Seis de cada diez denuncias a dueños de perros peligrosos son por carecer de licencia

El listado de razas consideradas potencialmente peligrosas por su morfología, carácter o antecedentes es amplio. Algunos ejemplos más populares, tal y como los segovianos pueden comprobar en un simple paseo por las calles de la ciudad, son los pitbull terrier, rottweiler, dogo argentino o akita inu, de acuerdo con la normativa establecida por el Ayuntamiento de Segovia.

La ordenanza municipal es la encargada de regular aquellos requisitos que los propietarios de mascotas tienen que cumplir para garantizar la seguridad del resto de ciudadanos y, a su vez, la protección del animal.

En caso de tener un perro, debe estar inscrito en el censo y, si está clasificado como potencialmente peligroso, es necesario que lleve un bozal apropiado y contar con una licencia otorgada mediante resolución de Alcaldía, que tiene que ser renovada cada cinco años. El incumplimiento de esta última obligación explica que los agentes policiales hayan formulado doce denuncias desde 2023, que representan más del 63%de las 19 sanciones totales a dueños de perros peligrosos.

Es por ello que la Policía Local ha iniciado este mes una campaña de control de perros peligrosos, consistente en la realización de una ficha descriptiva del animal con su microchipo o documentación. Está dirigida, sobre todo, a comprobar si los responsables cuentan con el permiso en vigor que les habilita la tenencia del animal. Es un trámite fundamental en caso de robo, extravío o abandono del can.

No obstante, también se han registrado otro tipo de infracciones. Por ejemplo, se conocen dos multas por tener incompleta la ficha clínica de desparasitación, otras dos por pasear sin bozal. Llevar al can con correa extensible, suelto por la vía pública o no colaborar con las autoridades son a su vez comportamientos que están detrás de una denuncia, respectivamente, tal y como especifica el parte de incidencias facilitado por el Consistorio de la ciudad.

En lo que respecta al conjunto de sanciones interpuestas a la población perruna de Segovia, se notifican más de 60 en tan solo 17 meses: son cuatro multas cada 30 días. La mayoría se deben a la falta de registro del animal en el censo y únicamente tres de cada diez están relacionadas con especies de carácter agresivo.

A día de hoy, se contabilizan 56 altas de canes —únicamente dos de especies consideradas peligrosas—. Son datos de 2024, pero en la serie histórica, que se remonta veinte años atrás, se anotan más de 4.500 inscripciones. El 4% están protagonizadas por perros que obligatoriamente deben contar además con licencia. De este modo, la población canina que en caso de atacar pueden provocar lesiones graves, tal y como determina la legislación, y que ha sido dada de alta en las últimas dos décadas asciende a más de 200 ejemplares.

Si bien es cierto que se observó un repunte en periodos concretos como 2014 y 2021, ejercicios en los que se superó la barrera de las 20 inscripciones de perros peligrosos, la evolución del censo es equilibrada al menos desde 2002. Desde esa fecha se han revocado cuatro licencias. Por otra parte, se han dado de baja cuatro animales peligrosos desde enero, se han caducado dos permisos y no se ha notificado ninguna renovación.