Aspecto que presenta el pantano de Revenga en la zona de la presa. Óscar Costa

Las reservas del Pontón garantizan el abastecimiento estival a la capital

Solo en Cabañas de Polendos es necesario el reparto de agua embotellada debido a los nitratos

Carlos Álvaro

Segovia

Miércoles, 18 de agosto 2021, 11:25

La provincia no presenta, en líneas generales, grandes problemas de abastecimiento de agua. Al margen de lo que ocurre en la Tierra de Pinares y ... del ya conocido caso de Lastras del Pozo (donde el agua, en estos momentos, es apta para el consumo humano), solo en Cabañas de Polendos es necesario el reparto de agua embotellada, confirma el diputado de Acción Territorial de la Diputación, Basilio del Olmo.

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Las reservas, por otra parte, están dentro de los índices normales, teniendo en cuenta que ya han transcurrido dos meses desde el comienzo del verano. El embalse de Linares del Arroyo se encuentra al 64,3% de su capacidad, con 35 hectómetros cúbicos de agua embalsada, tres menos que el año pasado por estas mismas fechas (38,1), pero cuatro hectómetros cúbicos por encima de la media de los últimos diez años (31,1). Este embalse, situado en el nordeste de la provincia, tiene una capacidad de 54,4 hectómetros cúbicos.

En la capital segoviana, las reservas están garantizadas para todo el verano. El Pontón Alto, de donde bebe la ciudad y su alfoz, está al 87,3%, con 6,5 hectómetros cúbicos de agua embalsada. El porcentaje de líquido disponible es muy superior al que arroja la media de los últimos diez años por estas mismas fechas (79%). «No tenemos problema alguno, al menos por ahora. Segovia se abastece del Pontón Alto hasta que alcanzamos el nivel de mala calidad. Cuando eso ocurre, echamos mano del embalse de Puente Alta, en Revenga, y si el nivel es demasiado bajo, recurrimos al acuífero de Madrona, que es una pequeña joya que tenemos ahí desde hace muchísimos años y que el Ayuntamiento ha sabido cuidar porque funciona», explica el concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Segovia, Miguel Merino.

En Puente Alta (pantano de Revenga), la situación no es tan boyante como en su hermano mayor. A 17 de agosto se encuentra al 69,4% de su capacidad (1,6 hectómetros cúbicos disponibles), registro ligeramente inferior al de los últimos años. De este pequeño embalse beben núcleos de población como Peñas del Erizo, Carrascalejo o Parque Robledo, dependientes del Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma, pero también los pueblos de la Mancomunidad de la Mujer Muerta cuando lo necesitan. Hasta el momento, de los cuatro municipios que integran esta entidad, solo Navas de Riofrío (Las Navillas) ha tenido que recurrir a Puente Alta para completar su abastecimiento: lleva quince días recibiendo agua parcialmente, a un 30%, del pantano de Revenga, informan fuentes de la Mancomunidad de la Mujer Muerta.

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«En Ortigosa del Monte todavía no nos ha hecho falta echar mano del pantano. Cuando hace mucho calor, el consumo se dispara, aunque estamos en niveles de consumo muy similares a los de años inmediatamente anteriores», explica el alcalde de Ortigosa, Juan Carlos Cabrejas. Normalmente es a finales de agosto cuando estos pueblos se ven obligados a tomar agua de Puente Alta, pero, a día de hoy, ni Ortigosa ni La Losa ni Otero de Herreros se han visto obligados a ello. «No está siendo peor que otros veranos. Estamos en la línea, a pesar del aumento de población y de que no tendremos el pico de las fiestas».

En el Real Sitio de San Ildefonso y El Espinar están siendo muy cautos. El alcalde de La Granja, Samuel Alonso, viene recomendado a la población desde junio que haga un uso responsable del agua, mientras que el regidor espinariego, Javier Figueredo, ya se vio obligado hace unas semanas a adoptar las primeras medidas restrictivas, motivadas por el calor, la falta de lluvias y el aumento de la población en los cuatro núcleos que integran el municipio, que estos días alcanza la friolera de 35.000 habitantes. El objetivo de las restricciones es «optimizar los recursos de agua embalsada en las presas y evitar situaciones extremas». Así, hasta el 30 de septiembre, está prohibido regar jardines públicos o privados entre las 10:00 y las 20:00 horas. Tampoco se permite el baldeo y el riego de calles, plazas y patios interiores, públicos y privados, con manguera.

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