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Artistas y asistentes a la presentación de las obras de arte en la naturaleza creadas en El Collao. M.J. GUTIÉRREZ
El Encuentro OMA cumple un cuarto de siglo creando obras de land-art

El Encuentro OMA cumple un cuarto de siglo creando obras de land-art

Hasta 11 piezas, dos de ellas participativas y realizadas en el momento, fueron presentadas al público en El Collao

M. JESÚS GUTIÉRREZ / WORD

HERGUIJUELA DE LA SIERRA

Martes, 31 de julio 2018, 11:32

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El Encuentro OMA (Arte y Otros Medios) de Herguijuela de la Sierra ha cumplido este año medio cuarto de siglo, 25 años de producción de piezas de land-art efímeras, que transforman el espacio de El Collao.

La tarde del domingo fue la elegida para presentar al público las obras de este año, iniciadas en la mañana del sábado, en un acto presentado por Juanvi Sánchez, uno de los promotores de este encuentro, que recordó que «hoy es un momento especial, un paso más en un camino que iniciamos hace 25 años un grupo de amigos de una forma espontánea». 25 años en los que no sólo han participado en este encuentro, sino que han creado otros proyectos como los Caminos de Arte en la Naturaleza en la Sierra de Francia o su participación en los actos de Salamanca, Capital Europea de la Cultura en 2002.

Tras esta introducción se pasaron a ver la decena de obras creadas, empezando con 'Los huevos de oro' de Manu Pérez de Arrilucea, quien describió su pieza como «una de las más poéticas creadas últimamente», en la que jugaba con un componente culturalmente cercano, profundo y con una gran simbología en la historia. Ana García tituló su pieza como 'Tiempo' y para ella utilizó 365 palitos que colocó «en una zona de paso» y que trataba de representar la memoria, «los días pasados desde el último encuentro»; los palos, señaló, «son un intento de atrapar el tiempo, que es efímero. No todos los he podido colocar donde quería ni todos son como quisiera, pero eso es lo que ocurre con el tiempo».

Dos niños, los hermanos Jorge y Henar Sánchez, fueron los siguientes en explicar sus obras. Él utilizó la rama de un árbol y varias piñas para hacer una pieza de gran simbología. «Son una familia formada por un padre, una madre y tres hijos que representan la inmigración. Tienen las alas abiertas porque acaban de llegar al árbol, que no los acoge, y se tienen que marchar de nuevo», contó este joven que lleva varios años expresando su arte. Henar utilizó manzanas, a las que clavó tornillos, para su obra «inspirada en la Biblia» que recuerda a Adán y Eva y al demonio, cuyos ojos eran los tornillos.

Miguel Poza usó restos de una corta de pinos cercana: quince cortes, algunos incompletos, dos círculos reconstruidos y distintos trozos amontonados para recordar la noticia de las familias que llegaron a la frontera norteamericana donde separaron a padres e hijos y después tuvieron que reunificarlos, resultando casi imposible y es que «cuando algo se rompe es muy difícil de unificar», afirmó el artista.

José Antonio Juárez presentó la instalación 'P... moscas' elaborada con la participación de Adriana, Jimena y Jorge que hicieron moscas en papiroflexia que fueron encerradas en una especie de lecheras y colgadas de un árbol. «He tirado de los ritos ancestrales de la profunda Galicia para hacer un conjuro sobre esas moscas y crear una auténtica intervención a la naturaleza y ya no hay moscas en El Collao», afirmó.

Fernández Méndez forró con lana las partes secas de un árbol en 'Land-art 2018'; Ramón Martín en 'Improvisación 25' utilizó 16 palos y 9 piedras para recordar los 25 años del encuentro; y José Agustín Sánchez hizo una reflexión sobre usos perdidos por la despoblación con 'Ganado perdido'; mientras que Juanvi Sánchez animó a los asistentes a participar en dos obras colaborativas, una de ellas fue la plantación de cuatro castaños de india y la segunda, una instalación con una cinta de vídeo que guardaba sus recuerdos.

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