Amenaza de asfixia económica del CIC por el cambio en el modelo de investigación

El Centro de Investigación del Cáncer ve cómo se abre de nuevo un frente que podría venir a complicar su situación económica. El siempre complejo equilibrio para garantizar la sostenibilidad del espacio puntero de investigación en Castilla y León desde hace más de una década, ante la falta de un plan de ayudas específico, se puede ver alterado de forma muy preocupante si no hay ninguna modificación sobre el cambio anunciado por el Ministerio de Economía y Competitividad el pasado mes de abril. Si nada lo remedia, el cambio del modelo de la estrategia nacional de investigación en cáncer supondrá en unos meses el fin a una crucial línea de inyección económica del espacio científico salmantino.

Actualmente, el CIC ostenta la coordinación de la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer. Esta red, surgida en el año 2003 dentro del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación del Instituto de Salud Carlos III, fue en su día el gran revulsivo para la consolidación de estructuras estables de investigación sobre el cáncer en el ámbito del Sistema Nacional de Salud. Contar con la responsabilidad de coordinar la red ha sido no solo un marchamo de calidad para el CIC -al amparo del prestigio de su director, Eugenio Santos-, sino que se ha convertido en una apreciable fuente de financiación.

Las líneas de impulso de las RETICS incluyen un reparto de fondos competitivos en función de los programas, como es habitual en el marco de la ciencia española, pero al mismo tiempo también contemplan la posibilidad de que el centro coordinador pudiera reservarse un porcentaje de los fondos manejados en concepto de «overheads». Gastos de gestión, dirección y coordinación con los que el CIC ha hecho auténticos milagros para poder permanecer abierto en los peores momentos de la crisis.

Su director, Eugenio Santos, lo ha venido repitiendo insistentemente en los últimos años: «podemos seguir adelante gracias a que destinamos una parte de los fondos que conseguimos para proyectos de investigación a otros gastos cruciales de funcionamiento y mantenimiento».

Coordinación

Gracias a su coordinación de la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer (RTICC), el Centro del Cáncer de Salamanca no solo ha visto impulsada su capacidad para coordinar los proyectos más importantes en el ámbito oncológico nacional, así como la posibilidad de participar en ellos, sino que ha recibido un total de 3 millones de euros en los últimos cuatro años por esta labor de gestión.

Sin embargo, la nueva Acción Estratégica en Salud 2016 presentaba un cambio sustancial en el panorama, al establecer que el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) se hacía cargo de tres nuevas áreas temáticas: Envejecimiento y Fragilidad, Enfermedades Cardiovasculares y Cáncer, que en la actualidad constituían redes temáticas de cooperación.

Este cambio, que se justifica desde los criterios de «eficiencia» establecidos por el actual Ministerio en el año 2014, supone dar por desactivado el funcionamiento por tanto de la red del cáncer que se coordina desde Salamanca, absorbida así por el CIBER.

Asimismo, la convocatoria reduce el presupuesto disponible para cáncer en las dos próximas anualidades (que se ejecutaría 2017 y 2018) a 3,7 millones de euros por ejercicio y se establece que «el consorcio CIBER es el que administra la financiación recibida», que será distribuida entre los grupos que soliciten sumarse a la red «atendiendo a los requerimientos del consorcio».

Así, mientras otras redes cooperativas, que no contaban con convocatoria de financiación desde el año 2012, han visto ampliada su duración de cuatro a cinco años con el fin de paliar este problema, las tres nuevas áreas incorporadas al CIBER se enfrentan a un complejo cambio de gestión que en el caso del CIC de Salamanca supone además verse abocado a una notable pérdida de fondos, ya que en las áreas temáticas del CIBER no existe un coordinador, sino un director científico, que en ningún caso puede gestionar e imputar por su labor esos costes que hasta ahora han sido un auténtico oxígeno para el centro salmantino.

Reunión en Salamanca

La Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer que hasta ahora ha coordinado Salamanca, ha contado desde 2013 con 1.126 investigadores integrados en 73 grupos de investigación, pertenecientes a 38 entidades e implantados en nueve comunidades autónomas distintas.

Más de la mitad de estos grupos tienen un marcado carácter clínico y han trabajo en ocho programas. El coordinado específicamente por Eugenio Santos, director del CIC, ha sido destinado a la caracterización molecular de tumores, genómica del cáncer y biomarcadores.

Además, otros grupos han trabajado en la epidemiología y prevención del cáncer, así como en cinco de los tumores más relevantes (mama, colon, digestivo, vías respiratorias y tumores hematológicos), así como otros tumores del sistema nervioso y cáncer de endiometrio.

Precisamente, el trabajo en este ámbito de los investigadores jóvenes pertenecientes a los grupos de la red será puesto en común en Salamanca el próximo mes de septiembre, con la celebración del sexto Encuentro Científico de Jóvenes Investigadores de la RTICC.

Una oportunidad para conocer el esfuerzo de estos grupos y promover precisamente el trabajo en común de una red que, en principio, verá modificado su trabajo al incorporarse en el CIBER tal y como ha quedado establecido.