La ministra García Tejerina 'se moja' por la protección del río Eresma

Se preguntarán que qué es una reserva natural fluvial. Hasta ahora nos sonaban, por ejemplo, los parques nacionales, los naturales, los espacios de la Red Natura, las Zonas de Especial Protección para las Aves (Zepa), o los bautizados como Lugares de Interés Comunitario (LICs). Pues dentro del amplio abanico existente de figuras ideadas para la protección medioambiental, las reservas naturales fluviales son de las más recientes creación, como ha puesto de manifiesto el técnico coordinador del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Javier Sánchez.

Así se lo ha explicado a la ministra, Isabel García Tejerina, que este miércoles ha conmemorado el Día Mundial del Agua en Valsaín, Segovia. Más concretamente, en el espacio conocido como Los Asientos.

La titular estatal no ha dudado en ponerse el mono y 'mojarse' en las aguas de un incipiente cauce del Eresma, que se abre paso serpenteante por este territorio serrano de pinares. La responsable estatal se ha metido en el río y se ha dejado guiar por trabajadores medioambientales que le han indicado y mostrado parte de labor que llevan a cabo.

A lo largo de más de 11 kilómetros

La comunidad autónoma puede sacar pecho. «Castilla y León es la región de España con más reservas naturales fluviales», ha aseverado Sánchez. De las 135 declaraciones que hay, 24 se localizan en la cuenca del Duero. Solo el Ebro tiene más, 25. Este marchamo de conservación de los ríos fue creado y puesto en marcha por el Gobierno central en el marco de los planes hidrológicos para proteger los tramos que se encuentran «en muy buen estado ecológico, donde apenas ha llegado la mano del hombre», ha añadido la ministra.

La Reserva Natural Fluvial Alto Eresma abarca 11,24 kilómetros del cauce del Eresma desde su cabecera hasta su confluencia con el arroyo de Peñalara, el del Puerto y el de Miguelete. Entre sus características, destaca como ejemplo representativo de los ríos de alta montaña. Su régimen hidrológico es pluvionival de carácter permanente. A lo largo de su cauce predomina el sustrato rocoso (como ha podido comprobar 'in situ' la ministra) y la presencia de pequeñas pozas y saltos. En sus riberas, el protagonismo vegetal es de los pinares.

Su emplazamiento está íntegramente incluido en el área de especial protección del Parque Nacional Sierra de Guadarrama, en el ámbito territorial en el que además de los Montes de Valsaín, se superponen otras figuras de amparo del entorno natural, como es el caso del Parque Natural de Guadarrama, sierra que también presta su nombre a la Zona de Especial Protección para las Aves y a la Zona de Especial Conservación declaradas en este lugar. Sin olvidar que está situada en la Reserva de la Biosfera del Real Sitio y El Espinar, declarada patrimonio universal por la Unesco.

Seguimiento del cambio climático

«Las reservas fluviales son compatibles con otras figuras de protección», ha precisado García Tejerina. La designación contribuye fundamentalmente a la preservación de estos espacios, ya que los planes incluyen acciones específicas que se centran más en el seguimiento ecológico y en la promoción de la vegetación de la ribera con el fin de contribuir a la supervivencia de las especies, ha explicado el coordinador. Sánchez ha concretado que una de las utilidades aparejadas a la conservación de estas figuras fluviales consiste en evaluar los efectos del cambio climático a través de la observación de su afección en las especies.

La ministra ha elogiado la atención prestada por el Gobierno de la nación a la gestión y administración de un recurso «esencial y escaso» como es el agua. Isabel García Tejerina ha destacado «la planificación, el rigor y la protección del medio ambiente» como pilares de esa política hidrológica.

«Es imprescindible fijar una política de agua rigurosa y bien planificada, que responda a nuestras necesidades de consumo con la máxima calidad y sostenibilidad medioambiental», ha subrayado la ministra. En este sentido, ha admitido estar «muy satisfecha» con los logros alcanzados en el ámbito hídrico desde 2012, «cuando España carecía de una política de agua porque se había abandonado».

«Hemos sido capaces de superar el retraso acumulado anteriormente frente a nuestros socios europeos, aprobando y poniendo en marcha en solo cinco años los planes del primer y segundo ciclo del agua, que han marcado un antes y un después en la gestión de este recurso en España a todos los niveles, pero muy especialmente en materia medioambiental».

Apuesta por la depuración

Isabel García Tejerina ha citado como ejemplos de esas conquistas el establecimiento por primera vez de los caudales ecológicos de los ríos. Así, ha precisado que «se han fijado nada menos que 3.500 tramos fluviales con caudales mínimos». Asimismo, ha subrayado la búsqueda de la calidad del agua, una apuesta en la que mucho tiene que decir los esfuerzos por extender la depuración de aguas residuales. En esta línea, la titular estatal ha mencionado la inversión superior a los 1.100 millones de euros con la que está dotado el llamado Plan Crece orientado a la materialización de medidas específicas para la depuración, tanto si son nuevas instalaciones como la sustitución de las obsoletas.

En cuanto a las reservas naturales fluviales, como la que ha visitado este miércoles del Alto Eresma, la responsable ministerial ha indicado que su creación forma parte de un objetivo clave para el país en esta materia como es la «búsqueda del equilibrio entre la atención de las demandas y el cumplimiento de las necesidades medioambientales».

Desde la primera declaración, en el año 2015, se han protegido bajo esta figura 135 tramos de ríos en el ámbito de las cuencas hidrográficas que son competencia del Estado, lo que equivale a decir que se han extendido reservas a lo largo de 2.700 kilómetros de cauces.