Segovia

María Carpio, edil de Personal: «El sistema de concurso es una lotería»

La concejala de Personal, María Carpio, defendió la decisión del gobierno municipal de permitir que la plaza de interventor -actualmente cubierta- pueda ser ocupada a través de un sistema de libre designación. Carpio defendió esta fórmula por encima de la actual, el concurso público, debido al «carácter directivo del puesto y a la especial responsabilidad de quien lo ocupará». La edil añadió que se cumplen todos los requisitos para poder realizar el cambio que afecta a una plaza «de especial responsabilidad y complejidad».

«Nos garantizamos la idoneidad de quien ocupe este puesto y que sea una persona capaz, porque será elegida siempre que cumpla los requisitos», insistió. En este sentido, afirmó que el sistema de concurso público «es una lotería». «Es cierto que el concurso podría ganarlo un genio, pero también una persona con desidia y desinterés», comentó.

Sus palabras no gustaron a Noemí Otero, la portavoz de Ciudadanos, que permitió con su abstención que la modificación de la RPT saliera adelante. Para la edil, las «desacertadas» declaraciones de Carpio sobre las personas que acceden a su puesto a través del concurso público se pueden trasladar a todos aquellos que logran su plaza a través de esta fórmula. Segovia en Marcha, Izquierda Unida, Vox y el Partido Socialista votaron en contra al preferir al sistema de concurso público. Además, insistieron en que no es necesario en este momento al estar cubierta la plaza.

El voto, en este caso a favor, de la edil de Ciudadanos también resultó clave para que el gobierno municipal pudiera sacar adelante el reglamento del nuevo mercado municipal de Los Huertos. Otero justificó su apoyo al asegurar que se trata tan solo de la normativa y emplazó a la aprobación de los precios públicos para determinar si el nuevo espacio del casco antiguo corre el riesgo de ser convertido en un lugar destinado al turismo.

Este es el temor que expresaron Segovia en Marcha, Izquierda Unida, Vox y el Partido Socialista. Los populares -al igual que hizo Otero- afeó a los cuatro grupos que no hubieran hecho aportaciones al documento hasta la celebración de la comisión. Además, criticaron al PSOE por rechazar un documento que, aseguran, recoge las líneas con las que el anterior gobierno municipal presentó la reforma del mercado a la convocatoria de fondos europeos.

La ubicación de las ferias artesanales, una de las polémicas más recurrentes del actual mandato corporativo, volvió a colarse en el pleno con una moción de Ciudadanos en la que pedía al gobierno municipal que reconsidere su decisión de no permitir su instalación en la avenida del Acueducto. Su propuesta no salió adelante por las dos abstenciones de Vox, que permitió al equipo de José Mazarías tener mayoría en la votación.

El gobierno municipal, a través del concejal Alejandro González-Salamanca, insistió en que las ferias no se celebran en la avenida del Acueducto por cuestiones de seguridad y pidió diferenciar entre esta vía y el entorno del monumento, donde el pasado verano se desarrolló el mercado romano. Pese a ello, la mayor parte de los grupos de la oposición recriminó al gobierno municipal que no atienda esas mismas cuestiones de seguridad con la instalación, por ejemplo, del pórtico navideño en las inmediaciones de la plaza del Azoguejo. Sobre este asunto, el edil de Urbanismo declaró que la intención de gobierno municipal de construir un recinto ferial junto al CIDE también persigue que ferias como las que tradicionalmente se han celebrado en la avenida del Acueducto puedan desarrollarse en este nuevo espacio.

Sí que salió adelante la propuesta de Izquierda Unida para reclamar un juzgado específico de violencia contra la mujer en Segovia. La concejala de Servicios Sociales, Azucena Suárez, insistió en la necesidad de luchar contra esta lacra, mientras que el edil de Vox, Alfonso Ceballos Escalera, justificó el voto en contra de su formación a la moción: «Los juzgados de violencia sobre la mujer son en realidad tribunales de excepción y rompen el principio de igualdad ante la ley para los ciudadanos varones. Se han mostrado ineficaces. Se crearon hace veinte años y no han servido para reducir el número de víctimas». Sus palabras fueron rechazadas por Suárez.

De nuevo los dos ediles de Vox se quedaron solos en la votación de su moción, en la que reclamaron al gobierno municipal medidas para luchar contra la okupación en Segovia. Entre ellas, pedían su eliminación del padrón municipal.

Aunque el Partido Popular sí que subrayó la «inseguridad jurídica» de los propietarios, el resto de formaciones políticas de la corporación coincidieron al señalar que se trata de un problema residual en la capital segoviana que apenas afecta al 0,05% de las viviendas de la ciudad. Por ello, Guillermo San Juan (Segovia en Marcha) acusó a Vox de generar alarma y miedo entre la población segoviana con una moción «racista y clasista».

La última de las mociones fue la presentada por el Partido Socialista para pedir al gobierno municipal que volviese al anterior sistema de subvenciones para las asociaciones culturales de la ciudad. Una polémica recurrente durante los últimos años que los socialistas rescataron en el pleno para intentar evitar que en 2025 «se vuelva a penalizar» a las asociaciones culturales. El apoyo de Ciudadanos, Segovia en Marcha e Izquierda Unida fue insuficiente, ya que Vox se mostró partidario del sistema de concurrencia competitiva.

El debate de nuevo derivó en un nuevo enfrentamiento entre la portavoz socialista, Clara Martín, y el edil de Cultura, Juan Carlos Monroy: «No entienden la cultura de Segovia como la entendemos nosotros. Su visión es parcial, sesgada e interesada», dijo Monroy, que acusó a los socialistas de defender más dinero público para determinados colectivos. Así, insistió que hay más asociaciones de danza en Segovia que La Esteva o más barrios que puedan organizar conciertos «aunque no tengan atrio» (en alusión a San Lorenzo. Además, apuntó que el PSOE aumentó en 2023 las subvenciones culturales a varias asociaciones a tan solo tres días de las elecciones. «No estamos pidiendo inventar la pólvora. Había un modelo asentado», respondió Martín, quien recriminó a Monroy que su concejalía tenga 72 reparos por facturas de contratos a dedo.