La entrega de paquetes, un escaparate inesperado para los comercios segovianos
Begoña Herranz convirtió Mi Piel en uno de los primeros puntos de recogida de la ciudad y ha multiplicado sus paquetes por cinco en apenas siete años
Mi Piel aceptó la invitación de convertirse en uno de los primeros puntos de recogida de Segovia porque un comercial de la zona rechazó la ... oferta y recomendó su tienda. «Vamos, que yo vine de rebote», subraya su propietaria, Begoña Herranz. «No parecía que pudiera causarme mucho trastorno, está todo muy sistematizado. No es tanto el beneficio de Seur, que no tiene ningún valor económico, sino que trae mucho movimiento de gente a la tienda y eso a la larga siempre genera negocio». Sinergias.
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Su comercio está en las web de grandes centros y tiene ganados a los alumnos de IE University, que utilizan su ubicación privilegiada en el centro de Segovia para recoger paquetes. «Cuando se van, no necesitan buscar un sitio para comprar una maleta, vienen directamente aquí».
Begoña explica su utilidad en que el reparto por el casco histórico se realiza por la mañana y es complicado cuadrar disponibilidad con los horarios laborales de los residentes, por mucho que la cifra vaya en descenso. Calcula que un 25% de sus recogidas son de IE; el perfil mayoritario es «gente joven», de entre 20 y 40 años, el principal nicho del comercio online. Los horarios de este servicio son los del comercio: de 10:30 a 14:30 y de 17:00 a 20:00 horas. «Si me voy de vacaciones, la tienda está cerrada, yo lo comunico y esos días no se entregan paquetes. No tengo ningún contrato ni compromiso».
Al comienzo recibía hasta cinco paquetes diarios que guardaba sin apuro en un hueco del almacén. Siete años después, sigue habiendo espacio, pero recibe una veintena y también recoge devoluciones, en torno a una diez diarias. Hay una limitación de tamaño y no gestiona entregas por contrarrembolso para simplificar el proceso. «Son paquetes pequeños» que apenas ocupan un metro cuadrado de su tienda.
«Cuando los alumnos de IE University se van, no necesitan buscar un sitio para comprar una maleta, vienen directamente aquí»
El ritmo de entrega tampoco entorpece su negocio habitual. «Esto no es como una panadería o un supermercado, que hay gente entrando continuamente. Y cuando la gente está esperando se antoja de algo». Su resumen es que «el comercio de Segovia está para los de 50 años para arriba porque demás ya lo hacen por internet». Así que el pick-up sirve de escaparate, aunque ella se relacione con el lado oscuro. «Nos guste o no, las ventas por internet van en aumento. Tienda que cierra, tienda que no abre. Si la gente joven se acostumbra a pasarse por aquí, interiorizará que tiene maletas, cinturones o bolsos».
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