«Cuando me alejé de Dios me sentí un bicho raro, no era yo»
El Henar acogerá el sábado la toma de hábito de la hermana Fuencisla, que a sus 33 años inicia el noviciado en las Carmelitas Samaritanas
Mónica rico
Cuéllar
Jueves, 10 de diciembre 2020, 12:57
El Santuario de Nuestra Señora de El Henar acogerá el sábado la toma de hábito de la hermana Fuencisla de la Misericordia de Dios, ... de 33 años y en estos momentos postulante dentro de la congregación de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, que desde el pasado verano regentan las instalaciones dedicadas a la Virgen.
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A tan solo unos días de la ceremonia, la hermana Fuencisla, que llegó a España hace un año procedente de su Honduras natal, asegura sentir «gratitud con el Señor», puesto que el hábito que va a vestir «es un regalo de su amor». Su vida, como la de muchos otros jóvenes, ha estado ligada a la Iglesia desde su niñez. Su familia es católica y explica que su madre, cuando la tenía en el vientre, fue a ofrecerla a Jesús sacramentado. Vivió su niñez en un ambiente de fe, donde se oraba en familia y acudían juntos a la iglesia.
A los 15 años entró en una comunidad del Camino Neocatecumenal, donde permaneció hasta que accedió a la Universidad. En ese momento hubo un punto de inflexión, puesto que, según explica, se dejó llevar por sus intereses académicos y profesionales. Poco a poco se alejó de la oración y de los sacramentos, «porque siempre estaba llena de actividades» Y es que comenzó a estudiar dos carreras, formaba parte de un grupo de investigación y realizaba todos los cursos que podía. «Era como una necesidad de llenar un vacío que no se llenaba con nada», afirma. De este modo, se mantuvo alejada de la iglesia unos ocho años, pero, según afirma, «Dios es bueno y me atrajo nuevamente hacia él». Fue durante el Jubileo de la Misericordia, y desde entonces siente que «he vuelto a casa.
El acercamiento y la llegada a la congregación de las Carmelitas Samaritanas no fue casual. Conocía al grupo a través de las redes sociales y «me llamaban la atención sus testimonios y las charlas de la madre Olga». Por ello se puso en contacto con la congregación, pues sentía en su interior que «era un alma samaritana y que pertenecía desde siempre a esta familia». Después de un tiempo de conocimiento y discernimiento, en el que también realizó una experiencia en la comunidad Carmelita Samaritana de Viana de Cega (Valladolid), sintió «que el Señor me pedía ingresar».
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Dentro de su vida religiosa, asegura que la persona que ha marcado más su camino siempre ha sido su madre, una mujer de fe que tiene «una relación muy profunda con Dios». Ha sido «la que me ha llevado hacia él y la que no ha dejado de rezar ni un solo instante, especialmente cuando me alejé de Dios», asegura.
En un momento en el que la religión está retrocediendo entre las generaciones más jóvenes, la futura novicia afirma no sentirse «un bicho raro». Matiza que «tampoco soy una jovencita, más bien soy adulta», teniendo en cuenta que en la congregación hay hermanas de 19 y 20 años. «Sí me sentía un bicho raro cuando me alejé de Dios, porque dejé de ser yo, pues no puedo ser sino es con él y en él«. Desde el principio su familia apoya su decisión «y rezan mucho por mí, como yo por ellos». La separación física cuesta, aunque «espiritualmente estamos unidos y ellos están contentos de que yo sea feliz».
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Aunque la toma de hábito tendrá lugar en El Henar, la hermana Fuencisla forma parte de la comunidad del noviciado, que en estos momentos está instalada en Viana de Cega. Este mes de diciembre cumplirá un año tras su ingreso como postulante. Dentro de la congregación, tanto las postulantes como las novicias y las hermanas tienen diversas labores, puesto que trabajan para su sustento. «El primero es el espiritual en la oración personal y por las almas que Jesús nos ha encomendado», mientras que materialmente se dedican a elaborar formas, velas o dulces. De hecho, en Viana tienen un obrador donde hacen variedad de pastas. También realizan otras artesanías, como pulseras, denarios, rosarios, medallones, mantelerías y un largo etcétera. Respecto al día de la toma de hábito, espera que sea «lleno de gozo y acción de gracias. Dios ha elegido para mí una fecha mariana en un santuario mariano», puesto que la celebración será el 12 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe. Estará acompañada por la mayoría de las hermanas de su congregación, algunas amistades y toda la feligresía que desee compartir con ellas «esta acción de gracias». Su familia le acompañará a través del canal de Youtube, desde donde se podrá seguir la toma de hábito, puesto que no podrán viajar. A partir de ese momento, la hermana Fuencisla iniciará la etapa del noviciado, en la que permanecerá dos años y que realizará Viana de Cega.
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