El sector hortícola aglutina el 80% del empleo en la comarca del Carracillo

En el noroeste de la provincia de Segovia, en plena Tierra de Pinares, se encuentra la comarca del Carracillo, bautizada por algunos como 'la huerta de Segovia', debido a su gran área de producción hortícola, que hace sobresalir su color verde entre las tierras de cereal de secano. Lo que era una zona desfavorecida y carente de recursos económicos, que tenía en la explotación del pinar su principal forma de vida, ha sabido descubrir su potencial hortícola y ha conseguido situarse en la primera línea nacional del cultivo y transformación de estos cultivos.

No se trata de una zona reconocida administrativamente, por lo que no cuenta con una delimitación como tal, aunque está formada por una docena de pueblos (Sanchonuño, Gomezserracín, Chatún, Pinarejos, San Martín y Mudrián, Samboal, Narros de Cuéllar, Fresneda de Cuéllar, Chañe, Campo de Cuéllar, Remondo y Arroyo de Cuéllar) que aglutinan el 80% de la producción hortícola de la provincia de Segovia, y el 30% de toda la región. Y todo ello con la máxima calidad, sabor y presencia.

Castilla y León, con más de 30.000 hectáreas dedicadas al sector hortícola y con un volumen total de producción anual de 1.258.430 toneladas, es una gran productora de hortalizas. La relevancia de cultivos como la zanahoria, la cebolla o el puerro radica en el volumen de producción, siendo la primera comunidad de España en la producción de zanahoria y puerro y la tercera en cebolla. El sector hortícola y el de la patata tienen un valor económico cercano a los 250 millones de euros, lo que representa el 12% de la producción vegetal de la comunidad.

La provincia de Segovia es, junto con Valladolid, la principal provincial en el cultivo de hortalizas. En la provincia segoviana se siembran 5.700 hectáreas de cultivos hortícolas, incluyendo en ellas la patata, lo que representa el 19% de la región. De estas, 3.000 hectáreas se encuentran en la zona del Carracillo. Segovia se encuentra a la cabeza regional y nacional en el cultivo de zanahoria y puerro, con una producción de 75.600 y 37.700 toneladas respectivamente.

La comarca del Carracillo agrupa la mayor parte de este potencial hortofrutícola gracias a las condiciones del suelo, ideales para la producción de estas variedades, y la alternancia de temperaturas, que favorecen estos cultivos. En concreto, se sitúa en cabeza en la producción de puerro, con el 50% de la producción nacional; y la tercera en cuanto a superficie y producción de zanahoria, ya que en el Carracillo se obtienen los mejores rendimientos por hectárea de todo el país. Se trata de un cultivo que se ha adaptado perfectamente a los suelos de la zona, gracias a los cuales ha desarrollado una raíz más formada, unas cualidades óptimas de conservación para su mercado en fresco y un sabor atractivo para el consumo.

Todo ello sin olvidar que en buena parte de la comarca se producen las 'plantas madre' para el posterior cultivo de la fresa, y se cuenta con 840 hectáreas para la obtención de estas plantas, el 55% de la producción nacional. A la importancia en la cantidad de producción se une la calidad de los productos cultivados en esta zona y la proliferación de industrias de transformación en torno a estos productos, sin olvidar la importante inversión realizada en investigación e innovación para desarrollar productos de cuarta y quinta gama que se adapten mejor a las necesidades del consumidor actual. En total, la facturación de este sector en el Carracillo se sitúa en torno a los 45 millones de euros. Las 29 industrias hortícolas de esta zona representan el 75% de las existentes en toda la provincia, que son un total de 40.

Hoy en día, en torno al 80% de la población que vive en la industria del Carracillo, lo que se cifra en más de 3.500 personas, sin contar los temporeros, se encuentran ligados al sector, bien como productores o trabajando en las industrias de transformación que llenan el mapa de la comarca. En menos de dos décadas, la población en la comarca se ha incrementado en torno a un 6%, aunque en algunos casos, como el de Sanchonuño, ha superado el 30%.

Su alcalde, Carlos Fuentes, asegura que ahora mismo el sector supone la actividad principal de la localidad y que en torno al 70% de la población activa trabaja en las industrias hortícolas de la localidad, hasta donde también se desplazan diariamente vecinos de otros municipios de la zona, al igual que ocurre en empresas dedicadas al vehículo industrial o la transformación de madera, que se ubican en el municipio. Sin embargo, asegura que la horticultura es el sector básico de la economía de la localidad, aunque a nivel agrícola apenas quedan una decena de familias que trabajan con cultivos, principalmente remolacha. Y al menos una de las empresas se encarga de todo el proceso productivo, lo cultiva y lo transforma.

El sector ha ayudado al crecimiento de la localidad y a la fijación de la población, y, el alcalde también apunta que no sólo ofrece empleos directos, sino también indirectos como transporte, comercio, talleres, maquinaria e incluso hostelería. En términos similares se expresa la alcaldesa de Gomezserracín, Laura del Río, que apunta que el sector hortícola es el medio de vida de la zona y la economía fundamental de la comarca. Ella no se olvida de los problemas que existen en el campo y apunta que aquellos que suponen una merma de producción hay que intentar atajarlos «porque es el medio de vida fundamental» en la zona en general. En la localidad el sector hortícola y agrícola emplea a en torno a un 70% de la población.

De la misma manera opina José Nieto, agricultor y transformador, que destaca que la horticultura es el sustento de la zona y que «no tenemos otra cosa». Como cultivos, señala que en estos momentos despuntan el puerro, la zanahoria y la remolacha de mesa, y que están disminuyendo otros como la lechuga, que antes ocupaba mayor extensión de cultivo.

El Carracillo despunta en cultivos, en fijación de población y en proliferación de empresas. Así lo señala un estudio de la Consejería de Agricultura y Ganadería que se fija en la zona, en el que se señala que la ratio de habitantes de entre 20 y 64 años por kilómetro cuadrado supera los 17, mientras que en otras zonas rurales de la región la media se encuentra en los 7,4.

La densidad de trabajadores referida a la superficie, también es tres veces superior en la comarca del Carracillo que en el resto del entorno rural de la comunidad autónoma, donde existe una media de 0,46 empresas por kilómetro cuadrado, dato que se multiplica casi por tres en la comarca, donde existen 1,28 empresas por kilómetro cuadrado, según datos de Agricultura.