Vidrio, madera, turismo y pleno empleo local
MUNICIPALISMO 2024 ·
El binomio entre industria y sector servicios define a un municipio que necesita importar trabajadores para cubrir la demanda laboralVidrio, madera y turismo, las tres patas de la economía del Real Sitio de San Ildefonso, un pueblo que tiene que importar a trabajadores para satisfacer la demanda laboral. Pleno empleo local, tanto en las fábricas como en un turismo de calidad vinculado al medio ambiente, la gastronomía o el patrimonio cultural.
Dentro de la prolífica industria del Real Sitio destaca el vidrio, pues Verescence ya no es solo el principal empleador del pueblo, sino un referente a nivel provincial y regional. Entre puestos directos e indirectos, da trabajo a más de 700 personas: tres cuartas partes de esos empleos están vinculados con habitantes del pueblo. Una industria que ha sorteado los avatares económicos del tiempo –el Ayuntamiento agradece que mantuviera toda su actividad allí en los años más complicados, pandemia incluida– y es un actor imprescindible de la economía local.
La vinculación con la fábrica se ha convertido casi en una tradición familiar y esas generaciones se han formado ahora ocupan puestos de alto rango que años atrás ostentaban profesionales de otras zonas. En ella se crean una media de entre 40 y 60 puestos de trabajo anuales. Un arraigo que ha permitido a mucho vecino quedarse. Y un excedente de empleo que han cubierto trabajadores de Segovia, Madrid o Valladolid.
El sector de la madera es otro pilar, principalmente en Valsaín, con pequeñas y medianas empresas. Cuando el aserradero de Parques Nacionales dejó de funcionar como fábrica, se diversificó el trabajo hacia pequeños talleres artesanos que llevan décadas en funcionamiento, con carpinteros muy cotizados. Desde una fábrica de pallets que roza la veintena de empleados a pequeños negocios con pocos efectivos.
La proliferación del sector servicios se centra en el turismo, desde la hostelería a los comercios, y en la administración pública, pues en el municipio convive el Organismo Autónomo de Parques Nacionales con Patrimonio Nacional, el propio Ayuntamiento y la Real Fábrica de Cristales. A ello se une un entramado de autónomos vinculados a sectores como la construcción o la carpintería.
La pata del turismo también se ha diversificado: no solo restaurantes, sino guías turísticos o pequeñas empresas de comunicación o diseño gráfico. El análisis municipal ilustra un margen de crecimiento que se ha concretado tras la pandemia, un objetivo, el de crecer, vinculado a la calidad, en busca de un turista tranquilo, de clase media-alta que valore el patrimonio natural y cultural. Un pueblo que quiere explotar también su cercanía a la ciudad de Segovia. Sinergias para un turismo sostenible.
Por eso uno de los retos de su economía local es evitar la masificación turística, más allá de los días inevitables, como el día de San Luis, patrón, o el Mercado Barroco, en un pueblo que en verano triplica su población con los vecinos de segundas residencias. El objetivo es desestacionalizar ese turismo y recibir visitantes casi cada fin de semana del año. El siguiente paso es extenderlo a los días entre semana a través de esas sinergias segovianas.
La economía
La madera. El cierre del aserradero diversificó el trabajo entre muchas pymes
Administración pública. El municipio acoge a funcionarios de instituciones de distinto ámbito
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