Expertos en saciar la sed

Todos unos expertos en empinar el codo. Así son los miembros de la Peña La Plaga. O al menos en organizar que otros lo empinen. Ayer se cumplían 25 años desde que la agrupación puso en marcha de forma oficial su concurso de Bebedores en Bota, una cita marcada en rojo en el calendario festivo de los cuellaranos y que se viene desarrollando de forma tradicional cada domingo de toros, que es como denominan en la localidad cada uno de los días de la fiesta.

No son pocos los que se animan a participar en esta cita, y no sólo cuellaranos. Al celebrarse en día festivo, vecinos de otras localidades que se han acercado hasta la villa a disfrutar del encierro, no han dudado en sumarse a estas bodas de plata y participar en una cita en la que no han faltado concursantes de municipios como Cantalejo o Campaspero. Aunque ninguno de ellos ha podido contra el récordman local, Tomique, que consiguió estar bebiendo de la bota durante tres minutos y 47 segundos, algo lejos de su mejor marca, que se sitúa por encima de los cuatro minutos, y que nadie ha conseguido batir hasta el momento.

Muy cerca quedó José Martínez, que consiguió el segundo puesto en la categoría masculina, con un tiempo de 3 minutos y 33 segundos. El tercer lugar lo ocupó David Fernández, con una marca de un minuto y 50 segundos. La cita contó con buenos datos de participación, con una veintena de inscritos en categoría masculina y ocho en la categoría femenina. De esta última, el mejor tiempo fue para Carmina, de Zarzuela, con un minuto y 31 segundos. El segundo lugar lo ocupó Sara Bayón, con un tiempo de un minuto y seis segundos. La terna de ganadoras lo cerró Cristina de la Fuente, que consiguió aguantar la bota en alto mientras bebía durante 37 segundos.

Historia

«El vino limpia el diente, sana el ojo y llena el vientre, y si vienes con La Plaga, verás cómo te diviertes». Con esta frase se presentaba La Plaga en el año 1970, cuando nació el concurso de Bebedores en Bota. Fue un domingo de toros y la actividad venía a cubrir el vacío que dejó el primer concurso de jota castellana que La Plaga organizó en 1969 y que el Ayuntamiento se quedó y lo incluyó en su programa en el año 1970. De estos inicios se recuerda que se celebraron seis ediciones muy similares al concurso actual. El reto consistía en beber de una bota de doce litros llena de vino tinto sin que los brazos rozaran el cuerpo. Los tiempos se cronometraban y el de mayor aguante se alzaba como ganador.

Tras unos años sin celebrarse, en 1992 la Plaga decidió retomarlo, y esta vez con modalidades femenina y masculina y para mayores de 18 años. A partir de entonces se reduce el tamaño de las botas, pasando de doce a ocho litros la de los hombres y y de cuatro litros la de las mujeres. En todos los casos ahora la bota se llena de limonada, en lugar de vino.

Entre las curiosidades del concurso existen muchos nombres propios, como el de Tomique, ganador de este año, que también es quien más veces ha ganado el certamen, o el de Loli Muñoz, de Sanchonuño, que durante muchas ediciones fue la campeona absoluta, con tiempos de casi cinco minutos. Sin embargo, hace tres años, Chelo Tebán, una vecina de Cuenca que disfrutaba de las fiestas de Cuéllar, se animó a participar, consiguiendo un récord de seis minutos y cinco segundos, tiempo con el que pulverizó todas las marcas anteriores. Entre las anécdotas destacar que en 2010 se produjo el primer empate de la historia del concurso para el primer premio, un empate que se resolvió con la bota de la categoría femenina.

Desde sus inicios hasta la actualidad, es numeroso el público que acude a ver el espectáculo y anima a cada uno de los participantes que van subiendo al escenario a disfrutar del arte de empinar el codo, toda una disciplina que controlan desde la peña La Plaga.