Lastras de Cuéllar vuelve a depender del agua embotellada por culpa de los nitratos
El municipio revive la situación de 2014 debido a un «incumplimiento leve» de los niveles de concentración, como lo califica la Junta
mónica rico
Lastras de Cuéllar
Miércoles, 3 de octubre 2018, 22:00
El pasado 26 de septiembre, un bando de Alcaldía alertaba a los vecinos de Lastras de Cuéllar de una situación de sobra conocida por ellos. El agua de sus grifos estaba marcada como no apta para el consumo y su uso quedaba limitado al higiénico sanitario (aseo y limpieza), una excepcionalidad que ya vivieron durante más de un año en 2014. Ahora el escenario parece repetirse, aunque en lugar de haber superado los niveles de arsénico, en esta ocasión es un exceso leve en la proporción de nitratos lo que hace que el sencillo gesto de abrir el grifo, llenar un vaso de agua potable y bebérnoslo sin miedo no esté al alcance de los alrededor de cuatrocientos vecinos de esta localidad.
También el día 26, y a través de un segundo bando, el alcalde de Lastras anunciaba la forma en que se llevará a cabo el reparto de agua embotellada. Desde esta misma semana, los lunes, de 10 a 11 horas, los vecinos del municipio vuelven a hacer cola para recibir un paquete de seis botellas de litro y medio.
El Ayuntamiento está realizando un seguimiento de la incidencia, pero «desgraciadamente» todavía persiste el exceso de nitratos, explica el alcalde, quien apostilla que continuarán llevando a cabo analíticas hasta que el problema quede solucionado, al tiempo que continuarán con el reparto de agua embotellada. El regidor de Lastras de Cuéllar, Andrés García no oculta su preocupación ante la aparición de ese leve exceso en el nivel de nitratos, puesto que «a veces permanecen en el tiempo». Asimismo, revela que «estamos pidiendo ayudas a la Junta de Castilla y León y a la Diputación para ver el tema económico y ver qué solución se da».
Para el alcalde, la solución pasa por llevar hasta el municipio agua de la zona de Las Fuentes del río Cega, «un agua de calidad y es lo mejor, lo ideal». Esta alternativa ya se planteó anteriormente, cuando aparecieron altos niveles de arsénico; pero «es la más cara, y no nos ayudan a ello. El dinero es el que manda y nosotros no tenemos, así que tenemos que luchar para que nos den ayudas».
Por encima del límite pero lejos del umbral de riesgo
La Junta de Castilla y León, encargada de realizar el seguimiento de la calidad del agua, ha recabado en su última analítica la confirmación de que el suministro a la población de la Lastras de Cuéllar presenta un «un incumplimiento leve» en lo que se refiere a los parámetros de salubridad. El delegado territorial, Javier López-Escobar, insiste en la levedad del exceso detectado en la proporción de nitratos. El pasado 24 de septiembre, el estudio realizado por los técnicos indicaba que la concentración era de 54 partes por millón, cuando el límite es de 50, según la explicación facilitada por el responsable regional en la provincia.
En cuanto a si esta saturación pueda suponer un riesgo para la salud de los habitantes, los propios datos del análisis lo descartan. De hecho, se queda muy lejos del umbral que establece la referencia de peligro y que es de 500 partes por millón. Por último, la Administración autonómica revela que está previsto el suministro especial en fuente con ósmosis inversa para garantizar el consumo en boca.
La existencia de arsénico en el agua se solucionó con la instalación de un filtro. Ya entonces se advirtió de que podía darse otra situación como la actual, con un elevado índice de nitratos. «Cada vez hay más en el subsuelo y es algo más difícil de eliminar. Entre la mala gestión de los purines y los abonos nitrogenados cada vez hay más, porque queda en el terreno y al final nos lo devuelve la madre naturaleza en el agua», señala el regidor.
Pérdidas
No es el único problema que tienen en la localidad con el agua, pues el mal estado de la red de abastecimiento hace que se pierda tres veces más de lo que se consume. Por ello, el Ayuntamiento no cesa en solicitar ayudas, pero llegan «escasas». En estos momentos el filtro de la planta potabilizadora que impide que los niveles de arsénico suban está a punto de cambiarse, por lo que nuevamente el Consistorio tendrá que invertir en este cambio en lugar de continuar con las redes, aunque «vamos haciendo lo que podemos, a pesar de tener unas pérdidas impresionantes».
Ante esta situación, los vecinos se muestran resignados; aunque al mismo tiempo hay también voces de indignación porque «ya estamos otra vez en las mismas», repitiendo el reparto de agua lunes tras lunes, una situación que ya vivieron durante más de un año hasta el pasado 2015. El alcalde considera que ya entonces «se le podía haber dado una solución perfecta, que era la de traer el agua del río, pero siempre el dinero manda y nosotros no tenemos. Se dio otro tratamiento y otra solución», por lo que ahora vuelven los problemas «y no terminamos de arreglar el tema del agua», señala Andrés García.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.