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La marcha hace un mes de Aníbal Olaya como párroco oficial de Coca, Fuente de Santa Cruz, Villeguillo y Villagonzalo de Coca ha dejado el vacío de la titularidad de estas parroquias, que sin embargo no se encuentran desatendidas, aseguran fuentes del Obispado. La solución provisional que puso en marcha la Diócesis continuará en vigor hasta «junio o julio», que es cuando el curso echa el cierre, explica el secretario de Comunicación, Juan Cruz Arnanz.
La salida del anterior sacerdote, fue motivada por el requerimiento que pesaba por parte de la justicia de su país, Colombia, tras haber sido condenado por el cobro ilegal de un contrato público. La estancia de Aníbal Olaya no fue prorrogada por el Obispado. La primera medida adoptada fue que el Arciprestazgo de Coca-Santa María la Real de Nieva la que asumiera las labores diarias. En lo que respecta a los oficios eucarísticos de los fines de semana, un sacerdote de la capital se traslada para presidir las misas y otros actos religiosos.
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