Salamanca salda una «deuda histórica» con la edición de un libro sobre la historia de su Diputación

El regidor de la institución provincial condujo la presentación en la que además de los dos coordinadores, también estuvo presente el diputado de Cultura, David Mingo, quien recogió el testigo de sus predecesores, Julián Barrera y Manuel Tostado, en la elaboración de un proyecto que arrancó bajo el mandato en el área de este último. Iglesias agradeció a todos los académicos participantes y elogió su «impecable labor de documentación e investigación».

El libro arroja luz sobre algunos de los hechos más destacables protagonizados por la institución provincial desde que se constituyera oficialmente un 14 de agosto de 1813. «Nos ofrece la posibilidad de sumergirnos en hechos históricos que, sin duda, cambiaron el futuro de nuestros pueblos», manifestó Iglesias, quien lo ejemplificó mencionando la puesta en marcha, en los albores de la primera Diputación, de las llamadas Escuelas de Primeras Letras para enseñar a los niños de los pueblos a escribir y leer en municipios como Ahigal, Valdelosa o Montemayor.

El presidente recordó asimismo que la institución primigenia tenía entre sus objetivos principales «defender los intereses de los pueblos y realizar obras de envergadura y necesarias para los municipios». «Afrontaron la difícil labor de reconstruir una provincia asolada por la Guerra de la Independencia», añadió, incluyendo como curiosidad la primera gran obra aprobada que figura en los archivos, que se trata del arreglo del puente sobre el río Tormes de Alba, «es absolutamente necesario para la vida de este municipio».

Así, el libro va desgranando diferentes capítulos en orden cronológico con etapas como la del Reinado de Isabel II; la Dictadura de Primo de Rivera; la II República; el Franquismo y la Democracia. Pero también incluye apartados específicos sobre algunas de sus competencias más destacadas, como el ámbito de la beneficencia y la atención a los más desfavorecidos, así como las grandes obras que definieron la modernidad de los pueblos salmantinos.

«La de la Diputación de Salamanca es quizá injustamente una historia no demasiado conocida, pero, sin embargo, de gran interés. Porque, al fin y al cabo, es también la historia de todos los salmantinos», valoró Javier Iglesias, quien finalizó su alocución dando la enhorabuena todo los coautores. «Me consta que ha sido una publicación largamente anhelada y que hoy, por fin, ve la luz», concluyó.

Tras el mandatario de La Salina, tomó la palabra José Antonio Bonilla, quien fuera director del Archivo provincial de la Diputación de Salamanca. En su palabras, «una institución con más de 200 años al servicio de la provincia, bien merecía esta obra». El coordinador de la obra refirió que la creación de las diputaciones «fue beneficiosa para toda España» y ese aspecto lo identificó como una de las razones que le incitó a llevar a cabo este trabajo.

«Viene a cubrir el vacío existente en la historia de las instituciones salmantinas. Y creo transmitir el sentir general si digo que se han logrado los objetivos propuestos», valoró Bonilla durante su intervención definiendo la publicación de la obra como «un importante paso adelante». «Desde el primer momento, nos preguntamos cuál es la razón de ser de la Diputación», reveló. En este sentido, recordó que nacieron «al calor de la revolución liberal» como instrumento del Estado para llevar la gestión a todo el territorio, a través de recursos tanto humanos como económicos. «Quienes se acerque a lo textos verán los principios de las diputaciones: cooperar con los ayuntamientos y servir de enlace entre los municipios y las administraciones», concretó.

Por su parte, Mariano Esteban de Vega, como el otro coordinador de la obra, dedicó su discurso a reconocer a todas las personas implicadas en un proyecto que «ciertamente tiene unos orígenes remotos», al haber sido planteado por primera vez «en el siglo pasado» y que, finalmente, ha llegado a su conclusión. «En este proceso hay muchas personas que han contribuido y que en este momento feliz tenemos que recordar, empezando por los otros once autores, la mayoría profesores universitarios, otros profesionales de la historia, pero todos han dado lo mejor de sí para culminar sus aportaciones». Trabajos, casi todos, según Esteban de Vega, basados en documentación de archivo e investigaciones «de primera mano y enteramente originales».

Tras agradecer el apoyo institucional, quien es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Salamanca, preguntado sobre el debate sobre la conveniencia de la desaparición de las diputaciones, se mostró contrario. «El estudio de estas instituciones demuestra que han sido puestas en cuestión en otras épocas y, sin embargo, el secreto de que hayan cumplido 200 años, y con buen estado de salud, ha sido su capacidad de adaptación. Son instituciones muy flexibles. Esa discusión no sorprende porque no es nueva y las diputaciones siempre han conseguido salir airosas de ese reto», finalizó.