Navafría vive un día de relativa calma a la espera de que baje el nivel del río
Los bomberos de Segovia continuaron durante la jornada de ayer achicando el agua que entró el viernes en la Casa de la Moneda
La noche fue larga, muy larga en Navafría y sobre todo, de cierta intranquilidad, de esas de estar levantándose cada dos por tres para mirar por la ventana para ver si seguía lloviendo. La crecida del río Cega dio el susto a los vecinos de la localidad segoviana, quienes se volcaron en las tareas de protección, colocando balas de paja y sacos de tierra para contener el agua.
Ayer por la mañana, un poco más de tranquilidad, «aunque el río sigue bajando fuerte, parece que los diques que hicimos se mantienen y hay que esperar a que baje el nivel del río. Por lo menos no está lloviendo. Esperemos que el caudal vaya bajando y se pueda ver realmente los destrozos e ir dando pasos para aportar soluciones», apuntó en la mañana de ayer Jennifer Berzal, la alcaldesa de Navafría.
La riada afectó principalmente a una vivienda a la que no se podía acceder, «aunque los vecinos sí que se acercaron desde Madrid, pero al no poder entrar se volvieron a ir. Sigue bajando agua por la puerta de casa, pero creo que ya se puede acceder a la vivienda, desconozco si han vuelto a venir», dijo la alcaldesa.
«A última hora de la noche estuvimos mirando y estaba todo más o menos tranquilo, más o menos, dentro de cómo estaba horas antes. Fue un día difícil y complicado. A ver si el tiempo nos da un respiro este fin de semana; parece que para el lunes dan lluvias y esperemos que no sean tan fuertes y que todo se calme», dijo.
Cortada la carretera de entrada a Carbonero de Ahusín
Los equipos de Acción Territorial de la Diputación tuvieron que cortar en la noche del viernes la carretera de entrada a Carbonero de Ahusín por la inundación de la calzada. El nivel del agua en la carretera ha bajado, pero el acceso seguía ayer cortado y los equipos de carreteras de la Diputación controlaron la zona a la espera de que pueda ser abierta de nuevo al tráfico.
Esa tranquilidad relativa también se palpó en Segovia. Los bomberos seguían en la jornada de ayer achicando agua, tal y como apuntó la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos. «De momento, no ha ido a más, porque a partir de media tarde se estabilizó, pero los bomberos siguen allí achicando agua».
«Habrá que esperar a ver cómo evoluciona porque no ha dado tiempo. Parece que el tiempo da un respiro, y a no ser que cambie se prevé un día tranquilo. También teníamos alerta de viento, aunque no me han reflejado ninguna incidencia», señaló.
En otros puntos de la provincia también las crecidas quisieron ser las protagonistas. En Palazuelos de Eresma se tuvo que cortar también el puente de la destilería Dyc debido al desbordamiento del río Eresma y se registraron daños en la senda verde varios de cuyos tramos fueron arrasados y anegados por el río. También se vio afectada la zona de la Panera en la localidad de El Espinar con la crecida del Río Moros, que se salió de su cauce anegando varios puntos en esa área recreativa.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) mantuvo en estado de alarma cuatro estaciones de aforo del río Eresma en Segovia a su paso por Valsaín, Segovia, Bernardos y la salida del embalse del Pontón Alto debido a la crecida del río producida por el deshielo y el nivel de alerta en otras dos estaciones, en León y en el río Riaza.