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Segovia es dependiente, si se habla de energía. Está lejos de ser autosuficiente. Además, la red de infraestructuras, como ha dejado en evidencia el gran ... apagón del lunes 28 de abril, tampoco da de sí y deja relegada la provincia, que fue de las últimas del país en recuperar el suministro de luz después de más de quince horas a oscuras. El cómputo total de la electricidad que consumen los residentes, servicios, industrias y demás ámbitos que utilizan el suministro eléctrico para sus actividades duplica la producción conjunta que suman las diferentes fuentes de las que se nutre. Así lo pone de manifiesto el Boletín Anual de Estadísticas Energéticas de Castilla y León, que en el último ejercicio completo disponible en el portal oficial de la Junta, correspondiente a 2023, da cuenta del desfase entre la potencia que se genera y la que se gasta.
El Ente Regional de Energía (EREN) es el encargado de recopilar y difundir periódicamente estos datos que configuran una radiografía del balance energético de un territorio. Si se escudriña en esas cifras, la principal conclusión que se extrae es que Segovia emplea aproximadamente dos veces más de electricidad que la que pone en circulación, una desproporción que se viene repitiendo más o menos invariable año tras año. Al cierre del citado curso 2023, la provincia consumió 884.907 megawatios/hora; pero al analizar cuánto generó, los números del órgano autonómico dejan la producción bruta de energía eléctrica en 432.732 megawatios por hora.
432.732 megawatios/hora
es la electricidad generada en Segovia en 2023, sumadas las distintas fuentes de energía, según recoge el boletín del Ente Regional de Estadísticas Energéticas.
Esto quiere decir que Segovia, para cubrir la demanda necesita 'importar' electricidad, a diferencia de lo que ocurre en otras provincias vecinas de la comunidad autónoma, donde su capacidad de gestar suministro y potencia a partir de la explotación de los recursos naturales y de los entramados de infraestructuras dedicadas a la transformación y distribución de la energía de la que se proveen les supone ser autosuficientes y no depender en exceso del abastecimiento procedente de otros mercados.
Esta necesidad de alimentar la red con electricidad 'forastera' persiste a lo largo de los años, a pesar de la ampliación y la diversificación de las fuentes de energía de las que se surte la provincia. En concreto, el impulso viene dado sobre todo por la creciente presencia que han ido adquiriendo las instalaciones fotovoltaicas, aunque no todo el territorio puede albergar macroparques solares. Estas plataformas se extienden por páramos de la geografía segoviana donde los paneles han emergido, no sin que medien polémicas, para captar y aprovechar el manantial eléctrico que proporciona la radiación solar.
Son apuestas empresariales privadas, aunque también han echado a andar en los últimos años proyectos enfocados hacia el autoconsumo promovidos por administraciones públicas que se apuntan así a la eficiencia y al ahorro energéticos. Esta energía encuadrada dentro del grupo de las denominadas 'renovables', junto a la hidroeléctrica, la eólica, las geotérmicas o la biomasa, reduce además significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación ambiental en comparación con los combustibles fósiles, que han ido perdiendo terreno como generadores de electricidad frente al empuje de estas otras fuentes 'verdes'.
Ese impulso no está siendo suficiente para que Segovia abandone el furgón de cola de la comunidad autónoma en lo que respecta a la producción eléctrica. Los 432.732 megawatios hora generados en 2023, tal y como se extrae de los datos del boletín anual del ente regional, la relegan como la provincia que menos energía factura. Su peso específico en el conjunto de todos los territorios de Castilla y León ronda únicamente el 1,6%.
Y eso que 2023 fue el segundo año más 'fértil' de lo que va de siglo XXI, con un incremento superior al 17% en la energía generada con respecto al año anterior. Este crecimiento vino motivado, en su gran mayoría, por dos aportaciones que experimentaron sendos impulsos que no solo paliaron la ligera caída que padeció la producción de los parques eólicos, sino que permitieron acercarse al hito que hasta ahora ostenta 2021, cuando la mejora en los registros que miden la generación bruta de energía eléctrica en Segovia alcanzó los 457.144 megawatios hora.
Uno de esos trampolines sobre los que se propulsó la producción de electricidad fue el rendimiento de las fotovoltaicas. La escalada constante que mantiene la energía solar desde hace seis años marcó un nuevo récord: 154.454 megawatios hora al cierre de 2023, lo que supone un incremento del 21,7% si se compara con los datos que Ente Regional de Energía de Castilla y León había recabado doce meses antes.
El otro empujón que favoreció la producción bruta de energía eléctrica en la provincia de Segovia fue el que dieron las térmicas. En este apartado se encuentran las centrales de biomasa y los procesos de cogeneración, que junto a las instalaciones fotovoltaicas ayudaron a incrementar la generación de electricidad. De hecho, su aportación es mayor que la de las plataformas solares. A tenor de los datos del boletín estadístico publicado por el EREN, 2023 bajó la persiana con 181.345 megawatios hora producidos por la explotación y el aprovechamiento de fuentes térmicas de energía. Es la segunda 'cosecha' más abundante de este siglo XXI, lo que vincula su evolución y expansión a la que arroja el conjunto de la energía bruta generada.
Si bien hay curvas con trazados más firmes y constantes, como la que dibuja la progresión de la energía solar en Segovia, la que muestra el comportamiento del consumo está plagada de subidas y bajadas, que tienen mucho que ver con la actividad industrial y los servicios. Por ejemplo, 2023 fue un año más gastador. En concreto, un 5% más. Además, desde 2018 las estadísticas del organismo regional no recordaban un consumo eléctrico tan importante.
Si acercamos la lupa al último ejercicio del que da cuenta el ente autonómico, las empresas, sus maquinarias y sus procesos de fabricación acaparan el 45,5% del suministro. En este reparto según los usos, el segundo trozo más grande del pastel alimenta al sector terciario de la cadena, que copa el 28,6%; mientras que el resto corresponde a la utilización doméstica del abastecimiento eléctrico que hacen los hogares al cabo del año.
A raíz del gran apagón y de las largas horas que pasaron hasta que volvió la luz, primero a la capital y de manera progresiva y lenta a los pueblos, la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia, Raquel Alonso, apuntó que la provincia reúne las condiciones para contar con una infraestructura eléctrica más potente y mejor preparada para escenarios como el que trastocó la vida cotidiana el pasado lunes 28 de abril y que ha provocado severas pérdidas en sectores como el industrial.
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La representante del Gobierno autonómico señalaba que de las seis líneas eléctricas de gran capacidad (hasta 400 kilovoltios cada una de ellas) que conectan el norte de la Península Ibérica con la Comunidad de Madrid, cinco lo hacen atravesando Segovia. Por lo tanto, cree que existe la posibilidad de tener acceso desde la provincia a gran cantidad de energía que llega hasta la capital de España desde el noroeste de la península.
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