La Virgen del Henar recibe la ofrenda tras la tradicional carrera al santuario segoviano desde Valladolid
La prueba deportiva, que celebró su sexagésima tercera edición, contó con la participación de cuarenta relevistas de todas las edades
Como cada 12 de octubre, día del Pilar, el santuario mariano de la Virgen del Henar se viste de gala para recibir a los corredores ... de a tradicional Carrera al Henar, una iniciativa en la que decenas de corredores realizan relevos para llevar un ramo de flores a la Virgen. La cita, que cumplía su sexagésimo tercera edición, y se desarrollaba por segunda vez en el escenario de la pandemia, estuvo arropada por decenas de personas que apoyaron a los relevistas a lo largo de los 48 kilómetros que transcurren desde Valladolid, hasta el Henar.
En concreto, fue a las 8:30 horas de la mañana desde la parroquia de La Milagrosa, de Valladolid, desde donde partió el primer relevo. Para evitar el contacto físico entre los participantes, en lugar de portar los corredores un ramo de flores que se iba pasando entre los relevistas en años anteriores para finalmente ofrecerlo a la Virgen, cada atleta lleva una flor en su relevo, que al final de la carrera pusieron a los pies de la Virgen, confeccionando finalmente un ramo con todas ellas.
Después de algo menos de cuatro horas, en los que la carrera pasó por Herrera de Duero, Aldeamayor de San Martín, Arrabal de Portillo, Santiago del Arroyo, San Miguel del Arroyo y Viloria del Henar, un total de 40 relevistas de entre 6 y 86 años completaron la carrera cumpliendo la tradición. Esta ha ido pasando entre las familias, de padres a hijos y ahora incluso a nietos, por lo que la continuidad de la carrera parece estar asegurada. Con el paso de los años, se ha ido estructurando en torno a las familias, que han ido creando los primeros participantes, y que actualmente son los que nutren de los corredores necesarios para desarrollar cada edición.
La Carrera al Henar se ha ido estructurando en torno a las familias, que son las que la nutren de corredores
Tras el esfuerzo del deporte, llegó el momento de la oración, con la participación del grueso de los relevistas en la eucaristía, que fue muy especial, pues coincide con la asistencia del coro parroquial de Herrera de Duero. El rector del santuario, Carlos García, fue el encargado de dar la bienvenida a todos los asistentes, entre los que también se encontraba una pareja que cumplía sus bodas de oro y que estaba acompañada por su familia. También fueron recibidos de forma especial los relevistas y sus familias y los vecinos de Herrera de Duero que pusieron los tintes musicales a la eucaristía, acompañados de los cantos de las hermanas Samaritanas del Corazón de Jesús.
La eucaristía tuvo también tintes especiales, pues en estos días, cuando se celebra el Año Jubilar Henarense, se celebran todas aquellas festividades marianas que se suceden a lo largo de la geografía española, sobre todo aquellas más conocidas, tal y como ocurría ayer con la festividad de Nuestra Señora del Pilar.
Como es tradicional en este día, finalizó con la lectura de la ofrenda, preparada por quienes habían completado la Carrera al Henar y sus familias. La ofrenda de este año comenzó con una felicitación a la Virgen, destacando lo importante y necesario de celebrar el júbilo en estos días «llenos de muerte, distancia, miedos, incertidumbres, soledad y desconcierto», en referencia a lo vivido con la pandemia. Así, en la ofrenda se apuntó como la celebración del Año Jubilar Henarense es motivo de dicha para todo el Henar, «tanto para aquellos que dejan transcurrir aquí sus días a lo largo de la vida, como para quienes nos reunimos, incansables, año tras año ante tu presencia en este día tan señalado».
Haciendo un guiño a las nuevas tecnologías y a la situación de pandemia, se realizó un recuerdo a la leyenda del niño manco al que se le apareció la Virgen, cuyo brazo sanó. «¿Guardaría la distancia social?, ¿te preguntaría por qué no llevas la mascarilla?», continuando señalando con la posibilidad de que el pequeño pastor querría hacerse un 'selfie' con la Virgen y subir un vídeo a Tik-tok con distintos 'hashtag'.
En la ofrenda también se señaló cómo hoy en día es tan necesaria la risa, la alegría y el júbilo, por lo que «no ha podido llegar en mejor momento el año jubilar», cuando la pandemia médica está cerca de terminarse «o eso queremos creer», aunque la «pandemia emocional, la del cariño y la del amor, permanece entre nosotros tan silenciosa e implacable como antes del coronavirus».
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