Un pueblo de Segovia quiere formar un retén de voluntarios para combatir el fuego
El alcalde del municipio considera que una primera intervención ágil facilita las labores de extinción de los profesionales
Hay temor a los incendios, sobre todo en los municipios más pequeños, con menos medios y más próximos a la sierra. La incertidumbre ha llevado ... a muchos pueblos del medio rural a rearmarse para combatir los fuegos, que cada vez son más graves y difíciles de controlar. Ortigosa del Monte, de unos 600 habitantes, ha dado un paso adelante en esta dirección. Su alcalde, Juan Carlos Cabrejas, ha planteado la creación de un equipo de voluntarios que, tras formarse y dotarse de los medios adecuados, pueda actuar frente a las llamas desde los primeros instantes. «Si atacas un fuego desde el principio, ayudas mucho la labor a los profesionales», subraya. Un aspecto que contribuiría a su vez a aumentar la tranquilidad entre los vecinos.
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Los tiempos han cambiado. «Los planes que nos servían hace 50 años ya no sirven, ni para recogida de basuras ni para extinción de incendios ni para muchas cosas... Hay que asumirlo y tomar iniciativas», asegura Cabrejas. La existencia de mayor combustible en los montes en los últimos años preocupa en gran medida al regidor, quien ha sido testigo de sendas jubilaciones de pastores y cabreros que, en el pasado, colaboraban con sus animales en las labores de limpieza de las zonas arbóreas.
El alcalde de Ortigosa defiende la puesta en marcha de cuadrillas «estables» que trabajen durante todo el año para prevenir incendios
La prevención es clave, de ahí que Trescasas, otro pequeño municipio cercano a la sierra, haya adquirido un rebaño municipal de ovejas para controlar la vegetación en los límites de su localidad. «Tiene que haber cuadrillas estables que trabajen todo el año, que prevengan y luego, que extingan», insiste el alcalde de Ortigosa del Monte.
Hasta que ese deseo se cumpla, el municipio de la provincia de Segovia seguirá buscando alternativas para intentar minimizar las consecuencias de los incendios. «En Ortigosa todos estamos sensibilizados con el tema de la falta de agua, la sequía, los incendios y el destrozo del medioambiente», considera. Es una inquietud que le ha llevado a tomar cartas en el asunto, lo que ha desembocado en el surgimiento de una propuesta: la constitución de un retén forestal integrado por jóvenes voluntarios del pueblo que adquieran formación y participen así en las labores de extinción de los fuegos.
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Materializar la propuesta
«De momento no es más que una iniciativa, un pensamiento, pero ya lo he comentado con mi equipo de gobierno y a todo el mundo le parece bien», relata Cabrejas, quien no descarta llevar el asunto a los próximos plenos del Ayuntamiento. «Con gente formada y equipada de forma adecuada, es posible enfrentar las llamas en el momento de su origen, lo que facilita la labor de los profesionales y muchas veces es algo fundamental para lograr atajar los incendios rápidamente», insiste.
Afortunadamente, Ortigosa del Monte llega a la última semana de agosto sin vivir ningún susto. «El año pasado sí que hubo un pequeño conato junto a la carretera por un camión que empezó a soltar chispas y prendió la cuneta, pero los bomberos actuaron rápido y pudieron pararlo, aunque había un viento terrible», recuerda. Fueron unos minutos de tensión extrema. «Si nosotros hubiéramos tenido 15 personas que hubieran empezado a sujetar aquel fuego en los primeros isntantes, los medios de extinción habrían tardado luego muy poco en controlarlo», asevera.
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Los vecinos de los pueblos son los primeros en dar la voz de alarma cuando observan una columna de humo o perciben olor a quemado. Ya hay formaciones de bomberos voluntarios en grandes municipios como Cuéllar, El Espinar o Cantalejo, pero es un medio que escasea entre las localidades con un padrón más ajustado. «Aquí todos estamos muy a mano y la gente está dispuesta a ayudar cuando pasa algo así para evitar una catástrofe», concluye Cabrejas.
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