La Pontificia somete al debate religioso y científico la ley de eutanasia del Gobierno
El obispo de Canarias y el jefe de Oncología del hospital participaron en un coloquio
redacción / word
Viernes, 12 de febrero 2021, 11:15
El obispo de Canarias y presidente de la Subcomisión Episcopal Familia y Defensa de la Vida en la Conferencia Episcopal, monseñor José Mazuelos, y el jefe de Oncología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, Juan Jesús Cruz, participaron en un coloquio organizado por la Universidad Pontificia sobre el derecho del hombre a una muerte digna, organizado por la Capellanía de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA).
El coloquio, motivado a raíz del proyecto de Ley Orgánica de la eutanasia aprobada en el Congreso de los Diputados, sirvió para conocer con detalle la posición de la fe y de la Iglesia católica sobre la muerte digna del hombre, así como las posibilidades que a este propósito ofrece la medicina.
La rectora de la UPSA, Mirian Cortés, dio la bienvenida a los ponentes y manifestó la necesidad de poder debatir y compartir opiniones sobre la muerte.
El coloquio comenzó con la intervención de Monseñor Mazuelos, quien recordó que la eutanasia no es un asunto del ámbito moral, de las opiniones o de la religión, sino que, pone sobre la mesa un tema de justicia. «Es un atentado contra los más débiles», subrayó,
El obispo explicó el contexto actual, en el que una parte de la sociedad contempla una mentalidad eutanásica, «cerrada a la transcendencia y que fomenta un desprecio por la dignidad del hombre en nombre de la libertad a quitarse la vida». Esta visión supone para el obispo varias incoherencias a tener en cuenta.
La primera de ellas se centra en que la eutanasia está cimentada sobre la calidad de vida, pero no sobre el respeto de la vida humana. «Esta tesis es incoherente, puesto que el hombre no tiene derecho a elegir su muerte, sino que tiene el poder para quitarse la vida… Pero cuando se pide el derecho a morir, a través de la Ley de Eutanasia, se reivindica la licitud de usar el poder de quitarse la vida», puntualizó.
Monseñor Mazuelos apeló a reconocer la vida humana dentro de una dimensión social por naturaleza, frente a la «economía del descarte y al individualismo supremo» que plantea la nueva Ley.
Para concluir, el prelado reivindicó la creación de más servicios de cuidados paliativos en la periferia y cuestionó si «es posible pedir la Ley de la Eutanasia cuando los pueblos no tienen cuidados paliativos para los enfermos terminales».
Juan Jesús Cruz destacó en intervención dos elementos clave a tener en cuenta con los enfermos terminales: la plena autonomía del paciente, con facultades mentales plenas y libertad para decidir, y la buena praxis de los médicos, para proveer calidad de vida del paciente sin alargar su sufrimiento. El jefe de Oncología explicó que, frente a la mentalidad actual en la que la eutanasia parece ser la solución a una muerte digna, sin embargo, hay medios posibles para evitar el sufrimiento de estos pacientes controlando el dolor.