Último partido disputado por el Viveros Herol Balonmano Nava. Antonio Tanarro

La peor cuesta de diciembre del Balonmano Nava

Los segovianos inician en Torrelavega un menú de cinco duelos en 14 días, con cocos como Ademar Logroño y Valladolid, al filo de zona de descenso

Domingo, 7 de diciembre 2025, 09:38

El Viveros Herol Nava se enfrenta a su peor tramo de calendario en el peor momento. El aplazamiento del partido que debía disputar en León ... ante el Ademar el 25 de octubre –por un virus que afectó a casi la totalidad de la plantilla segoviana– ha convertido diciembre, un mes ya de por sí congestionado, en una maratón de cinco partidos en apenas 14 días, los que pasarán desde su visita esta tarde al Torrelavega (18:00 horas) y el cierre de la primera vuelta el sábado 20 en su pista ante el Atlético Valladolid. Una nómina que completan el Logroño, que lidera la Asobal de los mortales tras el Barça, y el Alicante, un rival directo en la zona baja. Mucha tela para un equipo corto de efectivos que ocupa el antepenúltimo puesto, que obligaría a jugar una eliminatoria de promoción contra el tercero de Plata para lograr la permanencia, con seis puntos de 20 posibles. De los cinco rivales, cuatro están en el top-8. Y tres de los duelos son a domicilio, donde el equipo que dirige Álvaro Senovilla aún no ha puntuado.

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«Los tiempos ser reducen mucho respecto a una semana normal, hay que ir priorizando detalles, simplificar y dar la información más relevante que puedas hacer llegar al jugador», resume el técnico. En lo físico, la exigencia es máxima por lo incierto del peaje que deje cada partido. «Puede haber golpes, cualquier lesión… Cuando llevemos el plan a la pista tendremos que ver qué jugadores tenemos tocados». Pese a la necesidad de adaptarlo todo, el cuerpo técnico trata de tenerlo atado lo máximo posible. «Hay una parte planificada; si improvisas todo, sería muy difícil, prevemos diferentes escenarios. Sigues un patrón y modificas algunas cosas, pero no puedes ir a verlas venir».

Un menú al que el Nava llega con parte de las tareas hechas, las de una semana de preparar su partido contra Ademar, aunque no pudiera celebrarse. «Tenemos ya mucho preparado contra ellos. Aunque hayan cambiado cosas, muchos detalles solo hay que recordarlos». Tras jugar el jueves 11 en el Palacio de los Deportes de León, la contrapartida es que el siguiente, la visita del Logroño a Nava, es un misterio. «Es el partido más difícil, vamos a tener solo dos días de preparación y tres sesiones de vídeo». Lo justo para unas pildoritas. «Tampoco puedes anular a un jugador con demasiadas instrucciones, no va a tener las cosas claras». La última semana, con Alicante el miércoles 17 y Valladolid el sábado, es como el final de una gran vuelta ciclista. «Que los jugadores lleguen con mayor frescura física y mental».

A un equipo metido en la pelea por la salvación, un contexto distinto al de las dos últimas temporadas, en la comodidad de la zona medio-alta de la tabla, el desgaste va más allá de lo físico. «Lógicamente, la situación preocupa. A mí, como entrenador, y a los jugadores. Tenemos un concepto de trabajo bien implantado y esa confianza hay que transmitírsela al jugador. Que esos momentos malos no afloren las dudas». Una misión que el pucelano asume con pertenencia. «Soy una persona muy implicada en el club, no soy un trabajador sin más».

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Tres de los cinco partidos son a domicilio, donde aún no han conseguido puntuar, incluyendo al Alicante, un rival directo

En ese contexto, rechaza la idea de seleccionar qué partidos merecen más esfuerzo y cuáles no. «Eso no se puede hacer, es un error. Como entrenador, perderías todo el crédito con tus jugadores. No nos ponemos en una pista a no competir, no lo concibo». Cada partido acelera el rodaje de un grupo con 12 jugadores nuevos. «Cada minuto de competición es para nosotros una inversión que aprovechar en el futuro. Tenemos la convicción de que podemos ganar a cualquiera. ¿Que es muy difícil? Evidentemente. ¿Que no estamos en el momento? También. Pero no somos un desastre, tenemos capacidad para competir en esta liga».

La Asobal da casi cada semana ejemplos de equipos de la zona baja que roban puntos a los de arriba. «A lo mejor tenemos menos presión, todo lo que nos venga por delante y sumemos... Revertir esa situación parte de lo que nosotros podamos luchar. Es un equipo que tiene calidad, lo ha demostrado con minutos muy buenos en algunos partidos». Pese a las bajas en el lateral derecho, donde David Fernández, el único sano, asume el grueso de los minutos, el técnico ve preparado a sus pupilos. «Físicamente, estamos muy bien, reparados para ayudar a David. Hay otros jugadores que tienen problemas y están tirando para adelante. Eso habla muy bien de la implicación. Esas fuerzas nos tienen que dar de sobra para estos 14 días».

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Álvaro Senovilla, entrenador del Viveros Herol Balonmano Nava. Antonio Tanarro

«No me da miedo acabar el año con seis puntos, no lo pienso»

El Nava está firmando una de sus peores primeras vueltas, con un punto de renta sobre los dos puestos de descenso a Plata, que ocupan Cangas y Guadalajara, su verdugo el pasado viernes en un duelo en el que los segovianos fallaron un penalti para ponerse por delante a 15 segundos del final y lo acabaron perdiendo sobre la bocina. «Teníamos la victoria en la mano y al final se nos escapa, pero tampoco merece la pena entrar en reproches. En los momentos malos quizás nos castigamos mucho nosotros mismos, eso hay que intentar cambiarlo. Es mejor focalizar el trabajo a futuro», subraya su técnico, Álvaro Senovilla.

Una tarea que se traduce en dos perfiles muy distintos, el veterano Edu Reig y el novato Javi Carrión, autores de los últimos tiros errados ante los alcarreños. « Reprocharles que no la metan no es algo que nos vaya a ayudar. No solo está la calidad, también hay picos de forma. Y con Javi hay que pensar que es una inversión de futuro». Senovilla defiende su ambición ante el Guadalajara, aunque el rival, ahora directo, se llevara los puntos. «Lo importante es que yo sume, no me preocupo de lo que sume el otro. Entiendo que sea un objeto de debate, pero si quiero un equipo competitivo no les puedo decir que no vayan a por el partido».

El técnico no plantea terminar diciembre de vacío. «No me da miedo acabar el año con seis puntos porque no lo pienso. Cuantos menos puntos tenemos, más trabajamos, vamos a muerte. Podemos hacer muchas cosas bien y dar muchas alegrías». Asume como posible no sumar, pero añade el contexto. «¿Cuál es la situación de los demás? ¿Van a puntuar todos? Eso se tiene que analizar en global. El escenario hay que analizarlo cuando sea real».

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