Argüello define «el individualismo actual como virus social»

Don Luis Argüello ha agradecido especialmente la asistencia del cardenal Ricardo Blázquez (Arzobispo emérito de Valladolid) y de monseñor Manuel Sánchez (Obispo emérito de Santander) y la entrega del centenar de presbíteros, que durante el oficio renovaron sus promesas sacerdotales.

Fue una homilía reivindicativa, una misa plagada de guiños que aludían a la importancia y el papel que juegan los valores de la Iglesia para lograr una sociedad justa y sana. Unas palabras que reconfortaron a los presentes al abordar la importancia del Evangelio «como unión, una unión que nos permite reconocernos como hermanos y nos permite caer en la cuenta de la dignidad sagrada de todos, de los distintos, de los opuestos, de los enemigos, de los inmigrantes». En esa idea de unión Argüello ensalzó la gracia del Señor como vía de libertad de las cautividades dramáticas que sufren tantos de nuestros hermanos.

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Para mostrar el sacrificio y la persecución que sufren muchos de los que difunden la palabra de Dios, el presidente de la Conferencia Episcopal Española celebró la Eucaristía con el cáliz profanado de Qaraqosh procedente de Irak. Se trata de un cáliz desfigurado y tiroteado por el Daesh durante la guerra que se convirtió durante la misa crismal de este año en el símbolo del martirio actual. «Tantos cautivos a causa del Evangelio, a causa de la injusticia del sistema económico, tantos cautivos a costa de la manipulación de conciencia, tantos cautivos a los que anunciar la libertad. Aunque para poder anunciar esa libertad hay que haberla acogido, hay que renovar la vida bautismal».

Destacó Argüello ante los fieles la importancia de dar la vida por los demás y de participar mediante la atención pastoral en las acciones sociales y políticas de la vida cotidiana. La idea de «unión» sobrevoló varias veces en su homilía, tras la que llegó la renovación de votos de los sacerdotes, más de cien, procedentes de todas las archidiócesis de la capital y la provincia. Durante una misa que el propio monseñor calificó como una acontecimiento para todos, «no solo para los sacerdotes es una Eucaristía de todo el pueblo santo de Dios, que tiene un momento singular, preciso, justo cuando acaba de concluir la Cuaresma».

Durante la Misa Crismal celebrada en la seo vallisoletana se ha consagrado además el Santo Crisma y se han bendecido los óleos que se emplearán, entre otros, en futuras ordenaciones, en los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo y confirmación), en la dedicación de nuevos altares e iglesias y en la unción de los enfermos.

Lleno en el interior del templo durante una misa que finalizó a mediodía y lleno en el exterior por el paso, a la altura de la plaza de la Universidad, de la procesión del Santísimo Cristo de la Luz. La imagen de Gregorio Fernández se encontraba con la mirada de cientos de personas, muchas familias con niños pequeños y jóvenes, que disfrutaban de la primera de las quince procesiones que saldrán a lucir los pasos procesionales hasta medianoche, completando la jornada de mayor intensidad de toda la Semana Santa.