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Cada vez más personas se ven forzadas a vivir solas en Segovia. Muchas apuestan por construir un hogar unipersonal por propia voluntad, mientras que otros - ... la gran mayoría- se encuentran en esta situación por la pérdida de algún familiar o el divorcio de su pareja. Las circunstancias de cada segoviano son diferentes, pero todo indica que cada vez más habitantes de la provincia tendrán que enfrentarse a la soledad en los próximos años, lo que se atribuye fundamentalmente al envejecimiento de la población. A día de hoy, son más de 21.000 viviendas las que están habitadas por un único residente, casi el doble que a principios de siglo.
Los datos más recientes sobre el tamaño de los hogares se corresponden con el 1 de enero de 2025. En aquel momento, más del 13% de los 157.000 empadronados en Segovia vivían solos, por lo que la provincia se sitúa entre las posiciones más elevadas en el listado de territorios nacionales donde más peso tienen las viviendas habitadas por tan solo una persona. En concreto, ocupa el duodécimo puesto a escala nacional y presenta cifras muy similares a las de Lugo (14%) o Álava (13%), de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE). Si la comparativa se realiza con el ámbito regional, Segovia está a la cola de la clasificación, pues está detrás de Zamora, Ávila, León, Salamanca, Soria, Burgos y Palencia en relación a la mayor proporción de hogares unipersonales.
La evolución actual apunta a un destacado incremento del número de personas que viven solas al menos hasta 2040. Lo confirman las proyecciones presentadas por el instituto estadístico, que vaticinan cómo serán los hogares durante los próximos diez años, las cuales acertaron los valores registrados en 2025 -la diferencia entre el pronóstico y la realidad es de apenas medio millar de habitantes-; pero también el análisis en profundidad de las características de los hogares en los últimos años.
A medida que ha avanzado el tiempo, el tamaño de las unidades de convivencia se ha ido recortando. El censo de población del INE, que se elabora cada diez años, permite conocer que en 1991 menos de dos de cada diez hogares eran unipersonales, una cifra que se equiparaba a los que daban cobijo a cinco o más miembros. Las personas que vivían solas representaban un cuarto de la población de la provincia tanto en 2001 como en 2011, mientras que en 2021, último periodo recogido en el estudio, ya superaban con creces el 30%. Por su parte, aquellos núcleos familiares formados por cinco o más individuos cayeron en picado hasta rondar el 6% ya hace más de 15 años. Esto significa que, a día de hoy, tan solo hay unas 2.000 viviendas que alcanzan este umbral de huéspedes.
La mirada al futuro no refleja una tendencia diferente. El INE adelanta que, si la situación demográfica no experimenta cambios, Segovia rebasará la barrera de los 30.000 hogares unipersonales antes de 2040. Asimismo, también será testigo de un incremento de personas que deciden vivir en pareja, ya sea por la emancipación o la carencia desde un principio de hijos. Esto tendrá repercusión en el resto de unidades de convivencia con más de tres miembros, que se desplomarán hasta situarse en unos niveles similares a las residencias formadas por cuatro o más habitantes.
Esta simulación tiene en cuenta los comportamientos sociales actualmente observados. ¿Por qué habrá cada vez más personas solitarias? Uno de los fenómenos que afectan en mayor medida a la composición de los hogares es el envejecimiento de la población, lo que explica el ascenso de las defunciones desde principios de siglo. Es un hecho que da lugar a situaciones de viudedad, lo que explica que más de 5.500 personas -sobre todo mujeres- vivan solas. Esto se une al descenso de la natalidad, pese a los repuntes que se han notificado en el periodo más reciente. En cualquier caso, las mujeres alargan cada vez más la decisión de ser madres y prefieren tener menos hijos que en las anteriores décadas.
Para dar cuenta de estas realidades, tan solo hay que observar la subida de la edad media de los segovianos en cuatro años desde el 2000. Las personas más mayores se convierten así en las más vulnerables a la soledad, pues cerca de la mitad de los habitantes que viven sin acompañante en la provincia tiene 60 años o más. Cuanto más avanzada es la edad, mayor es el riesgo de quedarse solo. La proporción disminuye considerablemente si se trata de los menores de 40 años.
La emancipación de los jóvenes en Segovia arroja una de las tasas más bajas en la región, pues un tercio de los empadronados que ya han cumplido los 30 años sigue viviendo en casa con sus progenitores o, de modo contrario, optan por marcharse pero comparten piso con otras personas, lo que se relaciona con el encarecimiento de los costes de la vida, lo que incluye los alquileres o la compraventa de inmuebles. Las nuevas generaciones tienen una repercusión mínima en la creación de hogares unipersonales. Aun así, el perfil de persona que vive sola en Segovia es un varón menor de 65 años, pues protagoniza hasta 4.300 unidades de convivencia en solitario.
Todos estos factores inciden a favor de hogares que cada vez son más pequeños. No hay que olvidar el estado civil, un aspecto determinante, ya que los solteros -sin importar la edad- son el colectivo que predomina en el análisis de la estructura de los hogares unipersonales, al suponer el 41%. Le siguen muy de cerca las personas viudas, especialmente en las últimas etapas de la vida -aunque se registran más de medio centenar de casos de individuos de entre 40 y 59 años que se han quedado solos-; así como los divorciados.
La separación de las parejas está a la orden del día. Un matrimonio se rompe en la provincia por cada tres bodas que se celebran, lo que lleva a reducir significativamente el tamaño de los hogares. Muchos segovianos vuelven a vivir en solitario después de décadas o lo hacen por primera vez en su vida, incluso teniendo hijos en común. Hay un total de 2.313 personas que a día de hoy se enfrentan a esta tesitura, que ostenta más presencia entre aquellos que tienen entre 40 y 59 años. Sin embargo, estar casado no siempre significa una convivencia en pareja. Un total de 1.500 vecinos de la provincia que habían formalizado su unión ante el altar o el juzgado mantenían una residencia de carácter unipersonal.
El tamaño medio de los hogares en las provincias se mantiene estable en 2,37 personas desde la pandemia, pero la curva registra una evolución negativa, de acuerdo con los datos actualizados a principios de este año por el INE. Es un dato que ubica la provincia de Segovia por debajo de la media nacional y la coloca dentro del 'top veinte' de territorios con hogares más pequeños. No llega a apuntar registros tan sangrantes como los de Zamora, donde el promedio de convivientes por cada vivienda es de 2,15; pero queda muy alejada de Ceuta y Melilla, que superan con creces los tres miembros por núcleo familiar.
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