El aparcamiento de Garrido, listo para ser utilizado con año y medio de retraso

El Ayuntamiento de Salamanca concedió ayer la licencia de primera ocupación del aparcamiento subterráneo del parque de Garrido. Se trata del primer paso para que esta infraestructura pueda abrir sus puertas y dar servicio a los propietarios que han adquirido plazas de garaje. Mientras tanto se ultimas las obras del parque en la superficie, que está llevando a cabo la misma empresa constructura del aparcamiento, Santher, tras la polémica con el Ayuntamiento de hace unos meses.

En este sentido, el concejal de Ganemos, Gabriel Risco, se felicitó ayer por «haber logrado», dijo, que el Consistorio no gastara «otros 600.000 euros» en la urbanización del parque, tal y como manifestó el equipo de Gobierno en un primer momento. Como se recordará, la inteción era licitar esa obra del parque y permitir la entrada de otra empresa, diferente a Santher, la constructura del aparcamiento. Santher alegó y aseguró que estaba dispuesta a ejecutar esos trabajos, los del parque, sin coste adicional, por lo que el equipo de Gobierno tuvo que dar marcha atrás y detener el proceso de la nueva licitación de obras.

Hay que señalar, de igual modo, que el aparcamiento se pondrá en funcionamiento con año y medio de retraso con respecto a su fecha de finalización prevista. Al inicio de las obras, en septiembre de 2014, tras varios meses de tensiones y problemas con una parte de los vecinos de Garrido que rechazaban la desaparición de su querido parque, se fijó como fecha de fin el mes de octubre de 2015, pero no será hasta la primavera de 2017 cuando los propietarios de plazas de garaje puedan comenzar a dar uso de las mismas.

Las obras del parque, como decíamos, continúan a buen ritmo. Ya se han plantado los árboles retirados en su momento, junto a nuevos ejemplares, y se trabaja en la instalación de césped, así como en la disposición de los diferentes equipamientos, como los juegos biosaludables e infantiles. En el centro del parque se instalará una fuente de chorros como la del parque de La Alamedilla.