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La tendencia que sigue la población de Segovia capital es muy similar a la que visibiliza la provincia. El crecimiento es imparable y en apenas ... tres años ha logrado recuperar unas cifras de habitantes que no se observaban desde hace una década. Sin embargo, el repunte demográfico no obtiene los mismos resultados en todos los barrios, hasta el punto de que cuatro distritos de la ciudad arrastran una sucesiva pérdida de vecinos que no consiguen remontar. Las zonas que más empadronamientos registran son las que han albergado nuevas promociones de obra nueva o las que han dado la bienvenida a multitud de familias procedentes de otros países.
El último censo de población publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 51.388 el número de personas que residían en Segovia a comienzos de 2024. Esto supone un incremento demográfico de casi el 1% en tan solo un año, lo que se traduce en algo más de 460 nuevos habitantes en la ciudad, que se suman a los 256 que se ganaron en 2023. Pero tan solo 15 meses después, hace apenas una semana, el Ayuntamiento de la capital adelantó que la cifra de inscritos en el padrón ya superaba ligeramente los 53.000, un umbral que no se alcanzaba desde 2014.
La evolución demográfica de Segovia es positiva. Los últimos meses han sido decisivos a la hora de confirmar la superación del 'bache' que supuso la pandemia del coronavirus y la curva es ascendente. La despoblación acecha, pero la capital está cada vez más preparada para combatir esta amenaza. Especialmente en aquellos barrios que se caracterizan por tener un gran arraigo de segovianos o los que acogen nuevos proyectos de vida de los recién llegados.
Un repaso por las cifras publicadas permite conocer que el crecimiento en la ciudad es desigual. Más del 70% de sus 14 distritos suman habitantes, pero cuatro de ellos los pierden. Se trata de Nueva Segovia, El Salvador, el recinto amurallado y San Millán, que acarrean años consecutivos de caídas demográficas. En el mejor de los casos tan solo han tenido que decir adiós a una veintena de personas, mientras que en el peor de los escenarios son casi medio centenar los desempadronamientos apuntados. El barrio situado en la periferia ostenta el saldo más pésimo de la estadística.
Los polos que logran atraer nuevos habitantes están muy localizados. Comunidad de Ciudad y Tierra es un entorno que está en pleno desarrollo al contar con varias promociones inmobiliarias de obra nueva entre sus límites territoriales. En tan solo doce meses ha sido capaz de sumar 240 residentes, que son casi tantas personas como las que han conseguido inscribir en sus domicilios los nueve distritos restantes que han finalizado el año con unos valores demográficos positivos.
La Albuera también se coloca entre los primeros puestos de barrios segovianos con perspectivas más optimistas, al alojar a un centenar de habitantes más que hace un año. Le siguen, aunque de lejos, Santa Eulalia, el Cristo del Mercado, San Marcos, San Lorenzo, San José-El Palo, Santa Teresa-Puente de Hierro y Santo Tomás.
Estos 14 distritos engloban un total de 43 secciones censales, por lo que es posible conocer el comportamiento demográfico de diferentes puntos de la capital calle por calle. Esto se debe a que, dentro de un mismo barrio, no todas sus áreas presentan la misma evolución. Ejemplo de ello es el casco histórico, donde el espacio más próximo al Alcázar recupera casi el doble de residentes que había perdido en los dos años previos. Lo contrario ha sucedido en aquellas viviendas que rodean la Catedral y llegan hasta la puerta de San Andrés, cuya población ha disminuido en 130 tan solo en unos meses. La merma se extiende por el resto de las localizaciones del recinto amurallado.
En San Millán han cambiado las tornas, ya que la parte alta que se distribuye por la calle Gobernador Fernández Jiménez siempre era la que ayudaba a mantener los valores demográficos. No obstante, en la última actualización de datos ocurre lo contrario, ya que es la zona del polígono la que empuja el padrón en esta sección. Asimismo, El Salvador no ha podido mantener un saldo positivo y el desplome es especialmente sangrante en el entorno más cercano al Acueducto, de acuerdo con el instituto estadístico.
Radiografía de los barrios de Segovia
La población residente cerca de la Plaza Mayor y la puerta de San Andrés ha disminuido en 130 personas en tan solo unaño.
El incremento del número de residentes respecto a 2023 supera el centenar en este punto de Comunidad de Ciudad y Tierra.
Es un distrito que vuelve a rondar los 6.400 habitantes tras el repunte experimentado en el periodo más reciente.
Más del 64% de los empadronados en los barrios incorporados nacieron en Segovia capital.
La proporción de población residente que es originaria de otros países ha superado el 31% en 2024.
Es la zona más joven al contabilizar el mayor número de niños de entre cero y cuatro años inscritos.
Es la sección de toda la ciudad donde menos ha variado la cifra de personas residentes desde la llegada de la pandemia.
La mayor parte de sus entornos experimentan caídas sucesivas de la población y ya está por debajo de los 5.800 vecinos.
Gran parte de los habitantes de San Frutos, en La Albuera, tienen 80 años o más, y superan la cifra de recién nacidos.
Santa Eulalia se encuentra en plena batalla contra el envejecimiento de su población y justo en 2024 ha percibido los primeros resultados. Hace años los números rojos protagonizaban la situación demográfica del barrio y ahora tan solo hay una sección que permanece en declive, la cual coincide con las inmediaciones del jardín botánico y se constituye a su vez como la zona con más riqueza de Segovia capital. El eje comercial de la calle José Zorrilla y su unión hasta llegar al campus María Zambrano, un entorno universitario, es el que permite anotar uno de los mayores aumentos de población del último lustro en toda la ciudad.
El equilibrio define la buena salud poblacional que vive Santo Tomás, donde la fijación de los empadronados impide que se produzcan grandes fluctuaciones en el censo. Los edificios situados en uno de los márgenes del paseo de Ezequiel González son los que lideran el arraigo de nuevas familias mientras que las pérdidas, aunque ligeras, tienen lugar sobre todo en las calles existentes entre el paseo de Conde Sepúlveda y Las Lastras. Santa Teresa-Puente de Hierro es otra de las divisiones urbanas que más se resiste a los cambios demográficos, donde la curva mantiene una tendencia ascendente, especialmente en la zona que se encuentra detrás de la antigua estación de trenes.
Tanto el Cristo del Mercado como San José-El Palo disfrutan a su vez de estabilidad demográfica, pero su evolución refleja algunas peculiaridades. Por ejemplo, son los distritos en los que más se ha disparado la proporción de población extranjera. A pesar de ello, el título de barrio que experimenta mayor crecimiento por natalidad -es a su vez el que más empadronados tiene de entre cero y cuatro años- recae en el de Comunidad de Ciudad y Tierra. El incremento en el número de residentes respecto al 2023 supera el centenar en las dos secciones que engloba: la que está bajo los depósitos de agua y la que colinda con la plaza de toros.
Un aspecto llamativo es que, a escasos metros de esta ubicación, la situación es totalmente diferente. Nueva Segovia vuelve a liderar el más cruento descenso de habitantes al arrojar un resultado negativo al menos por tercer año consecutivo. El conjunto de sus calles se resiente por este motivo, salvo las que se encuentran encima del lago Alonso, cuyos valores positivos no logran compensar el descenso que se produce la zona de chalés más próximos a la sierra.
Es un hecho que explica que Nueva Segovia haya pasado de los 6.000 habitantes en 2021 a los 5.700 en 2024. Ya no disputa el primer puesto de inscritos en el censo con La Albuera, que justo en el último análisis del INE volvió a remontar hasta rondar de nuevo los 6.400 vecinos. El futuro es incierto en este punto de la capital segoviana, ya que alberga la sección más envejecida de la ciudad, que es la del entorno de San Frutos.
Por último, San Lorenzo y San Marcos guardan similitudes, pues ambos territorios experimentan un auge sostenido de población. Tan solo el margen derecho de la avenida Vía Roma hacia La Lastrilla no ha podido recuperar el dato de habitantes previo a la pandemia, debido a que hace dos años perdió más de 150 empadronados y el declive se ha prolongado hasta 2024. Esto no ha impedido que San Lorenzo haya superado los 5.000 residentes por primera vez desde 2018. La misma tendencia anotan los barrios incorporados (Zamarramala, Hontoria, Perogordo, Madrona, Torredondo, Fuentemilanos y Revenga), que ganan 38 habitantes, aunque la estadística no detalla su distribución.
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