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Santiago Muñoz observa el coso de una plaza de toros en una imagen de archivo. Foto cedida por Mamen Muñoz
Coronavirus en Segovia: Santiago Muñoz, un «valiente que nació en una guerra y murió en otra guerra»

Santiago Muñoz, un «valiente que nació en una guerra y murió en otra guerra»

La segoviana Mamen Muñoz llora la muerte de su padre, víctima del coronavirus, y lamenta lo «inhumano» que es no poder despedirse de quienes más quieres

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Jueves, 26 de marzo 2020, 07:06

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«Es el mayor castigo, no poder despedirte de un familiar como Dios manda». Es el sufrimiento de Mamen Muñoz, quien llora en su casa de San Cristóbal de Segovia la muerte de su padre, Santiago, a los 89 años de edad, víctima del nuevo coronavirus. «Es inhumano», comenta entre sollozos irreprimibles porque no hay un abrazo con su pareja o con sus otros tres hermanos que consuele la pérdida. Físicamente, no lo hay. El duelo es individual y enclaustrado, «un infierno». Es la crueldad de morir en tiempos de esta pandemia, «no poder estar de su mano». Ni siquiera el hecho de saber que la escuchó decirle cuánto lo quería cuando ya no podía hablar alivia el dolor.

Santiago Muñoz pasó los últimos tres años de su vida en la residencia de Santa María la Real de Nieva, villa donde «ha trabajado de todo porque nada se le ponía por delante», evoca su hija. Mamen le recuerda como un hombre «valiente y luchador». Y eso que la salud no siempre se portó bien con él, y aún así doblegó a las enfermedades.

Pasíón por la plaza de toros

«Era muy positivo y eso le hacía estar vivo», comenta mientras con la mente pasa las hojas de un álbum lleno de fotos en las que sale Santiago «sonriendo después de pasar tres neumonías»; o con un sombrero en la cabeza en la plaza de toros de Santa María la Real de Nieva enseñando un cartel en plenas fiestas patronales; o incluso cuando fue «portada de una revista extranjera».

«Era el que la limpiaba la plaza de toros y la mantenía porque quería mucho esa plaza». En ese álbum también asaltan la memoria de Mamen las instantáneas de un hombre trabajador que vino de la vecina provincia de Ávila para asentarse en un primer momento en Pinarejos, donde sacó adelante a su familia ganándose en jornal en el sector avícola. Luego se mudaron a Santa María la Real de Nieva, y allí «ha hecho de todo, ha trabajado en cebadores, de albañil...».

La pérdida de su padre tiene un culpable: el coronavirus, porque sabe que en las residencias «hacen lo que pueden». «Quería haber estado con él», insiste Mamen, quien hace hincapié en la «injusticia» que un virus que ni deja despedirte de tus seres queridos. «Nació en una guerra y se va en otra guerra», concluye emocionada.

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