Laura Arévalo, la cooperante granjeña que llevará 200 juguetes a niños de la República Dominicana
«Las niñas son mamás a los trece años y los niños tienen que trabajar desde edades muy tempranas», afirma
Si Charles Dickens hubiera conocido El Real Sitio de San Ildefonso, quizás se hubiera inspirado en el municipio segoviano para escribir algún capítulo de su 'Cuento de Navidad'. El vecindario se vuelca estos días en distintas causas que ponen a prueba la generosidad del pueblo. Unas son más cercanas y otras han de viajar allende los mares para dibujar una sonrisa en los rostros de quienes reciben ese abrazo simbólico de los granjeños que envuelve cada gesto solidario.
Son días propicios para ello, para volcarse con los quienes viven al lado o quienes residen en el Caribe. Los guiños altruistas se multiplican. Para muestra, este botón. En las últimas horas, el municipio ha recogido unos doscientos juguetes que ya saben cuál será su destino y quiénes serán sus nuevos dueños. Los niños de una escuela en Las Galeras, una pequeña localidad de unos seis mil habitantes en la República Dominicana, disfrutarán de estos juegos y presentes con remitentes granjeños.
Una vecina del Real Sitio de San Ildefonso, Laura Arévalo, ha estado trabajando recientemente allí como cooperante. Inmersa en aquella experiencia, la joven explicaba que cómo la infancia en aquel rincón del planeta «dura poco»». «Las niñas son mamás a los trece años y los niños tienen que trabajar desde edades muy tempranas para ayudar económicamente a sus familias».
Por estas razones, decidió llevar la alegría y la solidaridad de la Navidad a este pueblo dominicano y para ello apeló a la generosidad de los vecinos de La Granja. Impulsó una modesta campaña de recogida de juguetes y de material escolar, que ha fructificado en las nueve cajas repletas con unos doscientos juegos, además de otros artículos que favorecerán la educación y formación de los niños dominicanos, según ha apuntado el alcalde del Real Sitio, quien ha elogiado la solidaridad exhibida por sus convecinos.
De acercar los paquetes a la oficina de Correos y de enviarlos se han encargado miembros del taller municipal de madera y de vidrio y de la Asociación de Discapacitados del Real Sitio de San Ildefonso, Adisil. Laura Arévalo se ha comprometido a hacer llegar estos regalos navideños a sus receptores. Allí, en el Caribe, las compañeras de la granjeña en la ONG Ama y Educa para el Futuro se encargarán de repartir los presentes. Podían ser nuevos o usados; la única condición que se imponía es que no estuvieran rotos. Esta organización la integran maestras de Educación Infantil que, a través de sus proyectos personales, intentan conseguir que los menores con menos posibilidades puedan disfrutar de una formación digna.