'Cazados' en La Lastrilla cuando capturaban jilgueros con trampas impregnadas de pegamento
Para atraer a las aves usaban otros pájaros muertos y dos teléfonos móviles que reproducían el canto de la especie
Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Segovia ha sorprendido en un paraje de la localidad de La Lastrilla a dos individuos que se encontraban cazando jilgueros. Para ello se valían de varetas o varillas impregnadas con pegamento, instaladas como trampas en diferentes arbustos, a los que acudían los pájaros atraídos por el reclamo sonoro emitido desde dos teléfonos móviles que reproducían el canto de dicha especie. Además, los furtivos habían colocado dos pájaros muertos ensartados en unos palos en la parte alta de los arbustos a modo de señuelos visuales.
Las aves que habían sido cazadas eran guardadas en dos jaulas. Las personas interceptadas por el Seprona habían capturado por este método tres ejemplares, que han sido devueltos a su hábitat natural, según la información facilitada por la Subdelegación del Gobierno en Segovia. Además, también se intervinieron cuatro jilgueros muertos empalados para ser usados como reclamos, así como varias varetas, jaulas y botes de pegamento.
Como consecuencia de dicha actuación, las autoridades pertinentes han procedido a la investigación de las dos personas como supuestas autoras de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna.
Siete denuncias en 2018
Durante el pasado año la Guardia Civil de la Comandancia de Segovia realizaron cinco intervenciones relacionadas con la captura de aves fringílidas. Como resultado se formularon siete denuncias por la comisión de diversas infracciones administrativas en esta materia, además de la aprehensión de los efectos empleados en la caza.
El Instituto Armado recuerda que la caza de aves está prohibida en la actualidad, según lo dispuesto en la Directiva de Aves. Al tratarse de ejemplares protegidos, su captura está recogida en el Código Penal como delito relativo a la protección de la flora y la fauna. Los autores se enfrentan a penas de prisión que van de seis meses a dos años o a multas de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, se exponen a la inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por un tiempo que oscila de dos a cuatro años.