Uno de cada cinco conductores parados por la policía dieron positivo en alcoholemia

Sin poder hacer una comparación fiable con los datos de 2021 o 2020, años en los que las restricciones sanitarias redujeron en un alto porcentaje los desplazamientos en coche por las calles de la ciudad, la Policía Local sí que observa que desde Semana Santa se ha recuperado la movilidad previa a la pandemia. Hay más ganas de salir fuera de casa, de viajar a otros lugares y también de asistir a actos multitudinarios en los que es habitual el consumo de alcohol. Por ello, Rodríguez Fuentetaja defiende que en cada turno de la Policía Local se realice al menos un control preventivo. Ya se hacía antes de la pandemia y debido al incremento de los casos se tiene previsto incluso aumentar estos dispositivos de prevención en la carretera.

«Queremos que la gente se lo tome con seriedad. No por las multas, si no por la seguridad suya y del resto de conductores», afirma el responsable de la Policía Local en Segovia. De hecho, argumenta que la mayor eficacia de estos controles es su efecto persuasivo, que provoca que conductores que tenían pensado beber alcohol y conducir opten por el transporte público, caminar o turnarse con familiares o amigos para que el conductor no beba alcohol. «Intentamos evitar que se llegue a cometer la falta o el delito», añade.

La mayoría de las pruebas de alcoholemia realizadas por la Policía Local se realizan en los controles preventivos de cada turno. No todos son de alcoholemia. También se realizan de vigilancia del uso del cinturón de seguridad, del teléfono móvil o de documentación del vehículo, entre otros. Pero en ellos, los agentes también pueden proceder a practicar la prueba de alcoholemia al conductor si observan síntomas compatibles con la ingesta de alcohol. Además, si hay una infracción grave de circulación o un accidente de tráfico también se somete al conductor a la prueba. En el caso de las pruebas de drogas, sí que son más selectivas y se realizan únicamente cuando hay indicios de su consumo.

No es habitual, pero también ocurre con cierta frecuencia, que incluso reciban algún 'chivatazo' por parte de vecinos que observan en la calle o en el bar a alguna persona dispuesta a conducir pese a haber consumido alcohol. «Si no ha comenzado a conducir le sometemos a la prueba y le pedimos que nos entregue las llaves del coche. Así evitamos la denuncia, pero sobre todo que conduzca en esas condiciones», comenta Rodríguez Fuentetaja. «Es colaboración ciudadana que beneficia a todos», precisa.

Uno de los motivos por los que el jefe de la Policía Local muestra su preocupación es el hecho de que se trata de una subida generalizada de los casos. Es decir, no se produce solo en un mismo perfil de conductor, a una determinada hora del día o en fechas concretas. Es cierto que se detectan más casos en fechas y horas, como los fines de semana, en los que hay más movimiento. «Viernes y sábados por la noche, cuando más gente sale a cenar o tomar algo», apunta. Pero también llama la atención de la Policía Local que de domingo a jueves, fechas en las que no hay grandes eventos ni costumbres de salir fuera de casa, se detecten todos los días varios casos de positivos al volante. «Antes no pasaba», indica Rodríguez Fuentetaja.

En cuanto a los horarios, los conductores pillados durante la madrugada tras haber consumido alcohol suelen obedecer al perfil de una persona joven que ha estado de cena o de fiesta durante las horas previas. Por su parte, aquellos positivos detectados por la tarde o incluso por la mañana suele ser gente más mayor.

En cuanto al tipo de vehículo, sí que predomina con claridad el conductor de coches, aunque también se han detectado casos de conductores de bicicletas o vehículos de movilidad personal (patinetes) que circulaban tras haber consumido bebidas alcohólicas. «La normativa la tiene que cumplir todo vehículo que circula por vías públicas», advierte. No obstante, reconoce que hasta la fecha son pocos los casos de este tipo detectados, al igual que en los controles realizados a conductores profesionales.

Rodríguez Fuentetaja aclara que no toda persona que da positivo en alcohol comete una infracción administrativa o penal. De hecho, el porcentaje de conductores que superan el límite que marca la falta administrativa –un resultado en la prueba de alcoholemia de entre 0,25 a 0,60– durante el primer semestre del año es de apenas el 5%. En el caso de las infracciones penales –tasa superior al 0,60%–, ese porcentaje se reduce hasta el 3%.

En concreto, de todas las pruebas realizadas que concluyen un resultado positivo en alcohol, un 56% están por debajo de la tasa de 0,25, un 27% registran una tasa de entre 0,25 y 0,60 y el 17% restante de los positivos dan más de 0,60 miligramos por litro en la prueba de alcoholemia. «Es cierto que hay mucha diferencia entre los porcentajes de conductores que incurren en una falta y los que no», comenta el responsable de la policía municipal segoviana, quien sin embargo alerta de que la tendencia al alza de los positivos se produce en todos los casos: los que dan menos de 0,25; los que dan entre 0,25 y 0,60, para la cual «hacen falta «más de dos cervezas»; y los que superan la barrera de los 0,60 miligramos por litro de aire espirado. «En todos los casos son porcentajes elevados. Hay que intentar no consumir nada. Hay gente que no da positivo pero sí ha bebido alcohol», declara.