Clara Martín admite focos de conflicto vecinal por los ruidos de pisos del IE

Las fiestas en los pisos han sido una de las preocupaciones protagonistas entre los residentes del recinto amurallado estos últimos años. El casco antiguo es el lugar en el que principalmente residen y se reúnen los alumnos de IE University. Todo ello hasta el punto de trasladar el asunto a plenos municipales y acudir vecinos a la sesión de noviembre para desplegar una pancarta que decía: «Alumnos IE, queremos dormir».

Durante el ejercicio pasado se registraron 212 llamadas a la Policía Local que avisaban de ruidos. Un 30% se localizaron en el casco antiguo, donde se formularon un total de cinco denuncias con medición positiva. A partir de esto, la alcaldesa reconoció que esta situación genera una problemática entre los vecinos, lo que se viene produciendo desde la pandemia. Ha sido necesario tomar medidas, especialmente a raíz de un forcejeo con estudiantes con actitud «muy violenta» de fiesta que dejó cuatro policías heridos a principios de este mismo mes. La regidora informó de que esta actitud conlleva «consecuencias penales» y que el expediente del incidente aún está en fase de tramitación. Por otro lado, rechazó aclarar las medidas que ha tomado IE University frente a estos comportamientos.

En cualquier caso, Martín es consciente de que hay un problema, de ahí que en una reunión mantenida con el equipo directivo del centro este miércoles apostasen por poner en marcha acciones conjuntas para favorecer la convivencia. Por un lado, se llevará a cabo un trabajo de concienciación. En mesas informativas que se ubicarán en las dependencias de IE University, en las que participarán agentes de la Policía Local y trabajadores del servicio de Urbanismo, «les explicaremos las consecuencias de sus actos», matizó. No solo a nivel social, sobre los perjuicios que generan a los vecinos, sino también «a nivel sancionador y de tramitación».

En esta misma línea, el Consistorio estudia la posibilidad de que los universitarios tomen «parte más activa» en el día a día de la ciudad. Para ello, se contempla que los alumnos trabajen con plataformas de diferente calado, ya sea de acción social y medioambietal como cultural. El propósito que se marcan es conseguir que los estudiantes «salgan de esa burbuja en la que están», señaló la alcaldesa.

Estas decisiones han estado precedidas del percance que tuvo lugar este mismo sábado, cuando la congregación de 800 jóvenes en la vieja estación de Renfe de Segovia, que esperaban un tren que nunca llegó para trasladarse a una fiesta en Otero de Hererros, hicieron saltar las alarmas vecinales. «No se nos comunicó este evento, nos dimos cuenta del suceso en el momento en que los estudiantes se quedaron en tierra», reconoció Martín. La situación se pudo resolver al fletar taxis y autobuses, pero durante la vuelta en búho a altas horas de la madrugada se produjo un altercado con la Policía que acabó en la detención de uno de los universitarios.

«Finalmente todo se resolvió y no tuvo mayores consecuencias», explicó la regidora. No obstante, advirtió a los organizadores de esta y otras actividades que deben «dar a conocer los eventos» para evitar accidentes y garantizar la seguridad de la población. «Tener una acumulación de personas en una zona residencial que consumen alcohol en vía pública no se puede permitir», sentenció.