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mónica rico
Domingo, 7 de agosto 2016, 12:57
Como Fuenteovejuna, todos a una, pero por una causa común lúdica en torno a un acontecimiento histórico. La villa de Aguilafuente está vinculada para siempre a la historia del libro por dar nombre al primero que se imprimió en España, en 1472. Como cada primer fin de semana de agosto, los vecinos se volcaron en la celebración del conocido como Sinodal de Aguilafuente, que contiene las actas del sínodo diocesano que se celebró en la localidad en los primeros días de junio de ese año. Al no tener ni portada ni título, se le denomina haciendo referencia abreviada a su contenido y al lugar donde tuvo lugar.
El Sínodo, convocado por el obispo de Segovia, Juan Arias Dávila, reunió a 85 clérigos y nobles, entre representantes del Cabildo, arcedianos, arciprestes, abades, priores de los monasterios y curas de la diócesis segoviana, pero también laicos que representaban a las poblaciones y a los diversos estados, incluida la monarquía. Todos ellos aparecen citados en el libro que salió del taller de Juan Párix de Heildelberg, impresor alemán que había aprendido la tipografía romana en Italia.
Así surgió el primer libro impreso de la historia de España, en torno al cual este fin de semana se suceden las celebraciones. Un mercado y distintas teatralizaciones son el grueso de las actividades, en las que participan activamente los vecinos, que hace una década larga que abrazaron con entusiasmo la idea de teatralizar el histórico acontecimiento.
En total, unas 200 personas colaboran con la Asociación Sinodal de Aguilafuente, que se encarga del grueso de los preparativos y de las actividades, que comenzaron en la tarde del pasado viernes con la entrega de premios de fotografía Sinodal 2015. Las obras teatrales El pañuelo y El obispo y el impresor dieron paso a una conferencia y un concierto y se repitieron en la jornada de ayer, que se abrió con una visita turística guiada y el mercado, exposiciones y actividades infantiles.
Poco después del mediodía un pasacalles de animación conseguía congregar a buena parte de vecinos y visitantes en la plaza de la Fuente, para después recorrer distintos espacios a través de obras de teatro como El Impresor clandestino. La puerta del Ayuntamiento o el salón principal del mismo, el entorno de la iglesia de Santa María y su interior, los antiguos lavaderos, la plaza de San Juan y las calles de la localidad se convierten este fin de semana en escenarios en los que las representaciones teatrales que giran en torno a la imprenta no cesan.
Música, danzas medievales, romances, cena y concierto completaron la jornada, que tuvo como plato fuerte la recuperación de la representación de El Sínodo de Aguilafuente, que se representa en la iglesia de Santa María, el mismo templo en el que en 1472 se celebró esa reunión de obispo. La actividad se repetirá esta noche, a las 21 horas.
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