Ana Fernández, de 97 años, primera vacunada del coronavirus en Segovia: «Nunca había imaginado vivir esto»

La anciana, originaria de Zamora, se trasladó a Segovia hace decenios y se siente de esta tierra de toda la vida, desde que se casó. «Soy más de aquí que de Zamora», apuntaba esta mañana. Es una de las veteranas de la residencia. «Llevaré catorce o quince años», hacía memoria; y, según comentaban trabajadoras, es una mujer «que siempre está dispuesta a ayudar». «Está divina», aseguraba el personal que la atiende. Cuando iba a recibir la vacuna, Ana mostraba su deseo de «a ver si es posible poder ver a la familia» cuando acabe la pesadilla del virus.

Ese momento está un poco más cerca este miércoles gracias las primeras vacunaciones administradas por los cuatro grupos conformados por nueve profesionales en total y coordinados por María Rodríguez para visitar los geriátricos segovianos en una primera fase del dispositivo planificado.

Las primeras dosis llegaron hacia las 9:23 a la Residencia Mixta. Prácticamente a la misma hora también las recibieron en las Hermanitas de los Pobres. En dos taxis venían los integrantes de los dos equipos de vacunación y los maletines con las dosis convenientemente conservadas a la temperatura adecuada. Las enfermeras los sacaron con sumo cuidado y es que hay que extremar la precaución en el manejo de los viales, incidía la coordinadora.

La primera vacunada explicaba que ha estado en dos centros antes de recalar en la Residencia Mixta: en Miranda de Ebro y en Ávila. Antes del 'pinchazo', confesaba sentirse «muy contenta», y no solo por ser la primera en la provincia en pasar por el trance de la inyección. Todo sea por poner punto y final a unos meses dramáticos en los geriátricos. Ana reconocia que «nunca había imaginado vivir esto». Los trabajadores del centro que ha estrenado la campaña se lamentaban de que han sido (y están siendo) unos tiempos «horrorosos».

Por su parte, la residente apenas ha sentido el 'pinchazo' de la primera inyección. En veintiún días tendrá que ponerse la segunda dosis que completará el proceso de inmunización fabricado por Pfizer y adquirido por España. La anciana recuerda orgullosa que superó al virus y que tuvo que guardar el preceptivo aislamiento. «Lo pasé bien, soy fuerte», aseguraba.

Ana mandaba también un mensaje para quienes aún se sienten inmunes al coronavirus y no respetan las normas de seguridad. «Si todos hiciéramos las cosas como tendríamos que hacerlas, esto se había terminado; pero claro, cada uno hace lo que quiere y seguimos y seguimos...».

Mientras recibía la inyección, se ha acordado de su hermana, «que está sola en la residencia de Cáritas en Ávila». «No nos hemos podido ver desde que está el virus, claro», señalaba con tristeza. Anhela el momento en el que pueda reencontrarse con su familia. Por ahora, se siente con fuerza para recibir el próximo 'pinchazo' dentro de tres semana y a partir de ahí generar los anticuerpos frente a una enfermedad insospechada e impensable que le ha robado los abrazos y besos que tanto añora, y a pesar de todo lo que ha vivido a lo largo de sus 97 años.

Por su parte, Raquel Gil, enfermera interina con una amplia experiencia sociosanitaria de quince años de cuidados en la Residencia Mixta, ha sido la primera sanitaria en vacunarse contra el virus en la provincia. «Me ha dolido un poco 'pinchazo', pero me siento muy bien, fenomenal», apuntaba justo después de la vacunación. La enfermera «si con esto conseguimos inmunidad, estupendo; pero pienso que no llegará hasta el año 2022», manifestaba Raquel, natural de Torreiglesias y que hasta ahora ha logrado sortear el contagio. Ella, su hermano y sus padres, con los que vive. «Nos hemos cuidados mucho y entre unas y otras nos hemos ayudado; pero lo hemos pasado fatal», aseveraba en alusión al infierno del azote de la pandemia, sobre todo en los meses iniciales.

La enfermera se refería a su compañera en esta particular y reducida orla de los primeros en vacunarse frente al coronavirus en Segovia con un rasgo que demuestra un comportamiento educado y respetuoso para con los trabajadores. «Es una mujer que se dirige a nosotros de 'usted', cuando tendría que ser al contrario, esto te da una idea de su forma de ser», desvelaba Raquel sobre Ana.

La Residencia Mixta, como ocurrió en otros muchos geriátricos segovianos, fue especialmente castigada por la primera ola del coronavirus, allá por los meses de marzo y abril sobre todo, recuerda Raquel. Tal y como reflejan los datos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, este complejo ha lamentado el fallecimiento por la covid-19 de siete residentes, de los que seis perecieron con el contagio confirmado en las pruebas diagnósticas practicadas. La otra persona murió con síntomas de la infección, pero sin la certificación de que sufría la enfermedad.

Pero también ha habido compañeros que han perdido la vida en este tiempo. En la memoria de todos está por ejemplo, Quintín, quien era el jefe de cocina de la Residencia Mixta y que murió por la covid a los 57 años de edad. El coordinador del centro, Álvaro Tanarro, sigue de baja, apostillan trabajadores que se revolvían de tristeza en una jornada feliz por el inicio de la vacunación.

En este primer día de la campaña de inmunización en la provincia de Segovia, está previsto que los cuatro equipos conformados para la campaña administren la primera de las dosis a 61 de los 67 residentes del centro de mayores de la Junta y a 94 trabajadores de los 115 que componen la plantilla, además de a los apuntados en el registro oficial, con su pertinente conformidad, pertenecientes a la comunidad de la residencia de las Hermanitas de los Pobres

El delegado de la Junta en Segovia, José Mazarías, precisaba las cifras de la Mixta y justificaba que hubiera usuarios y empleados que no pasaran este miércoles por la sala habilitada en la planta baja del centro para vacunarse. «Hay que tener en cuenta que muchos de los que faltan son alérgicos», lo que la inyección de esta vacuna supone un «riesgo para su salud». Además, hay trabajadores que pertenecen a Sacyl que se han inscrito a través de este servicio y un empleado en concreto «sufre un problema de salud incompatible» con la vacunación. Mazarías apostilla que «prácticamente el 100%» de las plantillas de las residencias y de los internos de estos centros en la provincia se han registrado para recibir la vacuna contra la covid.

Esta primera etapa de la campaña contempla cuatro grupos priorizados de población diana: los residentes y personal sanitario y sociosanitario en residencias de personas mayores y con discapacidad; el personal sanitario de primera línea; otro personal sanitario y sociosanitario; y grandes dependientes no institucionalizados. La Junta de Castilla y León ya tiene en marcha, en el marco de la Estrategia Nacional de Vacunación frente a la covid-19, un «complejo operativo de almacenamiento, distribución y vacunación en el que se basarán las líneas de intervención para el desarrollo de esta campaña para promover la inmunización frente al SARS-CoV-2», han explicado fuentes autonómicas.