Dos de cada tres profesionales sanitarios trabajan «al límite»

El primer nivel de la asistencia sanitaria se siente presionado. Las condiciones laborales en las que se han visto abocados a desarrollar sus atribuciones los profesionales de la Atención Primaria han hecho que aumenten los casos de enfermedades profesionales y las bajas causadas por accidentes de trabajo, según concluye una encuesta llevada a cabo por Comisiones Obreras (CC OO) en las nueve provincias de Castilla y León. En Segovia, esta situación de tensión al alza en el puesto de trabajo también es notoria, añaden representantes del área sociosanitaria de la organización.

María José García, delegada de Acción Sindical en dicho departamento, vincula la «sobrecarga» que sufren las plantillas de los centros de salud a «las directrices de Sacyl sobre la ampliación de tareas para ser más eficientes, sin embargo lo que está provocando es que empeore la atención y el malestar» de los sanitarios y de los empleados que trabajan también en el sistema asistencial aunque en otros ámbitos.

El aumento de volumen de trabajo está en buena parte relacionado –según las portavoces sindicales– con la implantación por parte de la administración sanitaria de más medidas para recortar las listas de espera, objetivo que «no se ha logrado».

A ello, Carmen Martín agrega el problema de la «dispersión geográfica» que marca el día a día del personal asistencial que trabaja en el medio rural tan diseminado que predomina en los territorios regional y provincial. Hay zonas como las de Villacastín o Riaza que si el médico sale a una urgencia a un pueblo cercano, el consultorio se queda solo o con el cartel de 'no hay nadie' colgado.

A mayores, lasguardias de 24 horas y la falta de sustituciones coincidiendo con la implantación de la jornada de 37 horas semanales, apostillan las representantes del área sociosanitaria de Comisiones.

Este cúmulo de circunstancias conlleva «un riesgo alto de fallo» en el ejercicio de la labor profesional y la práctica de lo que las portavoces sindicales han llamado «atención defensiva» para «evitar amenazas de los pacientes que, por su parte, también están nerviosos por esperas que superan la hora o las dos horas». Los trabajadores de los centros de salud «se sienten diariamente al límite de sus posibilidades», incide Carmen Martín.

Ese deterioro que critican de las condiciones laborales se traduce en que el 74% de los consultados en la encuesta elaborada entre los meses de octubre y diciembre del año pasado afirmó que «la acumulación de trabajo influye de manera negativa» en el desempeño profesional. Asimismo, dos de cada tres empleados preguntados aseguraron que sufren «un estrés al límite de sus posibilidades». En cuanto a la sensación de inseguridad y de trabajar «amenazados», el 58% del personal de Primaria consultado por Comisiones afirmó estarlo.

Estos resultados son harto preocupantes, llamó la atención María Jesús Mateos, responsable del área de Sanidad. Sobre todo por la consecuencia que lleva aparejada este entorno de trabajo, ya que el 88% de la plantilla encuestada piensa que «no se ofrece una buena calidad asistencial» cuando se está sometido a un constante estrés.

Las representantes de Comisiones esgrimen estos datos para exigir a la Junta de Castilla y León medidas que pongan coto a este escenario. «El personal está sometido a un nivel de estrés muy superior al de otros profesionales», afirma García. Entre las soluciones que reclaman están la vuelta a la jornada de 35 horas semanales y la cobertura total de las sustituciones para evitar excesos de cupos.