La pandemia sacude al mercado y dispara un 72% la demanda por la vivienda nueva en Salamanca
El tiempo de espera al que se ven abocados los propietarios para vender su casa sube y llega ahora a los 9,7 meses en la provincia
La pandemia desencadenada por la alarmante y sádica propagación de la covid-19 ha sacudido los cimientos del tejido social y económico de las naciones por todo el orbe planetario. Nuestras vidas se han visto golpeadas por una oleada de restricciones y prohibiciones por doquier para intentar frenar el imparable avance de un coronavirus que sigue empeñado en amargarnos nuestras cotidianas existencias.
Todos los sectores se han visto vapuleados con una mayor o menor virulencia. Buena prueba de todo ello es lo que ha sucedido en el mercado inmobiliario de nuestro país, con cambios inesperados en las tendencias de compra y venta absolutamente llamativos y de los que, lógicamente, tampoco se ha visto libre el mercado salmantino. El aluvión de datos y porcentajes que vienen manejando diferentes portales inmobiliarios y consultoras así lo atestigua.
El nuevo informe elaborado por la entidad de servicios inmobiliarios Solvia revela que los visados para construir viviendas en Salamanca se han ralentizado desde mayo en comparación con años anteriores, tal y como muestran los datos del Ministerio de Fomento y las últimas declaraciones del Colegio de Arquitectos. Teniendo en cuenta que la demanda de obra nueva en la provincia está en auge y que apenas sufrió los estragos de la crisis y el confinamiento, esta disminución de nuevos proyectos podría, a la larga, no cubrir correctamente el creciente deseo de los salmantinos de adquirir un inmueble a estrenar.
Según los datos que maneja el Ministerio de Fomento, recalca Solvia en su informe, la demanda de vivienda nueva se incrementó un 72% en el segundo trimestre si se compara con los tres primeros meses de 2020, a pesar de las restricciones de movilidad. Además, en el cómputo anual, el descenso durante abril, mayo y junio ha sido del 9%, muy inferior al 47% de caída en transacciones del conjunto del sector residencial. «Por suerte, y a pesar de este descenso de visados y nuevos proyectos, los interesados en adquirir una vivienda nueva cuentan todavía con un gran número de activos residenciales recién construidos y listos para satisfacer sus necesidades de vivienda», indica Gregorio Martín-Montalvo, director general de Solvia.
Además, Solvia analiza por qué ahora es buen momento de aprovecharse de las oportunidades de vivienda de obra nueva en Salamanca, exponiendo algunas de las ventajas que ofrecen este tipo de inmuebles. Una de ellas consiste en «las excelentes calidades a precios ajustados», dado que «el precio de la vivienda en toda la provincia de Salamanca se ha ajustado un 1,1% entre el primer y el segundo trimestre del año, lo que puede incentivar el interés de los salmantinos en la obra nueva disponible por las múltiples ventajas que presenta: buenas calidades, no hay necesidad de reformar el inmueble, servicios adicionales y extras como garaje, trastero y piscina».
Además, las viviendas de nueva construcción son «más silenciosas», ya que suelen ubicarse lejos del centro de la urbe y, por normativa, garantizan un adecuado aislamiento acústico. Esto hace que se conviertan en una buena opción para aquellos que busca una mayor tranquilidad», siendo éste «un factor especialmente importante si se habla de Salamanca».
Eficiencia
Solvia subraya que la vivienda nueva es «más eficiente», debido a que «no solo basta con que estén aislados acústicamente, pues todos los inmuebles nuevos de carácter residencial deben contar con un certificado energético de obra nueva que garantice una disminución de la demanda energética y de las emisiones de CO2, según Ley de Ordenación de la Edificación». Se trata de algo «especialmente importante en Salamanca, donde la concienciación medioambiental es especialmente destacable a través de iniciativas como el Plan Municipal de Ahorro y Eficiencia Energética, aprobado hace tres años para contribuir al ahorro energético en la capital».
Otro aspecto que debe valorarse de forma positiva, según Solvia, es que la vivienda nueva carece de «problemas de aparcamiento». A pesar de que, según datos municipales, existen 37.000 plazas de aparcamiento en la ciudad, estacionar en la capital salmantina no resulta una tarea fácil. «Un problema que los inmuebles recién construidos solucionan ya que, normalmente, se encuentran en las afueras o en barrios sin demasiada afluencia al tráfico... Además, la gran mayoría suele incluir una plaza de garaje en el coste de la vivienda y esto las convierte en una alternativa atractiva para los que buscan una plaza fija, sin necesidad de buscar un sitio en el que aparcar durante horas».
Además, otro rasgo especialmente reseñable de las viviendas de nueva construcción es que están preparadas para la nueva normalidad.Así, muchos salmantinos se han dado cuenta durante el confinamiento de que sus hogares no respondían a las necesidades que surgen al estar largas jornadas sin salir de casa. «Por eso –puntualiza Solvia– ahora buscan habitaciones más espaciosas para teletrabajar con comodidad, balcones y terrazas para relajarse, zonas ajardinadas para pasear, o extras como piscinas y pistas de pádel para entretenerse». Afortunadamente, las viviendas de obra nueva «suelen contar con equipamientos que no hay en pisos de segunda mano, y que satisfacen plenamente los nuevos requerimientos surgidos a raíz de la crisis sanitaria»
Dato llamativo
La conmoción que ha experimentado el mercado inmobiliario durante la pandemia se refleja en otros indicadores, como es, por ejemplo, el incremento de meses en el proceso de venta de una vivienda. Así y según constata el portal inmobiliario El Idealista, el tiempo medio al que se ve abocado el propietario de un piso para vender su vivienda ha aumentado hasta situarse, en el caso específico de la provincia de Salamanca, en nada más y nada menos que 9,7 meses en el tercer trimestre del presente año, más de 80 días respecto al mismo periodo de 2019 .Como contrapunto, en la vecina provincia de Zamora se tarda 15,3 meses.
El informe evidencia que este incremento ha sido especialmente notable en el caso de la capital salmantina, dado que en 2019 el tiempo medio de espera al que tenía que enfrentarse un propietario para desprenderse de su vivienda era de solo 5,5 meses, cuando ahora y como consecuencia de la pandemia, son 8,4 meses. En cambio, en la provincia de Granada todo resulta mucho más sencillo y solo se tarda 3,5 meses.