El futuro de la finca de Villa Estrella está a la espera del proyecto

El Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (Peahis), cuyo objeto es proteger urbanística y culturalmente las áreas con relevancia en la ciudad, se gestó en 2011 y no se aprobó definitivamente hasta septiembre de 2019. Para ello, se presentó la propuesta en el pleno que finalizó con los votos a favor de PSOE, PP y Ciudadanos, la abstención de Podemos y la oposición de Izquierda Unida. Unos meses antes, en marzo, fue necesario aprobar modificaciones de ordenación urbanística en diferentes convenios, entre los que se figuraba el de Villa Estrella.

Esta parcela era propiedad de la familia Rueda Seibane a través de la sociedad Villasturias SL, que fue la encargada de negociar las condiciones del Peahis en aquel tiempo. En este momento se acordó rebajar la edificabilidad total de la finca de 11.686 metros cuadrados a 6.600 para su uso residencial colectivo, lo que se mantiene a día de hoy. También está prevista la cesión de un espacio de 1.125 metros cuadrados a la ciudad.

La propuesta inicial abordaba la construcción de un bloque en forma de 'U' con 66 pisos, aunque el Ayuntamiento fija un máximo de 74, ya que en torno a 600 metros cuadrados serán cedidos para vivienda protegida. La modificación se sometió a información pública y, pese a algunas alegaciones recibidas en contra de los cambios contemplados en el convenio y a favor de la protección de Villa Estrella, salió adelante.

Durante este trámite, la propiedad presentó un escrito en el que advertía que solicitarían en el juzgado una indemnización por «vinculación singular», que se elevaba a diez millones, si se producía una restricción de sus derechos urbanísticos en caso de que no se llevase a cabo la modificación. Visto que en ese momento el chalé de los Rueda no se consideró acreedor de ninguna protección patrimonial o ambiental, el Consistorio tomó la decisión de permitir esta reforma en la ordenación y evitar así un «inasumible» desembolso en las arcas municipales.

El equipo de gobierno argumenta que «las edificaciones ejecutadas en el ámbito inmediato de Villa Estrella han distorsionado su imagen, de modo que el edificio ha quedado desintegrado del entorno». Aunque este debate se cerró hace casi cinco años, el anuncio del derribo y su ejecución definitiva han vuelto a despertar la controversia entre la sociedad segoviana.

Todo ello cuando las obras están respaldadas por la legalidad vigente y la demolición se ha llevado a cabo según se definió en 2019, pese a que la propiedad de la parcela ha cambiado de manos con posterioridad a esa fecha.

La licencia del derribo se expidió el 16 de marzo y el plazo para su ejecución era de seis meses. Si bien es cierto que para solicitar esta autorización se requirió a los titulares un anteproyecto, el planteamiento definitivo todavía no está estudiado, elaborado, tramitado o presentado, según fuentes de la operación. Una vez se hayan retirado todos los escombros que este viernes se acumularon en la finca, será necesaria la gestión del arbolado. Pero el proceso de construcción de un nuevo edificio aún no está previsto.

Al contrario de lo que se piensa, las máquinas abandonarán el solar y no hay una fecha exacta que vaticine su regreso, que puede prolongarse en un espacio de varios años. Una vez que se redacte el nuevo proyecto urbanístico, del que no han trascendido detalles, será necesario solicitar una licencia para su edificación y su posterior aprobación.