Tres municipios de Segovia superan el millón de deuda por préstamos y avales

Además de la lupa de la supervisión que colocan los propios vecinos en las pequeñas localidades, está la rendición de cuentas con Hacienda. Y los intereses de unos y otros no siempre coinciden. Que si verbena, que si toros, que si encierros, que si esta orquesta mejor que la otra; pero al mismo tiempo quieren y exigen que los servicios esenciales estén dignamente cubiertos, que las calles luzcan sin baches y aseadas, que las farolas alumbren, que las fuentes den agua, que los contenedores no estén infrautilizados o que el parque esté impoluto para cobijar bajo sus sombras a mayores y niños.

Y todo eso es dinero. Además, está el control que ejerce la Agencia Tributaria sobre las entidades locales, para que no se les vayan de las manos los dispendios. La ley les obliga, aunque para cumplirla y satisfacer en tiempo y forma el pago a los proveedores algunos consistorios sigan conteniendo el aire. Tanto corsé al final hace que las corporaciones necesiten de oxígeno en forma de financiación. Y ahí entran las entidades, que no siempre son bancos o cajas aunque ejerzan como tales, a las que llaman a la puerta las administraciones municipales para que les concedan un crédito o avales que les echen una mano a sufragar un proyecto o pagar una sentencia perdida en los juzgados.

Uno de los ejemplos más recientes es el del Ayuntamiento de Segovia, que recibirá un préstamo de 3,1 millones de euros, sin intereses y a diez años, para renovar el alumbrado urbano del recinto amurallado y su entorno. El proyecto ha sido uno de los beneficiarios en la segunda convocatoria del programa de ayudas puesta en marcha por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Los importes contratados por los que se endeudan durante un plazo convenido con el acreedor constituyen la denominada deuda viva -o financiera- de los ayuntamientos. Un pasivo que tendrán que ir amortizando para que no se les acumule en la rendición de cuentas que han de hacer cuando ajustan la liquidación de cada curso. De no ser así, la mochila se sobrecarga de más lastre económico que a la postre maniata la gestión diaria.

Los alcaldes lo saben bien. Por eso, soltar ese peso se alza entre las prioridades de una administración local cuando se trata de maniobrar con el erario público. La provincia de Segovia despidió la anualidad pasada con menos entidades en la lista de corporaciones con deudas pendientes de saldar al haber suscrito algún crédito en ejercicios anteriores o las que estrenan deuda viva en el mismo curso. Tampoco es que el movimiento que registra la Agencia Tributaria en sus datos sea un maremoto. A fecha de 31 de diciembre de 2024, había 25 ayuntamientos con este tipo de endeudamiento, uno menos que los supervisados por el Ministerio de Hacienda un año antes.

Hay que tener en cuenta que la provincia está compuesta por 209 municipios con sus correspondientes gobiernos y alcaldes, por lo que la proporción de los que acumulan este debe con entidades bancarias o de crédito es de uno de cada doce. Sin embargo, en la nómina de la que informa el fisco figuran algunas de las poblaciones con los padrones más abultados.

Así, están la capital, Cuéllar, el Real Sitio de San Ildefonso, Cantalejo, San Cristóbal de Segovia, Carbonero el Mayor, Navas de Oro, Hontanares de Eresma o Nava de la Asunción, como 'representantes' de vecindarios de más mil habitantes. Por su parte, carecen de esta deuda viva en sus contabilidades, al menos al finalizar el pasado año, El Espinar, La Lastrilla, Palazuelos de Eresma, Cantimpalos, Trescasas, Navalmanzano, Ayllón, Riaza, Bernuy de Porreros, Espirdo, Coca, Villacastín, Turégano, Sanchonuño, Valverde del Majano y Torrecaballeros, que son los otros censos de más de mil residentes que posee la provincia.

Prácticamente se repiten las localidades segovianas de un ejercicio a otro que se incluyen en la nómina de deudores, apenas hay un puñado de cambios más allá de las cuantías. Lo más reseñable es que adelgaza el cómputo total que suman las distintas deudas financieras contraídas, lo que significa que ha habido amortizaciones e incluso liquidaciones totales a lo largo del curso pasado, del que ahora informa el Ministerio de Hacienda.

El montante conjunto de los 25 consistorios baja de la barrera de los 30 millones y se queda en 29.244.277 euros. Es un descenso superior al 10%, en términos relativos. O lo que es lo mismo, los ayuntamientos de la provincia de Segovia con endeudamientos financieros se liberan de más de 3,2 millones de euros con los que cargaban en sus pasivos con entidades a las que solicitaron créditos.

La tendencia que se observa en las estadísticas oficiales es que esa lista de entidades locales que arrastran obligaciones de pago continúa menguando. Hace dos años, por ejemplo, la componían 29 municipios. Al cierre de 2024, se dieron de baja al dejar el casillero del debe a cero Torrecaballeros, Maderuelo, Fuenterrebollo y Cabezuela. El primero abonó los 32.000 euros que le quedaban; el segundo, 60.000; el tercero, 16.000, y el cuarto, 47.000.

En cuanto a los consistorios que han entrado a formar parte del grupo con deuda viva Navas de Oro (con un préstamo por valor de 84.000 euros); Gallegos (que se carga con 12.000 euros que tendrá que amortizar), y Fresno de Cantespino, que suma 1.000 euros en el debe financiero.

El patrón que se extrae de las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda es que, a mayor población, mayor es el importe por el que están endeudadas las entidades locales. Así pues, la capital es la que aún tiene por liquidar el importe más cuantioso: 20,7 millones de euros. Es decir, copa el 71% de toda la deuda viva que registran los consistorios de la provincia. El Ayuntamiento de Segovia va soltando esa carga que pesa sobre la gestión. En 2024 redujo las obligaciones de pago en un 0,6%. Fueron los 137.937 euros los que amortizó.

Le sigue el Real Sitio de San Ildefonso, que el pasado ejercicio logró darle un mordisco de 454.075 euros al endeudamiento por préstamos financieros. Este bocado supone bajar del listón de los 5 millones. La quita conseguida el año pasado del 8,4% sitúa la deuda viva acumulada por el Ayuntamiento granjeño en 4,8 millones de euros.

La tercera entidad local que rebasa el millón de euros pendientes de amortizar tras la contratación de créditos con bancos o cajas es Cantalejo, que al igual que la capital y el Real Sitio también acabó el pasado ejercicio con menos montante por saldar. Los datos extraídos del informe de la Agencia Tributaria, a fecha del 31 de diciembre de 2024, ponen de manifiesto una deuda financiera de 1.035.421 euros, lo que equivale a una descarga del 6%.

Además de los tres consistorios que entran en la lista difundida por Hacienda, hay otra localidad en la provincia de Segovia cuyas arcas municipales han visto cómo el curso pasado incrementaban el endeudamiento por préstamos o avales. Se trata de Nava de la Asunción, que encadena tres anualidades de subidas hasta los 600.000 euros por liquidar con los que cerró el ejercicio.

El resto de entidades locales, con menos de mil habitantes en sus padrones, van enjugando esa deuda viva. Aldeasoña; Campo de San Pedro; Castillejo de Mesleón; Cerezo de Abajo; Cuéllar; Escarabajosa de Cabezas; Fuentidueña; Mata de Cuéllar; Muñopedro; Navas de San Antonio; Sacramenia; Santa María la Real de Nieva; Villaverde de Íscar, y Zarzuela del Pinar San Cristóbal de Segovia recortaron el endeudamiento financiero en 2024. Y falta uno, Membibre de la Hoz, que ni lo aumentó ni lo redujo, quedándose en los 9.000 euros que 'heredó' del año anterior.