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En un emotivo pregón pronunciado en la Catedral, Manuel Pacheco Barrio inauguró este sábado las celebraciones de la Semana Santa con un mensaje claro y ... contundente: los cristianos no deben avergonzarse ni esconder su fe en una sociedad cada vez más secularizada. El periodista ofició el pregón de la Semana Santa 2025 recordando las palabras que Juan Pablo II expresó en la primera homilía de su pontificado, el 22 de octubre de 1978: «¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!». La afirmación del recordado pontífice fue el eje central de un discurso que combinó reflexión teológica, análisis social y un profundo sentido de identidad cultural.
Apelando a su experiencia como profesional de la comunicación, lo que corroboró a su vez la periodista Elena Gutiérrez, presentadora del acto, el pregonero propuso convertir el mensaje del papa polaco en el «eslogan» y la «marca» de los cristianos, especialmente de quienes participan en la Semana Santa de Segovia. «Me identifico plenamente con esta afirmación y me gustaría que todos los que somos cristianos, no solo por el bautismo, sino por nuestra forma de sentir y vivir, consideráramos estas palabras como una seña de identidad», afirmó Pacheco, que insistió en la necesidad de manifestar la fe «sin complejos», pero con respeto hacia quienes no la comparten.
En su discurso, el periodista abordó el desafío de vivir la fe en un contexto de creciente secularización. Lo hizo citando el Evangelio de San Mateo: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay encubierto que no llegue a descubrirse». De esta manera subrayó la conveniencia de que los cristianos se mantengan firmes y seguros en su identidad, sin caer en la arrogancia ni la superioridad moral y sin temor a mostrarse como son. «No debemos avergonzarnos ni escondernos por nuestra forma de pensar y de ver la vida, que merece el mismo respeto que profesamos hacia quienes piensan diferente», recalcó.
Pacheco trazó asimismo un repaso histórico y jurídico que partió del artículo 16 de la Constitución española de 1978, que garantiza la libertad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado, así como la Declaración Dignitatis Humanae del Concilio Vaticano II, que defiende el derecho de toda persona a actuar conforme a su conciencia en materia religiosa. En este sentido, aunque aconfesional, España sigue siendo un país mayoritariamente católico, con un 56,1% de la población que se identifica como tal —según datos recientes del CIS—a pesar de las tendencias secularizadoras.
Al hilo de lo anterior, el pregonero dedicó una parte significativa de su alocución a ensalzar el valor de la Semana Santa, no solo como expresión religiosa, sino como fenómeno cultural y medio para acercar a las personas a la Iglesia. «Las cofradías, hermandades y feligresías deben servir como puente para que muchas personas que se han alejado de la Iglesia, o que nunca han formado parte de ella, lo crucen y continúen la senda caminando al encuentro del Señor», aseveró, y citó al arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Asenjo, que en 2016 calificó a las hermandades como «dique contra la secularización».
En este sentido, Pacheco instó a las autoridades eclesiásticas y a los sacerdotes a aprovechar el «potencial evangelizador» de estas celebraciones, especialmente entre los jóvenes, muchos de los cuales participan en las procesiones y bandas musicales sin ser practicantes habituales. «Las cofradías llevan cada año a miles de segovianos a las puertas de las iglesias, pero en sus manos está que lo que allí ven les resulte atractivo y llamativo para que no esperen un año a volver a la Casa del Padre, sino que lo hagan semanalmente o al menos con más asiduidad», dijo. Del mismo modo, recordó a las cofradías, hermandades y feligresías que transmitan a los cofrades que el fin verdadero de la Semana Santa no es otro que conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
El pregón también incluyó un emotivo recorrido por la Semana Santa segoviana, desde los recuerdos de infancia del propio Pacheco, allá en los ochenta, cuando los actos se celebraban principalmente el Viernes Santo, hasta la riqueza actual de procesiones y traslados que lucen en las calles de la ciudad durante muchos días.
La disertación, seguida por el numeroso público que llenó la capilla del Santísimo, concluyó con una invitación a no «balconear la vida», en palabras del papa Francisco, sino a implicarse activamente en ella, como hizo Jesús de Nazaret. Por ello, el pregonero pidió que la Semana Santa no sea solo un evento pasajero, sino el comienzo de un compromiso continuo por vivir y compartir la fe. «Que el camino recorrido no termine el Domingo de Pascua, sino que continúe en nuestro día a día dando testimonio de nuestra fe». Con este mensaje, Manuel Pacheco Barrio dio el pistoletazo de salida a una Semana Santa que promete tradición, fervor y una renovada llamada a la valentía cristiana.
Como siempre, la lectura del pregón contó con el habitual preámbulo en las propias calles de la capital segoviana, donde dos heraldos a caballo sorprendieron a los visitantes al abrirse paso entre el gentío para anunciar el advenimiento de una nueva Semana de Pasión.
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