Segovia modernizará su red de aliviaderos para evitar la contaminación del Eresma

La previsión plasmada en la documentación de la licitación es que el inicio de las obras sea en agosto y que la ejecución se alargue cinco meses. Las empresas interesadas en hacerse con el contrato tienen de plazo hasta el día 25 de este mes, tal y como figura en las bases. Estas obras de saneamiento se encuadran en el capítulo dedicado a la transición verde y está enfocado a «reducir los daños en los periodos de crecidas del Eresma», así como a «evitar vertidos no deseados al río».

Son demasiado frecuentes los episodios de mortandad de peces cuando una tormenta descarga sobre Segovia. Los animales mueren por asfixia debido a la disminución de los niveles de oxígeno. La causa de este escenario está provocada por una conjunción letal de factores que se juntan como es la bajada del caudal, el aumento de la temperatura y los alivios que arroja al río las conducciones del saneamiento unitario, cuyo sistema no separa las precipitaciones de lluvia de los residuos domésticos. De ahí que se produzcan estos vertidos dañinos.

Los defectos que arrastra la red son los que pretende atajar el proyecto financiado por Europa. El grueso de los trabajos que tendrá que ejecutar la adjudicataria que firme el contrato con el Ayuntamiento de Segovia consiste en cambiar y reformar una veintena de aliviaderos repartidos por la capital y que conforman el entramado municipal de saneamiento. Algunos vierten al Eresma; otros a arroyos menores, y algunos lo hacen a otros colectores de mayores dimensiones.

Tal y como recoge el proyecto a licitación, en los puntos de desbordamiento se producen problemas de contaminación, ya que «carecen de dispositivos de retención de residuos flotantes». Esto quiere decir que cuando las lluvias son intensas y acumulan grandes precipitaciones en un corto espacio de tiempo, esos aliviaderos derivan a los colectores todo tipo de residuos, lo que ocasiona «una contaminación directa de los cauces de recepción».

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) requirió al Ayuntamiento de Segovia que recopilara los datos precisos para elaborar un inventario que definiera cuáles son esos puntos de colapso con el fin de dotarlos de los sistemas adecuados de medición del caudal de alivio. Asimismo, el organismo estatal regulador de cuenca reclamó al Consistorio la implantación de dispositivos que impidan la salida de desechos por el alivio. De esta manera, se atajaría el riesgo de contaminación de los cauces.