La Diócesis de Ciudad Rodrigo crea un fondo solidario con 75.000 euros

La compleja situación derivada de la pandemia del Covid-19 ha propiciado que la Diócesis de Ciudad Rodrigo «dirija su mirada hacia el futuro más inmediato, cuando la alerta sanitaria pase y se vuelva a la vida ordinaria», informaron fuentes diocesanas.

De este modo, el obispo administrador apostólico, monseñor Jesús García Burillo, ha decidido establecer un Fondo Diocesano de Solidaridad para hacer frente a diversas situaciones de carestía económica que puedan afectar a las familias de la Diócesis de Ciudad Rodrigo.

Con este fondo se complementarán las actividades asistenciales y promocionales que de modo ordinario están desarrollando Cáritas Diocesana y las Conferencias de San Vicente de Paúl cubriendo las necesidades básicas de numerosas personas, pero también se podrá ayudar a familias con diversas dificultades (servicios básicos, estudios…) e, incluso, a pequeños negocios que van a sufrir de forma directa el impacto de esta crisis.

Este Fondo Diocesano se constituirá con una cantidad inicial de 75.000 euros, aportados por el Obispado, y posteriormente se sumarán las aportaciones de todos los sacerdotes de la diócesis. En una segunda fase, cuando las condiciones de movilidad sean más favorables, se convocará al conjunto de la comunidad diocesana para que apoyen también dicho fondo.

Tal y como informan estas mismas fuentes, para este fin se va a crear una Comisión diocesana de seguimiento del fondo, presidida por el obispo e integrada, inicialmente, por el ecónomo diocesano, por un representante de Cáritas, otro de las Conferencias de San Vicente de Paúl y un asesor jurídico, si bien podrán incorporarse ocasionalmente otros miembros según las necesidades surgidas en el momento.

En esta primera fase, se trata de dotar este Fondo con recursos propios, de modo que una vez superada la situación de confinamiento domiciliario, «esté todo dispuesto para comenzar a afrontar las dificultades indicadas», añaden.

En la información trasladada por la diócesis civitatense concluyen que «monseñor García Burillo, consciente de la realidad social, entiende que esta iniciativa es necesaria como signo de solidaridad y un testimonio de amor de Cristo que nos impulsa a entregarnos plenamente a los demás».

Por otra parte, la Diócesis de Ciudad Rodrigo está llevando a cabo otras iniciativas que, «a pesar de su sencillez, persiguen prestar apoyo a las personas en estos tiempos de pandemia».

Entre esas acciones se incluye la entrega de material de protección sanitario a varias residencias como cubrecalzas, cubrecabezas, manguitos, mandiles impermeables y 2.000 mascarillas confeccionadas por las Madres Carmelitas. La realidad actual impide que el acceso a este tipo de material sea el deseado por todos.

Por otra parte, han ofrecido al Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo el edificio del Seminario para que sea utilizado en caso de necesidad. Hasta el momento, las circunstancias locales no han derivado en el uso. De igual modo, tanto el personal de esa casa como los propios sacerdotes están a disposición de las demandas que pudieran surgir.

Tanto las Conferencias de San Vicente de Paúl, como Manos Unidas y Cáritas están en el programa que coordina el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo por el que los voluntarios hacen compras de primera necesidad destinada a personas vulnerables.

En el caso de las Conferencias de San Vicente de Paúl, algunos de los voluntarios llevan la comida ya hecha a ancianos que ahora no cuentan con otras prestaciones.