El Ayuntamiento pretende minimizar al 25% los aparcamientos a suprimir en Nueva Segovia

En esa caldeada atmósfera, el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Gabriel Cobos, ha tratado de apuntalar algunos mensajes para enfriar los ánimos y animar a la reflexión conjunta de la iniciativa que ha generado una sonada oposición en el barrio por la pérdida de decenas estacionamientos. Sin embargo, su intervención y la de los otros colegas que han cogido el micrófono para explicar la iniciativa de la discordia -el edil de Urbanismo, Alejandro González-Salamanca, y la responsable municipal de Hacienda y Fondos Europeos, Rosalía Serrano- no han terminado de convencer a los retractores del plan trazado para las plazas Tirso de Molina, Fernando de Rojas, Bécquer y Calderón de la Barca.

Cobos ha subrayado que «es un borrador que va a máximos». Es decir, que la renaturalización se va a hacer «sí o sí»; pero dadas las quejas recibidas por parte de vecinos y comerciantes, el documento está abierto a incorporar la participación de quienes se sienten perjudicados por la eliminación de aparcamientos. En torno a 400 plazas, según los cálculos de la Asociación San Mateo, lo que equivale a quitar la mitad aproximadamente de las que suman los cuatro espacios. El concejal de Sostenibilidad Ambiental ha hecho hincapié en que ese tope puede «modificarse para reducir» la cantidad de estacionamientos a suprimir.

El objetivo de esa disminución deberá «buscar el equilibrio» entre las necesidades del vecindario y del tejido comercial de Nueva Segovia y las reglas por las que la renaturalización -que junto a otras actuaciones en otros puntos de la capital segoviana forma parte de un plan global más amplio llamado 'Espacios de oportunidad: Acueductos de biodiversidad'- se hizo merecedora de una subvención económica vía Europa.

Serrano ha sido la encargada de explicar que la inversión conjunta, con el empujón de los fondos Next Generation, a través de la Fundación Biodiversidad del Gobierno de la nación, es de 4 millones de euros, sumadas la ayuda, que asciende a unos 3,8 millones, y la aportación del Consistorio de unos 200.000 euros, que además abona el IVA, que son otros 800.000 euros más.

Si al final no se ejecuta el proyecto, «tendremos que devolver esa subvención», con intereses, ha advertido la concejala. Frente a este argumento, ha habido reacciones entre quienes se oponen a los planes municipales que han pedido que se vaya reintegrando el montante a la Unión Europea porque desean que las cuatro plazas conserven la capacidad de aparcamiento que brindan ahora, unos 800 estacionamientos entre Tirso de Molina, Fernando de Rojas, Bécquer y Calderón de la Barca.

El boceto presentado este jueves está abierto a opiniones que planteen en Nueva Segovia, han reiterado los concejales. Por eso, a la reunión le ha seguido la celebración de un taller para recabar ideas. Ese equilibrio que anhela encontrar el equipo de gobierno ante el rechazo vecinal apunta a un doble propósito. Uno, que el porcentaje de aparcamientos a eliminar «sea el menos posible», ha incidido Cobos. El segundo, compatibilizar esa alternativa con el plan original de quitar el gris del asfalto y sustituirlo por verde de arbolado y vegetación en las cuatro plazas en las que se planea intervenir.

Por lo tanto, el equipo de gobierno municipal alberga la intención de minimizar la quita de estacionamientos, que en el documento original y orientativo está establecida en torno al 50% de los existentes, y trabajan en aliviar esa pérdida con el objetivo puesto en disminuir las plazas en un 25% para que la renaturalización no pierda coherencia. O lo que es lo mismo, el Ayuntamiento aspira a mantener tres de cada cuatro aparcamientos, unos 600 aproximadamente.