La Segoviana le pide un imposible a Carmona en Barakaldo
Los gimnásticos caen con justicia ante un rival que neutralizó su intensidad y su presión alta para dominar el duelo, adelantarse en su peor momento y obligar al portero a lucirse para limitar daños
La Gimnástica Segoviana perdió a la tercera su imbatibilidad en Primera RFEF, un bagaje que más de uno hubiera firmado cuando arrancó su militancia entre ... los 82 mejores equipos de España. Lo hizo en una mañana gris en Barakaldo que evidenció, por un lado, la entidad de los clubes con los que se pelea de tú a tú, y por otro, su fragilidad defensiva cuando no tiene el balón para alejar a los rivales de su área. Carmona firmó una de las mejores actuaciones de su carrera y encajó dos goles. Con esos ingredientes, puntuar era imposible.
Todo el glamour que busca la Primera RFEF con sus horarios a imagen y semejanza del fútbol profesional depende en última instancia de que alguien coloque una brida en una portería. Por eso el partido empezó diez minutos después del mediodía en un estadio con solera. Más por la trayectoria del Barakaldo, un clásico de la antigua Segunda B, que por su raro arcoíris de asientos rosas, blancos y azules.
Barakaldo
Unai Pérez, Pedernales, Artetxe, Borja García, Oier López, Huidobro, Ekaitz, Vicandi, Kepa Uriarte, Santiago y Sannadi.
2
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0
Segoviana
Carmona, Abel Pascual, Sergi Molina, Rubén, De la Mata, Manu, Berlanga, Astray, Fernán, Javi Borrego y Davo.
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Cambios Barakaldo: Jesús Martínez por Vicandi (min 67), Buján por Kepa (min 67), Naveira por Huidobro (min 75), Torre por Sannidi (min 84) y Revilla por Oier (min 84)
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.Cambios Segoviana: Fer Llorente por Manu (min 62), Tellechea por Javi Borrego (min 62), Hugo Marcos por Astray (min 71), Hugo Díaz por Berlanga (min 71) y Gabriel por Rubén (min 78).
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Goles: 1-0 Sannidi (min 40) y 2-0 Pablo Santiago (min 88)
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Árbitro: Álvaro Rodríguez Recio (Madrid). Amonestó con amarilla a Jesús Martínez y Huidobro por los locales; a Sergi Molina y Manu por los visitantes.
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Otros datos: Nuevo Estadio Lasesarre
Las necesidades son una de las principales gasolinas del fútbol y, en definitiva, el duelo enfrentaba a un equipo llamado a pelear en la zona alta que sumaba un punto de seis y a un recién ascendido que venía con un sorprendente bagaje de cuatro. Un motivo más para que el Barakaldo llevara la iniciativa, desde un conato de penalti en el segundo minuto a un testarazo de Pablo Santiago poco después que salió centrado y permitió a Carmona el lujo de lucirse con su manopla para desviarla a córner. Casi sin respiro, Sannadi probaba suerte con un disparo raso que salía lamiendo al primer palo.
La alineación de Ramsés Gil dio a Fernán, precisamente ex del cuadro vasco, la titularidad como el premio a sus minutos ante la Ponferradina. Planteó un dibujo de tres atrás con Chupo, Sergi Molina y Abel Pascual, los inamovibles, prescindiendo de lateral derecho y confiando en la versatilidad táctica de De la Mata para meterse atrás cuando su equipo no tenía el balón y fortificar así una línea de cuatro. Ya sea por deméritos propios o por los aciertos del Barakaldo, la Segoviana no tuvo la intensidad que domina su genoma, ni la presión alta ni esa velocidad más para llevarse los balones divididos. Su mejor defensa en la victoria ante el Amorebieta fue adueñarse del partido; en un contexto más paritario, es más vulnerable.
Pero el fútbol es un deporte de guiones impredecibles y la Segoviana encajó en sus mejores minutos. Porque la ocasión más clara del duelo cuando el marcador aún no conocía los goles la tuvo Sergi Molina, que estuvo cerca de repetir su tanto en el descuento siete días atrás al anticiparse en el primer palo para enganchar un testarazo que tuvo que sacar Oier López sobre la misma línea de su portería. No fue el último envío envenenado: Berlanga, una de las pocas noticias positivas en una mañana gris, buscó las cosquillas desde la derecha mientras Davo, en racha tras anotar en sus dos primeros partidos, pululaba por el área.
En esas llegó el 1-0 en una jugada rota tras un mal despeje de Abel Pascual, cuyo cabezazo no terminó de alejar el balón de la zona de peligro. Huido se sacó un centro genial desde la izquierda que llegó con un imán al punto de penalti. Tan bueno era que Sannadi, uno de los proyectos de futuro del Alavés, lo embocó en un remate irrepetible por excéntrico: cayéndose, poniendo el interior de la pierna derecha, un disparo que salió raso pegado al palo como podía haber terminado en esguince de tobillo de grado tres. Solo así pudo trasladar al marcador el ligero dominio local al filo del descanso.
𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡 | #BarakaSegoviana
— Primera Federación Versus e-Learning (@Primera_RFEF) September 8, 2024
2-0 | @BarakaldoCF - @lagimnastica
⚽ @MaroanSannadi (1-0, 40')
⚽ @Pablo_saantiago (2-0, 90')
📺 Partido completo: https://t.co/aMfSPNCw4I#PrimeraFederación | #VersusELearning pic.twitter.com/7WOeYKYKqx
El paso por vestuarios no alteró la balanza. El Barakaldo seguía forzando córners y pidiendo penaltis mientras Carmona se vestía de súper héroe para evitar la sentencia en un remate a bocajarro de Sannadi, que había ajustado a la derecha tras anticiparse a Sergi Molina y contaba con el gol hasta que vio al meta agigantarse y despejar a córner. Nadie para valorar la parada como el delantero, que felicitó al portero en cuanto se levantó.
La ventaja potenciaba una de las grandes armas del Barakaldo: su contragolpe. Los intentos de la Segoviana en vano para inclinar el juego a su favor implicaban necesariamente el riesgo de desnudar su retaguardia. Ramsés tenía la suya en el banquillo, con ilustres como Fer Llorente, que salió a la hora de juego junto con Tellechea, que buscó la suerte que no encontró Borrego. Con esa solvencia niveló la contienda el cuadro visitante, que llegó a tiro al último cuarto de hora final, fiel a su imagen de equipo peleón, difícil de matar. Así que cuando salió Hugo Díaz –para echar más gasolina y aliviar a Manu de su amarilla– los más optimistas, y no faltaron aficionados segovianos en Lasesarre, aspiraban a un bombardeo final en busca del empate.
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Pero el aroma era más de 2-0 que del empate. Si el primero del Barakaldo llegó de la nada, la sentencia fue la crónica de una muerte anunciada. El golpe final empezó con una doble ocasión en apenas veinte segundos, el tiempo que transcurrió entre el disparo al primer palo de Pablo Santiago y su asistencia a Jesús Martínez, que se hizo hueco en el punto de penalti y sacó un tiro corto de potencia que permitió a Carmona sumar una parada más. La Segoviana no encontró réplica en la portería contraria y todavía vio cómo su meta sacaba con el pie un tiro a placer de Imanol antes de que Pablo Santiago culminara en el 88' su gran partido con un tiro por fin letal mientras Sergi Molina se cubría las manos y confiaba en hacer de muralla.
Fernán tuvo tiempo a rozar el gol con un misil raso desde la corona del área, prueba de ese espíritu irredento de su equipo, pero Carmona todavía tuvo que esforzarse para evitar el 3-0 con otra parada de fútbol sala.
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