Un antropólogo estudiará las adicciones en el Real Sitio para tratarlas y prevenirlas

El Ayuntamiento del Real Sitio estudiará la problemática de las adicciones en la localidad para elaborar una radiografía de cómo afecta a los vecinos cada una de ellas. «Lo que pretendemos es anticiparnos a posibles problemas futuros en todos los ámbitos sociales, desde la preadolescencia hasta los adultos, pasando por todas las capas sociales, colectivos y analizando puntos de interés como colegios, institutos, centros juveniles y culturales o de ocio nocturno», explica Samuel Alonso, primer teniente de alcalde del Consistorio. Para ello contarán con Diego Fernández, un antropólogo social que realizará un estudio durante un año en el que analizará la situación de esta problemática en el Real Sitio. Tanto el Ayuntamiento como el propio antropólogo hacen hincapié en que no se trata de investigar sobre un problema existente en el municipio sino más bien elaborar un informe de cómo afecta la problemática para que las labores futuras que realicen las administraciones sean más certeras.

Para realizar el estudio, Fernández se basará en la observación directa, entrevistas, charlas y en definitiva toda una serie de actividades que le permitan conocer de primera mano la información de los agentes que participan en el pueblo. Tras varios años donde encuestas como la de población escolar sobre el consumo de drogas han mostrado que el objetivo de acabar con el consumo para el año 2020 estaba fracasando, el último marco incluye nuevos modelos para intentar subsanarlo, con una mayor presencia de los propios individuos. «El nuevo enfoque sobre todo deja participar y que sea la sociedad civil, la población o los vecinos quienes expresen las necesidades y percepciones sobre las problemáticas a tratar», indica Diego Fernández, quien actualmente vive en Madrid pero es natural del Real Sitio y se desplaza al pueblo con frecuencia, especialmente desde el pasado 1 de noviembre, cuando empezó el estudio. Este proyecto cuenta con un presupuesto de 15.000 euros y se alargará hasta la misma fecha del año 2019.

Para el vecino del Real Sitio, la mejor acepción para tratar estos temas es la de Oriol Romaní, pues «habla de relación de dependencia o relación de adicción, no solo en la manifestación de tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia, sino articulando un modo de vida en torno a consumir y conseguir ese tipo de sustancia dejando de lado cosas más importantes». En este sentido, Fernández pretende hacer un estudio global, incluyendo las sustancias más conocidas que crean adicción como son cocaína, heroína y drogas de síntesis, pero también las conocidas como legales (tabaco y alcohol) y las que tienen cierta permisividad como cannabis o hachís.

Otros aspectos que pretende abordar el estudio es la vigorexia y el consumo de ciertas sustancias que potencian el trabajo físico en el gimnasio, el abuso de hipnosedantes o benzodiazepina e incluso el uso excesivo de dispositivos móviles e internet. Otras adicciones sin sustancia como el juego o incluso la anorexia, el sexo compulsivo o las compras compulsivas aparecen en el programa elaborado por el antropólogo, pero reconoce que va a ser muy difícil acceder a ello. La principal herramienta del método etnográfico es la observación participante junto a las entrevistas y los grupos de discusión. «La observación participante al principio es compleja porque tienes que observar las zonas que a priori son susceptibles», explica Diego Fernández, quien en las primeras semanas realizando el proyecto ya ha contactado con varios agentes. Tras la presentación de manera individualizada con las denominadas unidades de investigación, el antropólogo tiene que discernir qué personas están dispuestas a entrevistarse con él y formar parte de los grupos de discusión. Entre estos agentes están los centros educativos, la Guardia Civil, centros de salud, Protección Civil, la Casa Joven de la localidad y otros tantos que suman entre 25 y 30 unidades según estiman en el equipo de gobierno.

Uno de los obstáculos del estudio es la dificultad inicial en hablar sobre temas de adicción. «Es tan tabú que al principio la gente se pone a la defensiva, por lo que estamos tratando que se normalice y se vea como algo muy bueno para la comunidad», indica Fernández. Además, «lo complicado a la par que beneficioso es la propia técnica ya que en este método etnográfico la estructuración conocida como en espiral tiene muchas idas y venidas. Esa flexibilidad es lo que hace que sea un poco complejo al no estar tan estructurado como otros métodos de investigación».

A priori, lo que espera encontrar el antropólogo con el estudio es un cierto consumo de alcohol vinculado al ocio en jóvenes de cada vez menor edad, «pero no deberíamos encontrar nada distinto a eso». Tras las primeras relaciones de Diego Fernández con José Luis Vázquez, alcalde del Real Sitio, y con Samuel Alonso, al vecino de 39 años le llamó la atención que el Ayuntamiento cuenta con varios dispositivos y programas que son desconocidos y además los habitantes del municipio tienen una serie de demandas que el Consistorio no responde. «Mi idea es generar desde el conocimiento de la realidad de las adicciones un enlace de las dos posturas», asegura Fernández, quien pretende que «el Ayuntamiento afine más todo ese potencial y la capacidad legisladora junto a sus políticas a lo que demanda la población y que los vecinos sean conscientes de que una de las principales labores del equipo de gobierno es velar por su integridad y salud, y lo están llevando a cabo».

Para Samuel Alonso, este estudio va a permitir al Ayuntamiento «tener las herramientas necesarias para saber actuar de manera puntual si es necesario y programar de forma continuada diferentes acciones trabajando la prevención y anticipándonos a problemas futuros». En este sentido, confía en la experiencia del antropólogo que va a realizar el proyecto, pues «tiene un conocimiento fehaciente y real de la situación y de cómo y dónde hay que trabajarla».