El nuevo centro para los enfermos de alzhéimer ya tiene los cimientos
La asociación de familias de pacientes lleva soñando desde 2008 con la instalación: «Nos parece mentira», dice la gerente, Anabel de Pedro
laura lópez
Segovia
Lunes, 14 de diciembre 2020, 11:35
A finales de este mes de septiembre empezaron, por fin, las obras del nuevo centro de día para enfermos de alzhéimer en Segovia. En la ... Asociación de Familiares de Enfermos con Alzhéimer (AFA) no se lo podían creer: «Nos parece mentira que ya hayan empezado», comenta la gerente de la agrupación, Anabel de Pedro. De momento, se ha levantado el terreno y colocado los cimientos de lo que será el garaje o sótano, la planta subterránea. Se mantienen los mismos plazos, por lo que esperan que esté terminado para el primer trimestre del año 2022. El objetivo es levantar un edificio en los 1.500 metros cuadrados de parcela ubicados en la esquina formada por las calles Procuradores de la Tierra y Comunidad, a continuación de la Biblioteca.
Con este edificio, con el que lleva soñando AFA desde 2008, Segovia dejará de ser la única provincia de Castilla y León que no dispone de un centro así. La asociación, que tiene 22 años de trayectoria, utiliza parte de un edificio en el barrio del Carmen cedido por el Ayuntamiento, pero se trata de una sola sala que, aunque muy grande, no permite muchas oportunidades a la asociación: «El Ayuntamiento ha sido nuestro mayor pilar todo este tiempo, pero se nos ha quedado pequeño», dice la gerente.
La nueva construcción se distribuirá en tres unidades de convivencia, un modelo innovador para este tipo de centros y residencias de mayores que buscar crear un ambiente más «acogedor», y no tan «sanitario», según explica Anabel de Pedro. Cada una de estas unidades estará formada por casi 100 metros cuadrados repartidos en un salón, una cocina y un comedor a compartir entre un máximo de 16 usuarios, para que sea lo más parecido posible a una casa. Además, el centro tendrá otras facilidades como un gimnasio y patios interiores, donde los trabajadores de la asociación podrán dar «más vidilla» a las actividades al aire libre, según la gerente.
Una de las cosas más importante que permitirá este centro es aumentar el número de usuarios. Antes de la pandemia, el centro de día recibía a 30 usuarios, cifra que ha tenido que rebajarse a 25 por las restricciones. Con este nuevo centro, la asociación podrá atender hasta a 48 y sacar así a muchas personas de la lista de espera: «En esta enfermedad, a los pacientes que tienes en lista de espera, si pasa mucho tiempo, los pierdes, porque en seis u ocho meses ya ha avanzado tanto la enfermedad que no valen los mismos programas», explica la gerente de AFA.
La asociación también podrá implantar nuevos servicios gracias al centro nuevo, como talleres de promoción de la autonomía personal o mejorar los que ya tienen, como el de estimulación cognitiva. Actualmente, la asociación realiza un servicio de información y orientación, a través del cual este año se han entrevistado con 214 familias. También tienen un programa de apoyo a familias, con el que han prestado intervención psicológica individualizada a casi 200 personas en 2020. Además de la Unidad de Estancia Diurna, por el que han pasado este año 38 personas en total, la asociación también tiene un servicio de Ayuda al Domicilio, con siete usuarios. 45 personas han pasado este año por el taller de estimulación cognitiva, siete por el de Lectura Fácil y cinco por el programa Digitalízate.
Seguimiento telemático
Este último consiste en un programa de terapia a través de una aplicación informática y se ha empezado a realizar este año con muy buenos resultados. A través de la plataforma NeuronUP, una psicóloga prepara diferentes ejercicios, que deben realizar los usuarios en sus casas y la profesional puede realizar un seguimiento de los pacientes de forma telemática. El problema es que, como la mayoría de los pacientes son muy mayores, no se puede utilizar con muchos de ellos porque no manejan la tecnología, apunta Anabel de Pedro.
El nuevo espacio también permitirá aumentar la plantilla y, sobre todo, las jornadas de las diecisiete personas que ya trabajan allí, así como redistribuir a los pacientes para hacer grupos más afines, por ejemplo, de la misma edad. A pesar de que la gran mayoría de los pacientes que atiende la asociación son muy mayores, Anabel de Pedro señala que, desde el confinamiento por la pandemia, han ingresado más personas jóvenes, de 59, 62 o 65 años, algo inusual hasta ahora. Sin saber explicar a qué se debe esta tendencia, la gerente ha apuntado haber observado que estos casos están «poco definidos»: es decir, que resulta más difícil determinar a qué se debe la demencia que sufren.
Los enfermos de alzhéimer lo han pasado especialmente mal durante esta pandemia, sobre todo durante el confinamiento de la primera ola: «Lo han pasado mucho peor que cualquier otra persona, si ya es duro no poder salir de casa, imagina si no puedes comprender por qué, ha sido un infierno para muchas familias», expresa la gerente. También los responsables de la asociación, ella como gerente e Isabel Miranda como presidenta, han pasado momentos muy difíciles, por ejemplo, tras haber perdido a muchos de sus socios: «Cuando volví en junio, lo primero que me tocó hacer fue enviar las condolencias, y tuve que hacer 26 de una tacada, ha sido muy duro», lamenta De Pedro.
La pandemia ha vuelto todo más difícil, también la recaudación de la que depende la asociación. Aunque la Junta de Castilla y León financia el 70 % de las obras del nuevo centro de alzhéimer, la asociación aún tiene que pagar 400.000 euros, para lo que han solicitado una línea de crédito. Tenían pensado para este año un montón de actividades culturales y deportivas para reunir el mayor dinero posible, pero con todo lo que ha pasado, «el 2020 ha sido de cero ingresos», resume De Pedro.
Para echarles una mano, el restaurante José María ha realizado un calendario solidario, con emotivas imágenes de los trabajadores del establecimiento hostelero junto a usuarios de la asociación y familiares. En él se pueden ver fotografías de pacientes de avanzada edad cortando cochinillo con un plato, tirando una caña en la barra o atendiendo el teléfono de reservas del restaurante. Se vende en la sede de AFA y en el restaurante por cinco euros cada uno y todo el dinero que se recaude irá destinado íntegramente a la asociación: «Esperamos que mucha gente nos ayude, gracias a este proyecto podremos poner la primera piedra», comenta la gerente.
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