El presidente de la Diputación defiende la «honestidad» de Bravo y Buquerín y destaca la «fractura» interna del PSOE

De Vicente dio el asunto por zanjado en el mismo momento en que José María Bravo y César Buquerin renunciaron a las ayudas. En realidad, el primero no tuvo que hacerlo, pues Prodestur le denegó la ayuda. El presidente atribuye lo ocurrido a un error administrativo «comprensible» porque ni los diputados han intervenido directamente en la solicitud de esas ayudas ni los técnicos están obligados a saber las sociedades o empresas de las que un diputado puede ser titular. «La versión que tengo de César Buquerín es que él desconocía que se había tramitado la ayuda, y el técnico no tiene por qué saber las sociedades que los diputados tienen a su nombre. El diputado desconocía la cuestión, y cuando se le comunicó, renunció a la ayuda inmediatamente. Son ayudas que gestionan terceras personas, y ellos se han enterado cuando se les ha dicho», dijo el presidente provincial, que no ahondó más en la cuestión porque José María Bravo y la diputada de Prodestur, Magdalena Rodríguez, dejaron el lunes «suficientemente» claro lo ocurrido. De Vicente respaldó la labor de los técnicos de la Diputación y arremetió contra el grupo del PSOE. «No es de recibo que estos dos diputados se vean señalados ante una circunstancia absolutamente menor, únicamente con el fin de desestabilizar una gestión transparente», subrayó.

El presidente provincial afeó a los socialistas «el profundo desconocimiento» del funcionamiento de la casa. «El portavoz del PSOE, Máximo San Macario, dice que el señor Buquerín estuvo en la junta de gobierno que aprobó las ayudas, cuando este diputado no forma parte de ese órgano de gobierno. Tampoco los asuntos de Prodestur se aprueban en junta de gobierno, pues es un organismo autónomo». En este sentido, el PSOE «hace oposición a base de ocurrencias, siempre con el verbo exigir por delante, aunque aplicado a otros, pues exigen a todos menos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha vuelto a dejar a la provincia de Segovia en el vagón de cola de los Presupuestos Generales del Estado».

De Vicente disparó sin piedad: «Mientras todo esto pasa, yo estoy encerrado en mi despacho, no de 8 a 3, que es el horario de funcionario que les gusta ejercer a ellos, sino el tiempo que haga falta, reunido con los diputados de Área y los técnicos responsables para confeccionar el mejor presupuesto para los pueblos de la provincia; porque esto es lo que a nosotros nos importa de verdad, y por eso trabajamos de manera seria para conseguirlo», señaló.

El presidente de la Diputación, que también es secretario general del PP de Segovia, desveló que el grupo socialista en la Diputación tiene problemas internos, de diputados que ni siquiera se dirigen la palabra. «El señor San Macario me pide que ponga orden en mi grupo, y entiendo que le pueda molestar la acción coral del equipo de gobierno, donde todos los diputados van a una. Él no puede decir lo mismo, porque constantemente asistimos a esas idas y venidas de diputados suyos cuando él propone una resolución. Ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo. Que arregle su casa antes de dar lecciones de vida a los demás».

También contestó De Vicente al secretario general del PSOE de Segovia, José Luis Aceves, que ha denunciado el tono «chulesco» y «barriobajero» empleado por el diputado del PP José María Bravo para defenderse: «Cree el ladrón que todos son de su condición, porque las provocaciones y los insultos vienen siempre del mismo lado. El matonismo lo podrán practicar en sus filas. A mí han pedido explicaciones y aquí estoy, aunque luego me acusarán de politizar el cargo. Es el pan nuestro de cada día de una oposición fragmentada, sin nombre y carente de ideas, más preocupada de guardarse las espaldas, donde se lamina al que disiente y con un portavoz cada día menos relevante, como pone de manifiesto en todos los plenos».