos y con la magnífica banda de la Preciosísima Sangre tras la Cruz guía.

Con presencia del obispo auxiliar, Luis Argüello, quien realizó la llamada de honor, salieron de las calles del entorno de su barrio para dirigirse a la Catedral, con parada previa frente a la sede de las Angustias, donde ante la imagen de la Virgen realizaron una ofrenda floral. Esta procesión, con este nuevo formato, jamas se ha suspendido por lluvia, y ayer no fue menos. Anteriormente, en su configuración inicial, se dirigían hasta el convento de Ingleses.

Una vez en el interior de la Catedral comenzaron un acto íntimo de penitencia y conversión, con propuesta de confesiones a los cofrades en ese mismo instante. El coro de voces blancas invitó durante el acto a la conciliación y arrepentimiento tras examinar la conciencia y realizar el oficio de tinieblas tras la reflexión. Se trata de un acto propio de la Sagrada Cena y sus cofrades, cargado de sentimiento, interioridad y sinceridad, mediada la Semana Santa de este año, con éxito de cofrades, público y fieles.