Araúz de Robles apuesta por «toros con casta» para los encierros de Cuéllar
El titular de la ganadería recoge el trofeo que reconoce a sus astados como los mejores del último ciclo de recorridos en la villa segoviana
Bien es sabido que no todos los hierros están a la altura de redondear con éxito un encierro exigente como el de Cuéllar. Los astados ... tienen que completar un primer trayecto por el pinar, para continuar después por el campo, y finalmente pisar el asfalto y llegar a la plaza de toros, lo que muchas ganaderías consiguen, pero en varias ocasiones con problemas. No es el caso de los de Araúz de Robles, que en este 2025, por tercer año consecutivo, se alza con el trofeo a la mejor divisa de los encierros. El como cada año por la Asociación Encierros de Cuéllar.
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El titular de la ganadería vencedora hierro jienense, Javier Araúz, ha recogido este fin de semana la distinción y desvelado algunos de los secretos de sus astados. Durante su charla, apostó por la selección y volver al «toro antiguo», buscando reses con casta. Para él, lo importante es generar un animal que siembre emoción, y es fundamental «que el toro vuelva a ser un toro que tenga raza, casta, movilidad, que se defienda», ya que después será el más noble de todos.
Por otro lado, hizo hincapié en «el elemento físico», el movimiento de los morlacos y que estén preparados para afrontar cualquier desafío. Es el caso del recorrido de Cuéllar, un encierro que a su juicio «es duro» porque son cerca de siete kilómetros, a pesar de lo cual Araúz se mostró sorprendido. «La cuesta final me ha parecido brutal en la calle», comentó al subrayar la velocidad y la fuerza con la que ascendieron sus astados por la calle Parras en domingo 31 de agosto, cuando sus toros fueron protagonistas del encierro por la mañana, y en la plaza, por la tarde.
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La asociación que promocionan el trofeo a la mejor ganadería ha recordado su defensa de que el manejo de las reses no sea con quads ni coches, sino a caballo; pero existe una discrepancia sobre correr los toros, ya que para algunos, cuando a los animales se les entrena, luego en el encierro por el campo corren y no se pueden parar, mientras que otros son partidarios de que sí tengan ese entrenamiento para que exhiban una mejor forma física. Es el caso de Araúz de Robles, y el quid puede residir parte del éxito de la ganadería, al menos en las calles de Cuéllar, ya que, debido al fondo físico que tienen, «cuando tocan el asfalto, vuelan», aseguró la agrupación taurina.
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