Las letras conquistan Cuéllar

Los personajes de los libros tomaron ayer las calles de Cuéllar. Permanecerán en la villa todo el fin de semana, dentro de la octava edición de la Feria del Libro, fieles a la cita en los paseos de San Francisco. Una docena de libreros ponen a la venta las novedades en novela o narrativa infantil y juvenil. La Feria también ofrece la oportunidad de adquirir libros antiguos y de ocasión, novelas clásicas y temática variada, desde las clásicas del Oeste a libros religiosos, para viajar por la naturaleza, aprender de toros, de historia o leer biografías, y para divertirse con las ediciones de humor o de cómic. De hecho, éstas tienen un lugar especial, pues el centro de los Paseos está ocupado por una exposición sobre este género, con destacados autores y figuras.

Algunos personajes literarios acompañarán y sorprenderán a los visitantes de la Feria durante todo el fin de semana. Ya lo hicieron ayer durante la inauguración, cuando Antonio de Herrera, Don Quijote y su escudero Sancho Panza y la bella Dulcinea del Toboso, junto con elfos, duendes y hadas, salieron de las páginas impresas para llenar la calle y fotografiarse con todos los vecinos que lo quisieron. Son personajes que forman parte de la temática de la Feria del Libro de este año, dedicada al Quijote y su vinculación con el municipio.

Gusto y entretenimiento

Cuando se conmemoran los 400 años de la edición de la segunda parte del Quijote, Cuéllar se centra en la de 1605, y en concreto en el momento en que el censor dio permiso para su impresión. Aquel censor no era otro que el cuellarano Antonio Herrera, cronista real, quién en su crítica ya recomienda la lectura de la novela caballeresca porque «da gusto y entretenimiento».

Así lo señaló Maica Renedo, cuellarana, bibliotecaria en Arroyo de la Encomienda y encargada de presentar la cita, que fue inaugurada por María del Carmen Gómez Sacristán, anterior concejala de Cultura durante ocho años, y quién puso en marcha esta feria literaria que este fin de semana llena la villa. Gómez recordó la fundación de la Feria, cuando en mayo del año 2008 «los libros tomaron la palabra» en un proyecto que emprendió con ilusión, esfuerzo y pocos medios, señaló. La exconcejala comentó que nació para «consolidarse y poner en valor lo nuestro», además de con el fin de crear un espacio único para las letras.

Durante su discurso evocó todas y cada una de las ediciones y a quienes las inauguraron, así como las publicaciones presentadas en los siete años anteriores, entre las que destacan las de autores cuellaranos y aquellas relacionadas de una u otra forma con la villa. Por eso también recalcó que en el evento se da «cabida y privilegio» a los escritores y publicaciones locales. Para concluir, recitó una composición en la que aunó todos los valores de las letras a través de unas palabras en las que no olvidó a los autores cuellaranos.

Nuevas publicaciones

No faltan las presentaciones y firmas de libros. Ayer fue el turno de los autores Ana Vara, Ana María Aragón, Pilar Nicolás, José Ignacio García y Fermín de los Reyes. También hoy habrá encuentros con Fernando de Miguel Losada, profesor de Literatura Clásica, o las firmas del autor de El Mar de la Tranquilidad, José Carlos Iglesias, y a las siete de la tarde se presentará el libro Anda que te tenga que enseñar yo a hablar de sexo, de Rosa Eva Robanillo e Iván Ruiz, en el templete de los Paseos.

En esta edición de la Feria del Libro se ha tratado de involucrar a muchos más sectores además de a los libreros. El certamen es también una Feria Gastronómica y Cultural de tapas. Para ello se ha establecido una ruta de 19 establecimientos hosteleros que durante todo el fin de semana ofrecen otras tantas creaciones en miniatura.

También los artesanos relacionados con el mundo de los libros muestran sus trabajos a lo largo de la calle Parras, donde los comercios se han unido a esta iniciativa y han decorado sus escaparates con referencias a la lectura, la literatura, los libros y, en especial, al Quijote.